Helado Para Dos

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''...creo que es una idea excelente, me parece que en persona las cosas son mejor. Te veo en el Parque Nelson, así podemos ir hasta el restaurante a cuadrar lo del proyecto. ''

Envié el mensaje y suspiré hondo analizando cada palabra escrita en ese texto, todo lo que implicaba y los revuelos que me causaba saber que prácticamente iría a comer con un chico al que a penas conocí ayer.

Me puse de pie, sacudí la sobre cama de mi habitación con el fin de acomodar y dejar de forma ordenada el lugar para que mi madre no tuviera que hacer el resto o ni un poco de lo que dejaba tirado en mi habitación.
Cómo todas las mañanas, fui directo a la ducha pero esta vez con el pensamiento de que saldría de casa y no para reunirme con una amiga o amigo más, si no con el chico tan extraño por el que me sentí atraído en el momento o bueno lo que parecía ser que sentía. Terminé de ducharme, fue una de las duchas más rápidas que había hecho en mi vida, abrí el cajón y saqué de éste un bóxer rojo con rayas negras para seguidamente ponerlo en mi parte baja. De forma confusa busqué algún pantalón o algo para verme casual pero un toque de formal, abrí el armario y saqué un pantalón de color gris oscuro el cual tenía de decoracion un semi rasgado, me puse el mismo lo más rápido posible, cerré el armario y tomé una camisa estilo polo de color blanca que tenía y la pusé un poco más lento para no provocar ninguna arruga o deformación a la misma.
Salí de mi habitación a buscar zapatos en closet de la parte trasera de mi casa, tomé el par de tenis blancos, eran unos tenis cómodos y presentables, sin dudarlo subí al baño y cepillé mis dientes al mismo tiempo que trataba de hacer un peinado en mi cabello.

El tiempo pasó volando, estaba prácticamente listo para salir de casa, me sentía seguro, con exactitud ya habían pasado dos horas desde que el mensaje se había entregado, en unos cuantos minutos debía pedir un uber para salir de casa y de esa misma forma dirigirme al Parque Nelson. Abrí la aplicación del uber e hice todos los pasos que conllevan para pedir un chófer, 5 minutos después el auto estaba fuera y ya estaba listo para irme. Salí de casa y subí al auto, el chófer era un señor de unos 40 y el carro era un modelo no tan viejo pero estaba bien cuidado, los asientos tenían una cobertura plástica como si fueran nuevos.

El viaje tomó como 10 minutos, y ahí estaba ese hermoso parque. El Parque Nelson era un parque sencillo pero bonito, tenía unos árboles de pino en medio, alrededor en cada esquina del parque habían árboles de eucalipto los cuales generaban un olor agradable y muy pacifico. Frente al parque había una casa extremadamente grande, era un estilo rústico, su tejado parecía como el de un castillo más sin embargo la forma que la misma tomaba era la de una casa regular, con acabado natural y llena de luces en su exterior de esas luces que se usan para la navidad.

Justo unos metros delante estaban unas bancas, eran de color blanco y sus bordes tenían estilos dorados dándole un toque puro al lugar.
Sin pensarlo, me senté en una de estas bancas esperando a que aquel chico tan insistente pero hermoso apareciera justo en ese lugar, solo miré al cielo y respiré absorbiendo el tan puro refrescante olor del parque.

Estuve en esa banca por alrededor de 20 minutos y ni una señal de Thomas, me puse de pie y comencé a moverme de un lado a otro cerca de la banca, sinceramente esperar a alguien que apenas conozco me daba ansiedad, mi cerebro pensaba todas las posibles opciones para asegurar que el chico no vendría y que esto solo fue algún tipo de broma que mal entendí.
Me sentí menos cómodo, ya habían pasado 40 minutos y ni una señal del chico, cansado de esperar tomé la iniciativa de caminar hasta la salida del parque, un poco cabizbajo llegué a la salida y mire hacia atrás viendo como no habia nadie ahí, aún tenía la esperanza de que ese chico llegara.

-Era de esperarse, puede que tenga algún compromiso y ahora se esté encargando de eso- me encogí de hombros y traté de salir de ahí como alguien lleno de dignidad que no se sentiría rechazo, al final el chico era el interesado en la salida, una voz a lo lejos sacó mi mente de sus pensamientos tan analíticos, era él, se dirigía corriendo hasta donde estaba yo.

Esconderme para tenerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora