6. Cambios

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Había pasado 3 semanas desde la noticia, una noticia doble al parecer, pues el matrimonio Kirishima esperaba dos varones.

Los síntomas habían disminuido, tras el último chequeo y sólo se llegaban a manifestar con Eijirō. Esa mañana, Katsuki preparó el desayuno, que por suerte, fue aceptado por el pelirrojo. 

¿Qué haces?- preguntó el rubio al ver como Eijirō se observaba en el espejo de la habitación.

Mi estómago está creciendo - el de dientes afilados hizo un puchero, sin despejar su mirada, esta se encontraba en su vientre, que se empezaba a abultar.

¿Enserio, Eijirō? - se recargó en el marco de la puerta - estás cargando a dos cachorros ¿Qué esperabas?

No pensé que fuera tan rápido, a este paso voy a perder mis abdominales en un parpadeo.

¿Para qué preocuparte por eso?, después los recuperas.

Eso lo sé, pero... creo que sigo en shock por la noticia- seguía mirando los cambios en su cuerpo.

¿Después de casi un mes? - Katsuki se acercó a él con una sonrisa irónica- Creo que ya es bastante tiempo, ¿No crees?

Tal vez... El punto es que, me da pena...

¿Qué exactamente?- al estar a su lado, lo abrazó por la espalda colocando su barbilla en el hombro de su esposo, mirándolo a los ojos a través del espejo.

No recuperar mi figura - dijo Eijirō mirando a su pareja, abrazando sus brazos-Y bueno, tendría que cambiar mi traje seguramente, además... No creo que te guste si la pierdo - al decir esto sus bellos ojos se llenaron de lágrimas que no dejó salir - es mi culpa que esto pasara.

Ei - el de don de explosiones volteó a su pareja para que lo mirara - tú no tienes porqué culparte de esto. Ambos dijimos que era una oportunidad única - tomó las mejillas del pelirrojo haciendo que lo mirara, pues comenzaba a llorar - Yo te voy a amar toda mi puta vida, no me importa si estás en los huesos o grande o con músculos, sólo me importas tú, no la apariencia.

¿Enserio? - Eijiro lo vio con los ojos brillosos por sus lágrimas.

Nunca falto a mis promesas, no te voy a dejar Eijiro, no importa qué.

Te amo Tsuki - le regaló una sonrisa aún triste.

Yo te amo con toda mi alma, Ei - limpió sus lágrimas y besó su frente - ven, vamos a salir un rato - tomo sus manos y lo jaló fuera de la habitación.

¿A dónde vamos? - preguntó curioso.

A buscar cosas para cachorros, creo que ya es tiempo.

[Flashback]

¿Omega?-Preguntó Katsuki.

Soy un alfa, me presenté como uno.

Eso dicen tus estudios - la doctora Tomiko, dejó los papeles en su escritorio, suspirando- me hubiera gustado que me lo dijeran antes, eso hubiera ayudado a aclarar tu embarazo, ahora sabemos que te has vuelto un omega.

No creímos que hubiera mayor problema, muchos siguen siendo alfas aún después de ser marcados por otro - explicó Eijirō.

Sí, pero creo que nos quedó claro que tu condición no es como se ha planteado, escuchen, aprecio que tengan la confianza para contarme  y con las revisiones que acabo de hacer, es claro no tienen idea de lo que está pasando.

Claro que la tenemos - respondió Katsuki- Es sólo que jamás le dimos importancia porque siempre fue lo mismo, todos los médicos con los que fue Eijiro, salieron igual y ahora me está diciendo que por un mínimo error pasó todo esto.

Sr. Kirishima, tiene que entender que no sólo fue el hecho que su esposo tuviera su marca y si no mal recuerdo, usted dijo que lo había anudado. Todos estos factores también implicaron para que quedara en cinta.

Bueno ya - habló Eijirō algo fastidiado- no vamos llegar a nada hablando de lo mismo una y otra vez, ¿Hay que hacer cambios en mi tratamiento y dieta?

Un poco, anotaré un nuevo programa, tal vez tenga que cambiar un medicamento, pero eso lo veremos la siguiente cita, por el momento, quiero que sepa sobre la posibilidad de un parto natural como otra opción.

Entiendo - dijo el pelirrojo- gracias.

Al término de su consulta, Katsuki le pidió hablar a solas a la doctora, quedándose un tiempo algo largo. Eijirō esperó en la sala de espera, se había quedado pensando en todo lo anterior, leyendo el programa y los consejos que le escribieron en una parte de las hojas. Al parecer tenía que hacer un nido, pero eso sería algo que vería después.

Listo - avisó Katsuki sacándolo de sus pensamientos- ¿Te llevo a casa?

¿No tenías que regresar a la oficina? - preguntó el de dientes afilados, mientras caminaba junto a su esposo de regreso a su auto.

Tengo tiempo, además, mitad mitad me debe un favor.

Está bien, sirve que me ayudas a conectar la Webcam.

Bien.

[Fin flashback]

La pareja regresó a su pequeño departamento, pues aunque ambos ganaran lo de un profesional, apenas estaban iniciando su carrera.

Ronin - el pelirrojo saludó a su can abrazándolo- Adivina qué....!Los bebés tendrán camas separadas! Las abuelas ayudarán a pagar los muebles de sus habitaciones, casi lloro de la emoción.

Te encantó la noticia, ¿Eh? - el rubio besó su cabeza y se dirigió a la sala- Por suerte tenemos dos habitaciones, tendremos que desmantelar el gimnasio.

Hablando de eso... No crees que sería bueno que... ¿Busquemos otro lugar?- preguntó nervioso Eijirō mientras jugaba con el perro.

¿A qué te refieres? - cuestionó de vuelta Katsuki.

Digo, amo nuestro departamento, fue lo primero que compramos al graduarnos, pero... Apenas y cabemos con Ronin, dos bebés sería demasiado, necesitaran un espacio propio y cuando crezcan, querrán sus habitaciones cada uno, debemos ver a futuro antes que se nos venga el tiempo encima.

Hace mucho que no te gira así la ardilla - se burló sentándose en el sofá.

No estoy jugando...

Yo tampoco, me gusta que se te haya ocurrido eso y tienes razón, pero no hay mucho dinero aunque tus madres quieran pagar todo, hasta ellas rechazarían la idea de regalarnos una casa y claro, mis viejos tampoco serían de mucha ayuda.

No estoy diciendo que le roguemos a nuestros padres ni mucho menos que compremos una casa mañana, pero sería bueno tener cubierto eso en un futuro cercano.

¿Qué tan cercano?

Supongo que, para cuando cumplan un año - se acarició su pequeña barriga- sería un buen regalo para ellos... Un lugar que puedan llamar hogar.

Está bien, buscaremos un sitio, uno barato, pero que cumpla con lo que quieres para los cachorros.

Gracias Tsuki - sonrió subiendo al sofá con él, abrazando y dándole un beso en la mejilla.

Sí, sí - le devolvió el beso.

Por cierto, hoy recordé que la cita pasada, te quedaste hablando con la Dra. Tomiko, ¿Puedo saber de qué hablaron?

Nada importante, tenía unas dudas y no quería verme estúpido delante tuyo.

Bueno - volvió a darle un beso- para mí jamás te verás como uno.

Gracias - al terminar de unos pequeños mimos, se dispusieron a ver una película.

Después de nuestra boda (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora