☆The Perfect Omega | Yumark

Extra ⁴

De acuerdo." Acariciando su mano con mi pulgar, aclaré mi garganta, antes de empezar.

"Yuta realmente se asustó mucho cuando no tuvo respuesta de parte de Mark ¿Sabes? Es que, su lazo era tan pero tan fuerte que él sentía dolor, entonces luego fue como un apagón,
ya no escuchaba el latir de Mark, ni lo oía, ni siquiera sentía algo... Solo... Vacío." Chenle se encogió más entre las frazadas, como si fuera la primera vez que se lo contaba. Bueno, sin
emoción y suspenso, una buena historia no sería una buena historia.

"¿Y luego?"

"Él me dejó a cargo y salió de la casa, aunque Yuta ya sabía que Taeyong venía en camino, no le quedó otra opción más que encargarme a Ning para buscar al amor de su vida."

"¿Y lo encontró?"

"Sí, muy, muy rápido."

"Pero... ¿Cómo? Mis papás dicen que Seúl es enooooooorme."

"Porque Mark no quería irse de este mundo después de todo lo que tuvo que pasar para ser feliz." Sonreí, totalmente orgulloso de mis padres. "Yuta pensó que sería imposible encontrar a Mark en la ciudad, incluso siguiendo el camino hacia el lugar donde Mark se iba a
presentar, le tomaría demasiado tiempo por la cantidad de formas de llegar al dichoso establecimiento." Los ojitos emocionados de Chenle me observaban con tanta fascinación que me aguanté una risilla. Él se veía adorable. "Pero luego, otra vez el interruptor funcionó y las luces se encendieron. Su latir, su voz, su dolor, Yuta sintió a mi papá otra vez."

"¿Tu padre Mark revivió?"

"No estoy seguro de que haya muerto, realmente." Arquee una ceja, ladeando la cabeza para ambos lados. "Creo que es más como... Que mi padre luchó y no se rindió."

"Wooooow." Chenle se removió en sus frazadas, sin soltar mi mano. "¿Y luego? ¿Luego qué pasó?"

"A veces creo que sufres de falta de memoria a corto plazo o algo, ya te sabes la historia."

"Sí ¡Pero cuéntamela, Jisung!" Exigió el frágil chico.

"Vale, vale." Suspiré. "Yuta encontró una multitud de personas rodeando un punto y cuando se acercó, vio que Mark se encontraba justo en medio de toda la gente."

"¿La gente le ayudó?"

"Sí, la gente atacó a Sungchan hasta que huyó y luego llamaron una ambulancia."

"Casi nadie hace eso." Murmuró el pequeño niño frente a mí. "Me dijiste que allá donde vivías, la gente solía ser muy indiferente a los problemas ajenos ¿No? Pero ahora ayudaron, sin importarles si salían heridos."

"Sí, Chenle. Y así mis papás descubrieron que las agujas en el inmenso pajar, estaban mucho, mucho más cerca de lo que se imaginaban. O que quizás, con un poco de consciencia,
cualquiera se podría volver aguja."

"No entiendo." Hizo un puchero, ladeando la cabeza.

"Olvídalo, es una metáfora, eso te lo enseñan luego." Me resigné, no tenía ganas de pensar en algo que tuviera que ver con clases cuando me encontraba de vacaciones. "El punto es que Mark llegó al hospital a tiempo y pudieron salvarlo, perdió mucha sangre sí, pero nada evitó que se recuperara."

"Y luego se mudaron aquí ¿No? Para olvidarse de todo el pasado."

"Exacto, eso hace ya doce años."

"Es una historia tan, tan bonita." Chenle soltó mi mano para llevar las dos suyas a su rostro, teniendo un momento de emoción, típico fangirleo de adolescente por algún ídolo que admire o algo por el estilo. Bueno, no era la primera persona que reaccionaba así cuando le
contaba la historia de mis padres.