XXXIX (parte 2)

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Su pequeño cuerpo se aferró al mío en cuanto me arrodillé y lo recibí entre mis brazos. Jisung me abrazó con fuerza, mientras sus pequeños bracitos rodearon mi cuello y luego lo escuché
llorar; mi pequeño lloraba como el bebé asustado que era estando ya en los brazos de su papá, abandonado cualquier faceta de autoprotección y soltando todo lo que sentía realmente. Mi adorable hermoso hijo alfa sollozaba haciendo ruido, llenando el pasillo con su llanto, repitiendo una y otra vez

"Papá" olfateándome por momentos, con miedo, con anhelo y con muchos sentimientos encontrados para alguien tan pequeño.

"Aquí estoy, bebé." Sin darme cuenta, yo también estaba llorando ya. "Aquí estoy, mi amor. Te juro... Te juro que aquí estoy y no me voy a ir. Nunca me voy a ir, Jisung, mi bebé." Sentí la mano de Yuta sobre mis rizos y ronronee, Jisung entonces se apartó apenas para mirar
sobre mi cabeza y después detrás de mí, confirmándome que Louis se había puesto en cuclillas para estar a nuestra altura.

"¡Yutaaaa!" Le sonrió feliz, soltándome por un momento para abrazarlo, acurrucándose entre ambos, frotando su rostro en el cuello de mi alfa. "Yutaaaa, te estañé mucho."

"También te extrañé mucho, Jisung." La mano de Louis se paseó por los rubios cabellos de mi pequeño, ante mi atenta mirada. "Hey." Buscó la mirada de mi hijo. "Tu papá me contó lo que hiciste ¿Sabes? Eres el mejor alfa que he conocido y estoy muy, muy orgulloso de ti."

"¡Yo poteguí a papá! Yuta rijo." Mi rubio bebé asintió con la cabeza repetidas veces, con el ceño fruncido, afirmando con seriedad sus palabras. "Papá a salvo."

"Eres un ángel, Jisung." Mi pequeño volvió a acurrucarse en mis brazos, manteniendo una de sus manitos sobre Yuta, en su remera. Ahí permanecimos hasta que Kihyun se nos acercó,
inclinándose para hablar con nosotros.

"Lo trajeron porque el juez quiere hablar con él personalmente, en privado. Sin embargo, cuando se enteró que estabas por aquí, Mark, enloqueció, solo repetía que quería verte y mordía a todo aquel que no lo dejaba buscar tranquilo. Se ha metido sin permiso en cuanta
sala ha podido... Buscándote."

"Y mordiendo personas." Continué, Kihyun se encogió de hombros, no se le veía malhumorado, sin embargo, él me hizo una señal hacía una señorita que esperaba a Jisung y suspiré,
mirando a Yuta antes que a mi hijo.

"Amor, escúchame." Jisung obedeció, mirándome a los ojos. "Necesito que vayas con la señorita que está ahí y que le hagas caso."

"¿Po qué?" Preguntó él, con un infantil puchero. "Yo quero estad con papá y Yutttaaa. Me podte bien."

"Lo sé y estarás con nosotros, amor." Suspiré, acariciando suavemente su mejilla, peinando sus cabellos después. "Pero para estar juntos por siempre... Debemos esperar un poco más."

"¿Cuánto?" Mi pequeño cuestionó.

"Poquito... Muy poquito." Volví a abrazarlo con fuerza, mientras Jisung restregaba su rostro contra mi cuello, llenándose de mi aroma. "Se bueno ¿Si? Ya no muerdas ni hagas caras o el
tiempo se hará más largo."

"No." Chilló, a punto de llorar.

Yuta dejó un suave beso sobre su cabello antes de que yo lo entregue a la mujer que lo llevaría a hablar con el juez. Jisung, hasta el último momento, se despidió moviendo su manito, ya
en los brazos de la señora. Él nos miraba triste, apagado, a cada paso que daba la mujer alejándose, sentía que se llevaba una gran parte de mi corazón.
Después de eso, me acerqué a Yuta y lo abracé, yo no podía permitir que me lo quitaran, no iba a poder vivir sin él.

+

Cuando volvimos a la sala y el juicio inició nuevamente, el juez dio unos martillazos solo para que los suaves murmullos se detengan y entonces todos nos concentramos en él. Yesung
aclaró su garganta, cruzando sus dedos y apoyando sus brazos sobre el tribunal, acomodó después unos papeles que tenía bajo sus manos y separó sus labios, pero entonces me levanté, sorprendiendo a Yuta y a Kihyun.

☆The Perfect Omega | YumarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora