Mi novio es Alex Turner

Capítulo 8

Por la noche, Alex me llevó a casa, nos despedimos y entré. Llegué a mi cuarto, me acosté y me quedé profundamente dormida.

A la mañana siguiente, me levanté y fui a ducharme. Al salir me vestí, bajé a desayunar y fui al aeropuerto para recibir a mis padres. Mientras esperaba, recibí una llamada de Alex.

- Hola, Al - sonreí.

- Hola, princesa. ¿Cómo amaneciste?

- Bien, mi amor. Estoy en el aeropuerto. Mis padres vienen hoy y vine a recogerlos. ¿Y tú cómo amaneciste?

- Bien. Debo ir a ensayar con los chicos.

- Está bien, Al. Diles que les mando saludos.

- Claro, princesa. Hablamos luego. Cuídate ¿sí? Te quiero.

- Sí, claro Al. Yo también te quiero. Adiós.

Al colgar la llamada, sentí que alguien cubría mis ojos.

- Adivina quién soy - oí su voz dulce. 

- ¿Mamá? - dije emocionada. Me di la vuelta y la vi.

Ella me abrazó y correspondí. - ¡Hija! ¡Tanto tiempo sin verte! ¿Cómo has estado?

- Bien, mamá - la abracé de nuevo. - ¿Y dónde está papá? - dije buscándolo con la mirada.

- Iba a ver nuestro equipaje. Enseguida viene. - pausó - Y, cuéntame... ¿Cómo te va con tu trabajo?

- Me va muy bien mami -dije sonriendo.

- Y ¿Cómo está tu amiga Barbie?

- Muy bien, mamá. Se emocionó cuando le dije que vendrían.

- Me alegro mucho, hija - sonrío.

Mientras tanto, mi papá ya había llegado con el equipaje.

- ¡Hija! -dijo desde lejos y volteé a verlo.

- ¡Papá! - corrí a abrazarlo - ¡Te extrañé mucho!

- También te extrañé mucho - soltó las maletas, correspondió a mi abrazo y besó mi frente. - ¿Cómo has estado?

- Muy bien, papá. Tenía muchas ganas de verlos - sonreí.

Fuimos a casa y cuando llegamos vi que Barbie había dejado una nota diciendo que llegaría tarde. 

Más tarde, mamá y yo cocinamos pasta para el almuerzo y al terminar de comer salimos a hacer compras y regresamos.

Después de una hora llegó Barbie, saludó emocionada a mis padres, conversamos un poco y cenamos.

Por la noche, ya iba a acostarme y recibí una llamada de Alex.

- Hola, amor. - dijo y sonreí al escuchar su voz - Solo llamaba para desearte buenas noches.

- Hola, Al. Gracias. Buenas noches. 

- Descansa, princesa. Te quiero mucho.

- Tú también. Te quiero mucho.

Al finalizar la llamada, me acosté y me quedé dormida.