La historia de Dios

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En un mundo donde los dioses alardeaban de sus hazañas, uno de ellos se quedaba tranquilo mientras admiraba la belleza de los mundos creados anteriormente por los dioses, tantas variaciones de vidas fueron creadas, aunque lamentablemente no eran de mucha importancia para los habladores dioses que se reían de sus propios habitantes.

— Este ser se llamado Bluies, es una criatura que sobrevive de comer sus propias heces — Al decir uno de sus dioses la nueva creación esclavizada por él, presentó al nuevo ser entre sus manos, quien no duró mucho para ser humillado a risas por los dioses.

— ¡Jajaja, eres muy ingenioso, es mi turno! — Dijo el dios del rayo, Zeus, presentando a su nuevo ser — El mío es un ser que debe obedecer mis órdenes o será fuertemente castigado con maldiciones ¡Hice que uno fuera castigado por no sacrificar a el toro más bello que tenía, haciendo que su esposa se cogiera al toro y tuviera un minotauro que debe cuidar!

— ¡Eres un genio, Zeus! — Alabó Poseidón, dios del agua, a Zeus.

— ¿En serio, Zeus? ¿Solo tener un minotauro que debe de criar? Yo le hubiera hecho tener que soportar una guerra terrorista iniciada por su propio hijo híbrido — Dije Kratos, el dios de la guerra, quien afilaba su espada — ¿Y tú, Theos? ¿Que creaste?

Todos los demás dioses voltearon su mirada a un dios que no estaba presente a la conversación, quien tranquilamente acariciaba criaturas alienígenas, hasta que se detuvo al ver como todos lo voltearon a ver, lo que lamentablemente no era nada habitual.

Aquel dios apodado Theos en burla de los demás dioses era el mismo padre de Jesucristo, creador de la tierra y inventor de la redención. Solo que los demás no lo sabían, por eso ni siquiera le daban mucha atención.

— ¿Sucede algo? — Preguntó con su característica amabilidad.

— ¿Que creaste? — Volvió a preguntar Kratos, a quien le aburría las acciones pacíficas de Theos.

— Pues la compasión: Es ponerse en el lugar de alguien que está sufriendo y apoyarlo de mil maneras distintas para-

— ¿Enserio Theos es un Dios? — Dijo Afrodita, quien aún peinaba sus cabellos con un peine de marfil.

— ¿Porque lo preguntas? — Theos trataba siempre de entender a los demás dioses, a pesar de ser muy egoístas y narcisistas.

— Es decir, siempre quieres lo mejor para los demás seres vivientes y andas en un mundo donde todo es felices, pero los dioses no somos así, Theos. Somos lo que somos: Dioses poderosos a los que deben admirar, al menos que quieran una maldición y tú ni siquiera pareces un dios de verdad, no estás a nuestro nivel — Dijo Afrodita con un alto grado de narcisismo, haciendo que todos los demás dioses se rieran con ella, de forma muy altanera.

— ¿Y qué implica ser un dios de verdad? — Aquella pregunta hizo que las risas se detuvieran de forma instantánea, realmente ni ellos mismos sabían que era ser un dios.

— Theos, eres demasiado blando para ser considerado un dios — "Argumentó" Zeus de forma muy vaga.

— Bueno, es que todos los dioses son diferentes. Tú, Zeus, eres el dios del rayo y la tempestad, pero no sabes manejar bien una guerra. A diferencia de Kratos, quien no sabe manejar sus emociones frenéticas. Aún así son considerados como dioses ¿Porque yo no puedo considerarme como un dios a pesar de ser algo distinto? — Ese razonamiento hizo que los demás dioses se comenzaran a cuestionar internamente que es ser un dios de verdad, ya que es bastante complejo como para darle una respuesta definitiva — ¿Porque no pueden considerarme como un dios?

— Porque no tienes la esencia de uno.

Todos los presentes prestaron atención a uno de los dioses más aterradores entre todos los dioses: Satanás. Quién torturaba de forma sangrienta a un muñeco realista con alfileres, mientras que miraba con desprecio a Theos, era quien había dicho eso.

¿Amo a... Angel Dust? (Spidermoth) (Angel Dust x Vaggie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora