Capítulo XVIII

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—Put your head on my shoulder —La suave melodía resonó por toda la habitación como el viento, llenando el vacío a su antojo—. Hold me in your arms, baby —Continuó la canción, ahogando los gemidos sin aliento que llenaban la sala de estudio.

Taeyong dejó caer su cabeza hacia atrás, sobre el ancho hombro de Jaehyun, su pecho palpitante, brillante por el sudor. El virtuoso cuerpo de Taeyong estaba sentado en el regazo de Jaehyun, ambos sentados sobre el sillón marrón de su estudio. Las manos del hombre guiaron delicadamente sus caderas, deslizando su pene dentro y fuera de Taeyong con movimientos fluidos. El toque de Jaehyun era como la llama de una vela, y Taeyong se derretía sobre él como cera caliente, su mente nublandose por el placer abrumador, al igual que sus ojos.

Hacía calor, el aire a su alrededor era significativamente más denso, la humedad se extendía por sus cuerpos bronceados, y su desnudez solo hacía que el calor aumentara. Taeyong tenia las manos arriba, sus dedos jugueteando con los mechones del cabello rubio de Jaehyun. Estaban callados, encantados con la música, con ellos mismos. Jaehyun besó su cuello, su suave piel pálida, como la luna, rogando por ser mordida.

—Jae- —Taeyong jadeó—. J-Jaehyun- —Balbuceó, perdiendo sus sentidos, su poder, su autocontrol. El pene de Jaehyun latió dentro de él, golpeando su próstata con tanta fluidez, haciéndolo gritar y que arqueara la espalda. Jaehyun pasó sus manos por su trasero, amando lo necesitado y ansioso que estaba su chico.

—Tan hermoso. —Jaehyun murmuró las únicas palabras en su mente—. Mío, mi hermoso niño.

—T-tuyo —Susurró Taeyong, con el corazón latiendo rápidamente, sus pensamientos dando vueltas en el torbellino de su mente en medio de su humeante intercambio de palabras.

Just a kiss goodnigth, maybe —Cantó Paul Anka desde el tocadiscos—. You and I will fall in love.

Amor, los ojos de Taeyong se abrieron cuando Jaehyun murmuró suaves elogios sobre su nuca, su estómago agitándose en respuesta, la repentina realización haciéndole girar la cabeza. Jaehyun presionó dentro de él con fuerza.

—Correte para mí, ángel —Susurró Jaehyun, su voz resonando en la cabeza de Taeyong y fuera de ella, en todas partes, rodeándolo, tomando el control. Taeyong llegó al orgasmo, silencioso pero gimiendo, tiras de semen brotando de su pene. Jaehyun suspiró en su oído, sonriendo.

—Dios, eres perfecto —Dijo Jaehyun, y Taeyong solo tuvo que saltar sobre su polla dos veces más para que el mayor se corriera. Lo escuchó gruñir y continuó saltando, haciéndolo correrse más duro y tenso. Jaehyun golpeó el muslo de Taeyong para detenerlo, y luego el chico se levantó del hombre mayor y se recostó en su regazo, inerte—. Oh, cariño. —Jaehyun exhaló cuando Taeyong juntó sus frentes—. ¿Te he agotado?

—Siempre lo haces —Dijo Taeyong con una sonrisa cariñosa en su rostro.

Se sentía como si hubieran pasado meses y meses cuando solo había pasado una semana. Taeyong le dio una excusa bastante pobre a Jiwoo sobre su ausencia, quien tan solo asintió con indiferencia y lo dejó ser. Taeyong notaba lo insensible que se estaba volviendo Jiwoo, pero no le decía nada.

—También podrías vivir aquí, Taeyong —Susurró Jaehyun, sonriendo—. ¿No sería maravilloso? Despertar a tu lado todas las mañanas. Pura felicidad.

—Realmente lo sería —Respondió el chico, con las mejillas ligeramente sonrosadas—. Aunque, quizá haya una solución para ese pequeño problema —Continuó, sonriendo—. Huyamos.

—Ojalá me lo hubieras propuesto antes, mi amor —Murmuró Jaehyun, con sus ojos marrones mirando hacia otro lado—. Ojalá fuéramos más tontos, más atrevidos, más jóvenes. Habría visto a un lindo chico como tú y habría corrido con tu mano en la mía en un instante. Podríamos haber tomado un bote e irnos a Grecia. Vivir nuestras vidas fingiendo ser hermanos —Jaehyun se rió disimuladamente.

Somebody to love | JaeYong. [Adaptacion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora