¿Crees que lo logre?

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La araña caminaba hacia la puerta donde detrás estaba la polilla, quien al momento de conocerla le parecía desagradable por su forma de ser, egoísta al creer que solo pensaba en ella, irritante al destacarse su lado agresivo y hasta grosera por a veces insultarlo de a gratis. Aquella chica de moño rosado fuerte resultó ser candidata para la redención, algo que de hecho aún le sorprendía, pues realmente pensaba que nadie en las ardientes tierras pecaminosas sería capaz de recibir la redención.

Y la susodicha se negó, vaya que eso le rompió un poco el corazón a Angel, aunque era obvio que no sería tan fácil converserla de recibirla. Tocó la puerta cerrada con llave, al principio estaba nervioso hasta tomar un bocado de aire y se preparó mentalmente para hablar con ella nuevamente.

— ... ¿Quién es? — Una voz algo fría y punzante se resaltó detrás de la puerta.

— Soy yo ¿Me abres? — Contestó con un tono suave y gentil, distante a como se mostraba normalmente ante los demás que los conocía.

— No me encuentro muy bien ¿Entiendes? — Respondió mientras ocultaba su rostro en una posición fetal, con una gran tristeza dentro.

— Arg.. ¿Ahora que hago para convencerla de abrir? — Murmuró el chico araña mientras reflexionaba sobre cómo manejar la situación, pues era más fácil pensarlo que hacerlo realmente. Detrás suyo se encontraba Fat Nuggets jugando juguetonamente con una media del dueño, mientras hacía sus adorables ruiditos de cerdo, allí fue cuando Anthony se le ocurrió una idea, tomando a su mascota y tocando la puerta nuevamente.

— Angel, ya te dije que-

— Traje a Fat Nuggets ~

Y la puerta se abrió rápidamente, entonces la polilla algo deprimida después de llorar un poco tomó al cerdito con amor, abrazándolo.

— Faty ~♡ — Acurrucaba al cerdito mascota mientras lo abrazaba mucho, una, sin duda alguna, muy adorable vista para su dueño.

— Se nota que le tomaste cariño — Comentó mientras sonreía dulcemente.

— Solamente me parece un lindo cerdito — Excusó la contraria algo avergonzada por lo que había hecho.

— Si si si, buena excusa — Obviamente no se creyó la excusa improvisada de su amada — ¿Puedo entrar ahora?

— ... Puedes — Le abrió campo para entrar a su habitación, mientras se sentaba al borde de la cama — Y bien... ¿De que querías hablar conmigo?

— Verás, ummm.. Dios me dijo que te negaste a recibir la redención ¿Es cierto? — Preguntó expectante sentándose junto a ella en la cama.

— Si, es cierto.. — Apartó la mirada apenada por la situación, no le gustaba hablar sobre un tema así.

— Vaggie, mírame — Pidió con un tono gentil, pues sabía lo difícil que probablemente sería hablar sobre algo así de triste, la apenada chica lo miró de reojo como respuesta a su petición — ¿Porque lo hiciste?

— Porque... no creo poder recibir la redención — Respondió mientras se peinaba el pelo con sus manos.

— Pero Dios ve algo en ti ¿Realmente no confías en Dios? — Seguía insistiendo por conocer sus razones reales, no las más exteriores.

— No es que no crea en Dios, es que.. no creo en mí, pienso que por más que lo intente, jamás lo lograré — Confesó cabizbaja al decir la verdad — Dios me comparó con mujeres de la biblia, fuertes, valientes y con un gran corazón que las guía a lo correcto, pero no creo poder ser como ellas — Su voz poco a poco comenzó a quebrantarse — Simplemente soy un desastre, no puedo lograr ir al cielo tal como soy, además... No estarías conmigo en el cielo..

Aquellas palabras marcaron al contrario como si fueran punzadas en el pecho, era cierto, como pidió redención para Vaggie, muy probablemente él estaría en el infierno sufriendo todavía. Sin embargo lo pensó detenidamente, según lo que contaba Dios, si ambos recibían la redención verdadera, estarían juntos en el cielo para siempre ¿Y que mejor lugar que el cielo? Ninguno realmente.

Ya había tomado una decisión finalmente, por lo que tomó las manos de su amada y dijo:

— Como que ya harta un poco estar aquí ¿No es así? Si aceptas la redención, yo también la tomaré — Entrelazó sus manos con los de ella — Todo con tal de apoyarte, mi amor.

— ¿"Mi amor"? — Repitió las últimas dos palabras dichas por la araña con falda corta, haciendo que el que dijo dichas palabras buscara una excusa para justificar lo dicho anteriormente.

— C-Creo que se me pegó por todas las veces que me lo dijeron en un club nocturno — Excusó sonrojado, provocando una dulce sonrisa en la oyente de dicha excusa improvisada.

— Si si si, buena excusa — Respondió como antes había respondido su querido Angel ante la excusa sobre Fat Nuggets, para luego abrazarlo con ternura, ya se sentía más segura con él.

— Si si si, buena excusa — Respondió como antes había respondido su querido Angel ante la excusa sobre Fat Nuggets, para luego abrazarlo con ternura, ya se sentía más segura con él

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Aquel abrazo duró casi un minuto, hasta que ambos miraron a la puerta sorprendidos y avergonzados: Dios estaba comiendo palomitas mientras los veía abrazándose con amor.

— No se preocupen por mi presencia, sigan con lo suyo — De ahí se descubrió uno de los gustos de Dios: Las historias de amor y las novelas románticas.

¿Amo a... Angel Dust? (Spidermoth) (Angel Dust x Vaggie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora