10

5.3K 856 183
                                    

Minho ; 19 años
Hyunjin ; 17 años

— ¿Qué tanto me ves?

El castaño parpadeó reaccionando, llevaba alrededor de tres minutos observando a Hyunjin sin disimulo alguno.

— Nada —contestó apartando la mirada.

— Claro, ¿Estás apreciando la perfección de persona que tienes por mejor amigo, verdad?

Minho sonrió con diversión.

— Eres todo menos perfecto, Hwang

— ¿"Todo"? ¿En ese "todo" viene incluido un "hermoso" por casualidad? —empezó a decir con una sonrisa traviesa, ganándose una mirada crédula del chico.— ¿Te parezco hermoso, Minho?

La mirada del mayor lo recorrió de arriba a abajo.

Terminando con su especialidad, una fingida mueca de asco.

— Bah, debo irme —dijo en seguida poniéndose de pie, escuchando una risita de Hyunjin.

Y es que, ¿Estaba bien decir que aquel chico si le parecía hermoso?

No, no podía aceptar aquello.

Su Hyunjin era como aquel hermanito con el que todo hijo menor soñaba de niño, no podía aceptar que era jodidamente hermoso porque sabia que al hacerlo sería viendolo de una manera ajena a la amistad que tenían.

O al menos no quería aceptar que comenzaba a verlo de aquella manera.

Mierda, no —pensaba temeroso, mientras observaba atentamente a su menor durmiendo a unos centímetros de él.

Minho no entendía como pasaron tantos años, no podía creer que llevaba mas de la mitad de su vida acompañado de ese chico.

¿En que momento de esos once años su Hyunjin pasó de ser un niño inocente y tierno, a ser un adolescente malditamente atractivo que le hacía dudar tanto?

Todo sería mas fácil si aquel chico no fuese tan hermoso, o si su personalidad fuese un asco.

Pero es que era precioso en ambos sentidos. Incluso con ese dramatismo característico que tanto solía frustrar a Minho, o esa tonta lógica completamente opuesta a la suya que los orillaba a debatir temas insignificantes por horas.

— Basta —pensó al darse cuenta de todo lo que estaba pensando sobre el menor, cerrando los ojos en un intento de dormir para olvidar aquello.

Podía sentir la respiración de Hyunjin, estaban extremadamente cerca. Y lo preocupante no era que él estaba cómodo con aquello.

Si no lo que soñó aquella noche.

Algo en especifico que lo hacia sentir realmente aterrado, que no era una pesadilla en absoluto, si no todo lo contrario.

Desde esa noche Minho no volvió a dejar que Hyunjin se quedara a dormir con él, o al menos no en la misma cama.

Incluso se alegró levemente al saber que a los padres del menor no les agradaba que se quedara a dormir en su casa desde que se enteraron que el castaño vivia solo.

Ahora podía usar eso como excusa para correrlo facilmente.

— Hyunjin, tus padres se molestarán si no llegas a dormir

— Bah, no importa —dijo el menor mientras abrazaba una de las almohadas, acurrucandose en la cama.

— Llamaré a tu madre para que venga por ti —murmuró el mayor caminando en dirección a la mesita de noche donde se encontraba su móvil.

Pero cuando se sentó en la cama dispuesto a llamar el aparato le fue arrebatado.

— Mi madre no sabe donde vives —dijo el menor con diversión.

— Yo le diré la dirección, devuelvemelo

— Tómalo —sonrió el contrario, agitando el móvil cerca de su rostro.

El castaño alargó su brazo para tomarlo, pero Hyunjin lo jaló, haciendo que cayera encima de él.

— ¿Por qué no quieres que duerma aquí? —murmuró mientras se aferraba a él para que no se apartara.

Minho tragó saliva, su aliento se mezclaba con el del menor, trató de alejarse pero fue imposible.

— Hyunjin, suel...

— No me ignores, no te dejaré ir hasta que contestes

Y por si necesitaba empeorar aquello, el menor hizo rodar sus cuerpos para poder terminar encima del castaño, tomandolo por las muñecas con fuerza cuando este estaba por empujarlo.

Los chicos solían tener esa clase de peleas con frecuencia, por lo que ambos ya estaban al tanto de que aquello había dejado de ser una invasión al espacio personal del otro hace mucho.

Pero esta vez Minho solo quería quitárselo de encima cuanto antes.

— Si tanto quieres dormir aquí solo hazlo, ya dejame —bufó forcejeando torpemente.

— No, primero contesta lo que te he preguntado, ¿Por qué ya no te gusta que duerma aquí?

— Porque eres un fastidio Hwang, esto es un gran ejemplo —mintió, haciendo reír al pelinegro.

— Okay, es una razón creíble

Minho esperaba que el menor lo dejara libre, pero pasaron los segundos y no fue así.

— ¿No piensas quitarte, idiota?

— ¿Puedo dormir aquí?

— Como quieras —bufó, dándose por vencido.

Y acto seguido, Hyunjin dejó de ejercer fuerza en el mayor, cayendo sobre él.

— Hwang Hyunjin... —alargó el mayor tratando de alejarse.

— Buenas noches, Minho —murmuró el chico traviesamente, aferrándose a él en un abrazo.

El pesado suspiro del mayor le hizo sonreír una ultima vez antes de disponerse a dormir.

Aunque esa noche el castaño no pudo dormir durante las primeras tres horas, por lo que solo se dedicó a acariciar la cabeza de su menor quien no se digno a soltarlo en toda la noche.

Y al chico eso no le molestó en absoluto a decir verdad.

SELFISH FEELINGS ┃𝐇𝐘𝐔𝐍𝐇𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora