XVII pt. 2

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"¿Así, bebé?"

"Mierda, sí." Me obedeció e introdujo un cuarto dedo, empujándolos una y otra vez dentro, sacándolos y metiéndolos mientras usaba su otra mano para apoyarse en la cama. Sus labios rozaban constantemente los míos, no podía abrir los ojos, aunque deseara verlo, era imposible para mí no apretar mis párpados ante ese mar de sensaciones. "Yu... Di-Dios no puedo." Me sentía tan impotente, entre todos los gemidos y jadeos que soltaba, sabía que no aguantaría. "Voy a..."

No me dejó terminar de hablar, empujó su lengua entre mis labios y devoró mi boca como antes; lamió y succionó para luego follarme con su lengua, tal cual sus dedos estaban encargándose de hacer lo mismo con mi entrada. Para este punto, quizás la mano entera de Yuta estaba mojada por mi culpa, entreabrí los ojos para verlo morder su labio inferior apenas
liberó mi boca y luego me miró fijamente.

"Córrete, Mark. Ahora." Jadeó sobre mis labios.

No hizo falta nada más, sus dedos se empujaron una vez más y llegué, solté un profundo grito mientras me deshacía en un orgasmo que me hizo temblar por completo, dejando que
las gotas de semen mojaran mi pecho y mi abdomen.
Continuó penetrándome incluso mientras los espasmos terminaban de consumirme. Esperó a que recuperara el aliento y entonces se alejó de mi entrada. Lo vi acariciar la yema de sus
dedos con su pulgar antes de llevar los mismos dedos mojados hacía sus labios y degustar mi sabor. Tres segundos de eso o menos y ya estaba tan excitado como antes.

"Sabes delicioso, bebé." Me sonrió, sus ojos cada vez más oscuros,eliminando por completo el ligero café anterior cuando llevó sus dedos a mis labios. Abrí mi boca e introdujo dos, gemí
apenas sentí el peculiar sabor. "Sabes demasiado bien." Repitió.

Yuta se alejó para quitarse la última molesta prenda que quedaba y gruñó lleno de alivio cuando su pene saltó fuera del material, estaba duro e hinchado, brillaba en la punta a causa
de su líquido pre seminal. Separé mis piernas de nuevo, dándole el espacio suficiente en medio de estas y lo volví a escuchar gruñir en el segundo en que su glande se presionó contra
mi entrada. Gemí y me tensé, hasta que su mano acarició mis cabellos, alejando algunos mechones de rizos rebeldes de mis ojos, rozando después su boca con la mía.

"Mark."

Un sonido parecido a un gruñido más escapó de su boca cuando empujó su miembro, invadiéndome y llenándome por completo mientras los largos e irregulares gemidos no dejaban de escapar desde el fondo de mi garganta. Me llenó por completo, Dios, su miembro encajaba tan bien, se amoldaba a mis paredes como si ese fuera su lugar, creado exclusivamente para él.

"Mierda, Yuta." Mis manos recorrían su espalda mientras empezaba con las embestidas, ya sin contenerse, su cuerpo empezó a empujarse contra el mío con un vaivén tan salvaje que
me cortaba la respiración; mi ser completo se contraía mientras embestía una y otra vez.
Consumiéndonos ambos en el salvaje e inestable movimiento, con sus caderas empujándose para poseerme hasta saciarnos, hasta llenarme, hasta marcarme como tanto lo anhelaba.

"Es... Más, más Yu, más." Tampoco cabía en mí el pensar en algo que no fuera él, en desear que se viniera en mí, que bañara mis paredes con su esencia. "¡Oh!" Su boca tomó la mía en
un buen segundo, devorándome con inestabilidad, ambos siendo los causantes del movimiento y del leve rechinido de su gigantesca cama.
Una de sus manos hundió sus uñas en mi cadera, manteniéndome quieto, mientras embestía con más fuerza y profundidad, sin dejar un centímetro de su miembro afuera, aumentando
el ritmo cuando le pedí más. Era diferente, Yuta era completamente diferente a cualquiera y algo dentro de mí me decía que él sentía la misma rara conexión, esto no cabía en solo
coger a alguien, iba más allá.

☆The Perfect Omega | YumarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora