Cicatriz de tigre 🐯 Yoonjin ¡COMPLETO!

Capitulo 15

Flash Back.

Kim Seok Jin.

Era como ver un gatito juguetear en la ventana moviendo sus manos como si fuera alcanzar algo.

¡Me muero de ternura! Mi curiosidad es grande, me levanto de mi cama para caminar descalzo para dar pasos hacia el ardiente cuarto, mas calientito de lo usual hasta llegar al pequeño balcón y el chico me grita cosas, algunas que no logro entender.

− ¡Ven aquí! −Grita con gran enojo aun con sus manos agitándose− ¿Quieres acaso morir? ¡Todo está en llamas!

El gatito habla.

Esta vez emociono y es mi inclinar y mi gran ternura de acariciar esos suavecitos cabellos negros lo que me hace caer, es la estrepitosa caída mas blandita como la de un trampolín, caigo en el jardín y con tristeza no veo al gatito.

− ¡Quítate encima de mí!

Parece que ya lo encontré.

No me hago a un lado porque el gatito lo hace por mí. Con alegría de salir de mi gran casa que esta teñida de colores iguales al sol veo el chico querer irse sin más, molesto y murmurando de nuevo esas palabras que tachan mi oído lo veo irse.

¡No te vayas!

Me salgo con la mía y lo sigo pisando el verde jardín. Recibiendo la despedida de mis amigos y maestros se despiden de mí, dentro del orfanato teniendo de fondo esos colores cálidos me despido mientras ellos lloran por mi partida.

Los pierdo de vista de los grandes arboles que bailan con su amigo el viento y atravesando el paraíso me encuentro con el resto de las calles, donde las personas mayores tienen su propio mundo, un mundo serio y de temer, pero parece importarme menos teniendo a un gatito tan lindo.

−Quieres de seguirme. ¡Regresa!

El señala mi antiguo lugar, pero yo niego acercándome un poco del chico e imaginarlo con una sonrisa o entre toda esa ropa teñida de rojo preguntarme si es una clase de Santa Claus. Niego dándole igual me toma del brazo y me lleva arrastra mientras yo veo este mundo mágico.

Terminamos en una pequeña casita colorida, entramos encontrándome con gente mayor y es la explosión de colores que hace mi gatito al soltarme, los adultos salen corriendo con una sonrisa en su rostro y llevando consigo de ese dulce color rojo como las manzanas.

Mis pies descalzos son adornados por unos calcetines y zapatos nuevos, sobre mi cae un abrigo amarillo y es la mano de mi gatito la que me hace ir hacia otra salida, una muy pequeña. El me cubre detrás de los cimientos y es esa extraña arma la que escupe agua contra esos hombres uniformados la que me deja encantado.

−Michis.

− ¿Qué chingados?

Mis dedos chasquean cerca de el para que me deje acariciar su esponjoso cabello, pero lo único que consigo es un jalón, me atrae a él y alzándome con poca fuerza me carga alejándonos de la pequeña casa y consigo una dulce aventura.