Capítulo 6: El siguiente día

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JADE:
—¡Liam para! Me haces cosquillas! Dije riendo

— Dilo, no pararé hasta que lo digas.

— Esta bien, Tenías razón no daba tanto miedo. Le cogí de las mejillas y le planté un largo beso. Sonrió mirándome con sus ojos almendrados.

— Ves? Si, es que ademas la película fue publicada en los años ochenta. Podemos volverla a ver si quieres. -Se acurrucó un poco más en el sofá-.

—Noo, ahora me toca elegir -dije frunciendo un poco el ceño- a ver ... esta de risa.

— Me encanta cuando te enfadas y te picas. Me dijo sonriendo rodeándome con el brazo.

—Y a mí me encanta ganarte! Ven aquí. -Y le hice cosquillas, no paraba de reírse- Me encanta tu sonrisa bebe.

—Tu a mi me encantas, te quiero.

— Yo también. Y nos dimos un largo y profundo bes ...

Ugh, que es ese sonido. Comencé a estirarme en la cama como una vaga, aún me escocían los ojos y el insoportable sonido no callaba. Toda la luz del pequeño cuarto entraba directamente desde la ventana hasta mis ojos, deslumbraba mucho. Ayer, se me habría olvidado bajar la persiana. Hablando de ayer ... empecé a recordar todo, cuando me levantaba no era persona. Me acerqué a mi mesita de noche para apagar el molesto sonido hasta que .. vi la hora. Mierda, las ocho y media. Me había vuelto a quedar dormida. Me levanté de un respingo, me puse unos vaqueros y una camiseta sencilla, mis zapatillas y cogí la mochila. Me miré al espejo y vaya cara de mierda tenía; parecía que había salido de la película de The Walking Dead. Mis ojos estaban hinchados y rojos de tanto llorar y mis mejillas y labios también estaban muy colorados. Me apliqué el corrector y bajé las escaleras corriendo. Me cogí un paquete de galletas, porque no me daba tiempo a desayunar. Mi tía seguía dormida con botellas de alcohol alrededor -como de costumbre, ya no me sorprendía, a veces me daba pena-.
Brooke siempre me llevaba al instituto con el coche de su madre, pero esta vez fue diferente. Como me había dormido y estaba enfadada con ella por lo de ayer en la piscina no la llamé, cogí mi skate y me fui para el instituto.

Llegó la hora de comer, por fin, acababa de salir de la clase de física me dolía la cabeza de tantas fórmulas y cálculos. Además el profesor que nos daba la clase no explicaba casi nada. Repartía hojas con ejercicios, o exámenes sorpresa, se ponía a escribir las fórmulas y quién lo entendiera bien y quien no, se fastidiaba. Además era muy aburrido, todavía sigo sin entender porqué cogí esa asignatura.
Me dirigí a la cafetería, todavía no había visto a nadie todavía, ni a Brooke -por cierto, seguía enfadada con ella- ni a Marc, ni a Ethan que le había estado evitando durante toda la mañana y, por no hablar de las miradas que me echaba la gente cada vez que pasaba.
Cogí mi bandeja y me senté en una mesa pequeña no muy lejos, pocos minutos después apareció Brooke con una mirada preocupada y a la vez bastante agitada. Me vio y se acercó hasta donde yo estaba sentándose en frente de mí:
— Jade ... como vas?
No la respondí, seguía con la mirada en mi bandeja con el ceño bastante fruncido, a parte la comida no tenía buena pinta. El "puré de patatas" que parecía que estaba totalmente disecado.
— Oye, siento todo lo de ayer ...
Volví a no hablar, mientras que removía con la cuchara aquel bloque.
— Joder Jade, dime algo aunque sea una palabra, me da igual que me grites, pero es que odio tu silencio ya lo sabes ...
Agarré un trozo de pan que tenía en la bandeja y me lo metí a la boca ignorándola. Puede que estuviese siendo un poco cruel, pero se lo merecía me había dejado sola y, después me había mentido. Ayer lo pasé muy mal y hoy he tenido que soportar todas las risas y bromas de la gente de mi clase y de nuestro curso en general, así que se lo merecía.
— Oye si quieres que me vaya me voy.

DURANTE LA LLUVIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora