Mi hija
(Shidou and Ellen)Capítulo 4
Gustos peculiares
Kotori había dado aviso a Reine de la situación que se había dado. Era evidente que los miembros de Ratatoskr estaban ansiosos de conocer a la primogénita de Itsuka Shidou, sin importar que esta fuera hija de una de sus mayores amenazas.Reine: ¿Así que Shin tuvo una hija con Ellen? —dijo ella desde el puente del Fraxinus.
Kotori: Más de esto lo castigaré—aseguró la hermana, tomando una de sus típicas paletas—. ¿Tienen un plan?
Reine: Ellen es la Wizard más poderosa que conocemos—informó—, pero un ataque combinado de parte de las chicas debería ser capaz de crear un escenario de derrota lo suficientemente realista como para hacerle creer a Westcott que la hemos capturado.
Kotori: ¿Entonces hay un plan?
Reine: No... Pero estamos trabajando en ello.
Kotori: Gracias, y por favor, informa a las chicas que regresen de inmediato para poder hablar de esto con ellas.
De pronto, alguien movió a Reine a un lado, siento este Kannazuki, quien se hallaba llorando desconsoladamente.
Kannazuki: ¡Usted no puede perder, comandante! ¡Recuerde que los pechos grandes llenan la mano de un hombre, pero los pechos pequeños de usted llenan el corazón de Shidou-kun! —Kotori no pudo más que ponerse furiosa por ese comentario, ordenando de inmediato que lo detuviaran—. ¿Eh? ¿Comandante? —él de repente había sido tomado por dos guardias.
Kotori: Por favor, llevénlo a la "sala especial".
Kannazuki: ¡No! ¡No de nuevo!
Con el pobre vice comandante a punto de ser castigado, decidieron que era momento de descansar un poco de todo lo acontecido.
Reine y Kotori se despidieron, pero la última no podía sacar las palabras de su subordinado, llevando así sus manos a sus senos cubiertos por esa tela que los ocultaba de la sociedad.
Kotori: «Tal vez debería usarlos para que Onii-chan los note... ¡Pero qué rayos! ¡Yo no se supone que piense en Shidou de esa manera cuando estoy usando los listones oscuros!» —sus pensamientos la traicionaban, sintiéndose frágil tras pensar por un momento que esa niña era suya—. Ojalá un día... Ojalá un día me veas como mujer... Tú mujer.
Tohka y Shidou bajaban por las escaleras. Los dos se habían arreglado, pero no querían dejar a la niña sola en la habitación de él, por lo que decidieron llevarla consigo.
Por un momento, Ellen sintió ganas de tomar a la pequeña en brazos, no porque desconfiara de las habilidades de Tohka, sino porque ver a Shidou con ella la hacía sentir extraña por dentro. Ella no lo amaba, eso estaba más que claro, pero por un segundo deseaba ser ella con quien bajara en compañía de alguien.
Ellen: Parece ser que estás mejor, Princess.
Tohka: Tu niña es muy linda... Pero si fuera mi hija, lo sería más—declaró ella, entregando así a la pequeña—. ¿Vas a vivir aquí?
Ellen: Por un tiempo, hasta que sepa que la pequeña Elizabeth no está en peligro—informó, tomando entonces a su niña para comenzar a mimarla—. Solo espero que comprendan mi situación, evitando que se lleven una sensación de amistad, porque de todos modos, somos enemigos.
Tohka: Lo mismo digo. No puedo dejar que tú te lleves a Shidou o que te comas mi Kinako Pan.
Ellen: ¿Eh?
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MI HIJA "SHIDOXELLEN
LosoweEsta historia no es de mi autoria si eres el autor de esta historia puedes contactarme si quieres que deje de publicarla