Invisible [Shinomiya y tu]

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❁•—•❄︎❀ 𝐼𝑛𝑣𝑖𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒 ❀❄︎•—•❁

— oh querida hermana, cuida tu espalda que, pronto, pronto, se teñida de rojo por mi mano — la risilla escalofriante de aquella voz distorsionada me altera.

   Sin hacer ruido levantó mi torso descubriendo mi dolorido pecho, miró con miedo a mis alrededores encontrando solo el rostro adormilado de mi castaño novio. Su mano derecha se refriega con sueño sobre su párpado derecho, una vez me observa sonrie tan inocente como un niño pequeño.

— que linda — murmura mientras que se abalanza sobre mi.

   Con sus manos alrededor de mis hombros me apega a su cuerpo, poco a poco acomodaba su cuerpo de tal forma que mi cabeza quedó en su pecho y mis piernas cruzadas con las de él. Por segundos me sentía tan segura en sus brazos que solo deseaba hundirme en ellos para no tener que salir nunca más.

   Escuchando como regalaba entre suspiros alzó la vista, su ceño se encontraba completamente arrugado, sus labios semi abiertos dejaban escapar algunos quejidos medios roncos.

— ¿con quien peleas tanto Hayato? — no esperaba que mi pregunta fuera respondida por el subconsciente de mi novio.

— no confío — murmuró entre sueño haciendo una leve presión por su abrazo.

   Dejando escapar una dulce sonrisa, me acurrucó entre sus brazos para continuar con mi descanzo, una vez mis párpados se juntan siento el sonido de la alarma, suspiro agotada mientras observó a mi ojo verdoso apagar la alarma para estirar su cuerpo.

— Bonita, debemos ir a la escuela — su mirada me confunde levemente.

— ¿ocurre algo? — preguntó preocupada.

— no quiero que te preocupes, yo te protegeré — su determinación me conmueve, dejando escapar una son risilla beso sus labios — te amo Tn.

— yo también te amo Hayato, ya vamos luego — susurro mientras nos destapó.

   Una vez mi amado se retira de la cama, espero mi turno para ocupar el baño, desde mi posición puedo escucharla lluvia artificial mojar su piel, haciendo que mi mente fantasee un poco.

   Antes de que pudiera continuar con mi imaginación el timbre de la puerta me alarma, al ir a ver solo hay un paquete, una nota y un holor metálico horrible.

— ¿que es esto?.

“oh querida, ten para que te recuperes”

   Una vez abro la caja de cartón para analizar su interior, observó la mano de mi difunto padre, la misma que faltó el día de su autopsia; al igual que otros órganos vitales; pero que el día que yo lo vi fallecido seguía ahí.

— es un asco — con mi dedo índice y gordo cubro mi nariz haciendo presión para ignorar el fétido edor que emanaba de esa caja de cartón — ahg.