No Te Dejaré (Bill Y Tu) (T2)

Capitulo 42

Era María, bueno Karen, junto con Laura, quien sostiene una espada. Por reflejo doy un paso atrás y hago que Lukas esconda su cabeza en mi cuello, no quería ponerlo en peligro, aunque me será un problema pelear con dos personas y solo utilizando un brazo

-Si que eres una piedra en el zapato- dice Laura dando unos cuantos pasos poniendo la espada apuntándome hacia mi -ahora terminaremos la pelea que empezamos... hare que pagues todo- iba a atacarme, pero una mano la detiene.

-Aun no quiero que pelees con ella... necesito preguntarle algunas cosas- dice Karen con voz calmada, me recordó a Emma cuando le hablo a Mikel para calmarlo en aquel pasillo -Melody...-dice mi nombre mirándome a los ojos mientras daba unos cuantos pasos para acortar la distancia, dejando detrás suya una Laura que chasquea la lengua y me sigue mirando con el ceño fruncido.

-Karen...- digo también su nombre, pero en vez de acercarme dejo que mi espalda choque con el muro invisible y me pongo hacia un lado para proteger a Lukas de cualquier ataque sorpresa.

-Estuviste en los recuerdos de mi madre... necesito saber que viste- dice luego de unos segundos de silencio, mi boca se abrió, pero no salió ninguna palabra de ella – por favor... - susurra y en su mirada se nota tristeza.

-¿Cómo lo supiste? -pregunto reacia a darle la información que me pide.

-Solo responde estúpida- dice molesta Laura y vuelve a caminar hacia mi haciendo que nuevamente que Karen la detenga.

-A ver animal, a mi me respeta gata de quinta- le respondo de vuelta poniéndome a la defensiva y tapando los odios de Lukas para que no escuche las malas palabras.

-Basta- habla Karen antes que Laura- el collar que tengo me lo dio mi madre el día en que nací, el día en que ocurrió la tragedia... tú tuviste que verlo... estabas ahí... ella te envió- dice tocando mientras tocaba su collar y arrugaba parte de su vestido con la otra mano. -Melody lo que viste no fue solo un recuerdo, fuiste al pasado gracias a los poderes de este collar y la tortuga, se que suena de locos porque no podías tocar nada, pero... ese fue el trato... solo dos personas podían verte... mi mamá y...-.

-Y tú...- completo su oración- pero es imposible que lo recordaras... solo eras una bebe- niego con la cabeza.

-Lose, pero se que fuiste al pasado... necesito saber que te dijo mi madre... que sucedió en ese momento- me mira nuevamente con tristeza, pero esta vez tenia el ceño fruncido mostrando frustración.

-Pennywise no fue quien empezó la batalla... -salieron esas palabras de mi boca, no obstante, no era yo quien las decía- él tuvo que empezar el ciclo de sueño mucho antes de lo acordado porque sus poderes estaban fuera de control... yo al ver que se había ido sin antes de arreglar el percance con Mikel decidí ir con un viejo concejal de la familia... quería saber que era lo que había que hacer... no quería que empezara una guerra por una simple pelea entre hermanos. El concejal me dijo que tenia que enviar a alguien al cuarto de Pennywise y despertarlo de su profundo sueño, yo pensaba que era algo imposible, pero me convenció que con una vieja pócima era posible en despertarlo por unas cuantas horas -lograba mirar como Karen se tapaba la boca y lagrimas en sus ojos caían, su collar estaba brillando, la rosa que tenia paso de color rojo a celeste- decidí enviar a uno de los mejores guardias, aunque todo esto lo hice a escondida de Mikel... yo al recibir la carta que decía que nuestro reino había traicionado al de Pennywise me di cuenta que había caído en una trampa... iba a advertirle a Mikel, pero sucedió el ataque y todo paso con tanta prisa... solté la carta cuando fui a buscarte a tu habitación, un guardia enemigo me ataco y me apuñalo, pensó que había muerto así que se fue... yo solo quería tenerte a salvo así que con todas mis fuerzas te fui a buscar... mi dulce y pequeña Karen... perdona a tu ingenua madre... no debía haber hecho eso... -sentí como lagrimas caían en mi rostro- no le hagas más daño a personas inocentes... no cometas los mismos errores que tus padres... ayuda a tu padre a volver el camino del bien -vi como Karen asentía.

-Gracias madre...- se seca las lágrimas con una sonrisa.

Narra su ausente autora:

La escena constaba en un Melody cubierta en una luz verde que le daba otro aspecto, uno un poco más alta y madura, ambas chicas enemigas estaban sorprendida. Karen sabia que ante ella había aparecido el espíritu de su madre y Laura no sabia en que pensar, la silueta que estaba viendo se parecía a la señora que alguna vez sirvió. Ambas habían escuchado atentamente el relato de la nueva inquilina del cuerpo de Melody, mas no esperaban que todo esto había sido a causa de las acciones de su reino y no del que consideraban el enemigo.

-Es imposible que ella sea la señora Emma Karen... por favor no le creas señorita- dice Laura tomando la mano de la nombrada haciendo que esta la mire, gracias a esa acción pudo notar que el collar seguía brillando del mismo color que envolvía a Melody, solo que la rosa se lograba observar con claridad al color que había cambiado, el color celeste que alguna vez caracterizo los ojos de su antigua ama.

-Tú sabes que es ella, mi querida Karen- dice soltando el agarre de su sirvienta para acariciarle su pelo – Yo... se que vivimos bajo un manto de venganza que nos obligo a solo hacerte daño Melody... y se que unas simples palabras, como perdóname, no arreglaran nada... déjame ayudarte a que todo esto termine-.

-No tenemos que cargar las culpas de nuestros padres- responde Melody, la luz que la envolvía ya había desaparecido y se puso recta para dar unos cuantos pasos hacia Karen, estaban cara a cara, ambas con una sonrisa.

-Lamento las perdidas que sufriste- le da la mano.

-Tú también sufriste perdidas... así que estamos a mano... -corresponde el apretón de mano -se que si no te perdono mis abuelos no descansarían en paz y mi abuelita vendría a tirarme de las orejas -bromea un poco y deja de taparle los oídos a Lukas.

El ambiente tranquilo que se formó se había roto gracias al grito que se escucho del otro del muro, ambas chicas corrieron para mirar la escena dejando a Laura detrás, aún seguía sin creer lo que había visto así que simplemente decidió permanecer en silencio. Lo que ocurría al otro lado del muro era que la pelea parecía haber terminado, pero no era algo bueno para Melody porque su padre al parecer había perdido. Estaba al borde del acantilado con su forma de payaso, al parecer había utilizado mucho tiempo su forma real dejándolo casi sin energía.

-Oh mi querido Pennyidiota... dejaste que tus poderes se fueran debilitando a tal punto que ya no eres como antes- dice apuntándolo con la espada dando un paso hacia adelante -sabes lo que te espera ahora ¿no?-.

-¿Que te calles por un segundo? Si que sería algo bueno, deberías de aprender a guardar silencio ya te parecer al bocazas del amigo de mi hija... -dice mientras sostenía su estómago, después de haber gastado tantas energías sentía hambre, lo cual lo debilitaba aún más.

-El que habla como un loro pide que guarde silencio... ¿Dónde quedo tu característico humor amigo? -le sonríe- quieres conocer el final del acantilado... ¿recuerdas cuando nuestros padres nos prohibieron acercarnos aquí porque era imposible volver a subir con vida? Hagamos el experimento de que ver si eso era cierto -hace un movimiento de cortar el viento causando que Pennywise de un paso en falso hacia atrás y caiga, no sin antes de agarrarse a la orilla -Eres un aguafiestas- dice pisando los dedos del que estaba colgando -solo déjate caer-.

-¡Dejalo! – grita Lorena mientras corría hacia ellos, pero una barrera la detiene -¿Pero que?- pregunta al aire mientras golpea el muro invisible -¡Mikel detén todo esto!- le ruega con lágrimas en los ojos.

-Oh querida Lorena sí que eres fácil de nublar... -dice mirando a la nombrada -no podrás detenerme en el gran final -eleva la espada y apunta la mano del payaso -¡Es hora de que pagues por todo lo que has causado Pennywise! – grita para luego cortar la mano que sostenía al nombrado causando que cayera.