𝕊𝔼𝔾𝕌ℕ𝔻𝕆 𝕍𝕀𝔼ℕ𝕋𝕆 •O͜͡N͜͡E͜͡ P͜͡I͜͡E͜͡C͜͡E͜͡ • ❥︎𝙇𝙪𝙛𝙛𝙮 & 𝙕𝙤𝙧𝙤❦︎

𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚅𝙸𝙸𝙸: Matando tiempo

Luffy se sentó en silencio, ajeno a lo que estaba sucediendo a su alrededor en ese momento. Estaba pensando profundamente en la conversación que acababa de tener.

Johnny y Yosaku se habían vuelto inquietos durante su estadía y bajaron al restaurante para preguntar por qué se quedaban tanto tiempo. Luffy les dijo que se relajaran y esperaran un poco más. Cedieron y se sentaron en una mesa cercana, sacaron sus carteles de recompensas y discutieron sobre las recompensas que estaban a su alcance para pasar el tiempo. Luffy vio como Nami vio uno de los carteles. Arlong. Todo su cuerpo se tensó y su respiración se hizo más pesada. Luffy miró hacia otro lado mientras ella escaneaba el área, fingiendo hacer lo suyo. Cuando llegó a la conclusión de que nadie estaba mirando, silenciosamente salió del restaurante y se dirigió hacia el Going Merry. Luffy la siguió en silencio. Solo Zoro se dio cuenta de que se iban, pero se quedó sentado.

Cuando las puertas del restaurante se cerraron, Nami echó un último vistazo detrás de ella para asegurarse de que nadie la seguía. Satisfecha, subió a bordo del Going Merry ... y se quedó helada. Luffy estaba en cubierta, mirándola con una expresión ilegible. ¿Cuándo había...? Nami apretó los dientes y miró hacia abajo, preguntándose si debería tratar de explicar sus acciones. De alguna manera, ella realmente no quería mentirle.

Luffy vio su malestar. "Está bien", dijo en voz baja. Nami volvió a mirarlo con sorpresa.

" ¿Qué estás ...?"

" ¿Quién es?" interrumpió. Ella lo miró fijamente, sin comprender muy bien la pregunta. "El que te ha hecho daño", elaboró mas su pregunta. Ella se puso rígida, su postura se volvió cautelosa. Esto pareció entristecerlo. Ni una sola cosa que ella estaba haciendo escapó a su atención. Sus ojos parecieron perforarla, como si pudiera ver directamente en los de ella, atravesando cualquier barrera que ella pusiera a su alrededor. En ese momento, ella era un libro abierto bajo el escrutinio de un erudito. El había visto a través de ella desde el principio. Y ella lo odiaba.

Como si sintiera su malestar de nuevo, cerró los ojos y suspiró. "Luffy ... yo ..." comenzó, pero se detuvo. ¿Qué podía decir ella? ¿Que ya no podía ser su compañera de tripulación? ¿Que los estaba abandonando aquí? Le dolía el corazón al pensar en perder ese sentido de pertenencia que no había sentido desde el día en que murió su madre.

" Podemos ayudarte", dijo, sacándola de sus pensamientos. "Si nos dejas." Los ojos de Nami se agrandaron ante esto, y sacudió la cabeza frenéticamente.

"No puedo ..." dijo ella, con la voz quebrada. "No puedo involucrarlos." Luffy pareció decepcionado por esto, pero se acercó a ella lentamente. Nami cerró los ojos. ¿Qué esperaba ella? ¿Que él la dejara robar el barco que habían adquirido porque estaba involucrada en algo de lo que no podía salir? La simpatía solo se extendió hasta ahora.

Lo último que esperaba era que sus brazos la rodearan mientras la atraía en un fuerte abrazo. Abrió los ojos en estado de shock. "Está bien", dijo de nuevo. "Eres libre de ir a donde desees. No puedo evitar que te vayas, al igual que tú no puedes evitar que te sigamos". Él se apartó. "Y te seguiremos ", afirmó con firmeza. Comenzó a alejarse. "Si te vas a ir, hazlo ahora. Pronto habrá mucha gente aquí". Se volvió para mirarla. "Y Nami, si por un segundo piensas que ese tipo te va a lastimar de nuevo, solo di la palabra y le presentaré un nuevo mundo de dolor." Con ese punto hecho, saltó por el costado del barco.

Luffy fue devuelto al presente por gritos de miedo. Él miró a su alrededor. Los clientes retrocedían aterrorizados mientras Don Krieg se abría paso por la entrada, apoyado por Gin. Quedaron desconcertados por el estado en el que se encontraba; parecía como si estuviera a punto de derrumbarse, pero de todos modos tenían miedo. Los únicos que no estaban visiblemente acobardados eran Sanji, Zeff y los de Sombrero de Paja, aunque Usopp parecía bastante conmocionado.