Capítulo 9

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Al día siguiente, una llamada de Alex me despertó

- Hola... - contesté adormilada.

- Buenos días, princesa. - dijo Al alegremente.

- Mi príncipe - sonreí - Buenos días. ¿Cómo amaneciste?

- Bien, cariño. - rio - ¿Te gustaría salir conmigo y los chicos?

- Sí, claro amor. Solo déjame pedir permiso a mis padres. -  dije preocupada - Saben que soy mayor de edad pero todavía me tratan como si fuera una niña.

- Ellos ya no deberían de tratarte así, princesa - rio - tienes edad para tomar tus propias decisiones... Sin tener que estar pidiendo su aprobación...

- Lo sé Al... Se los he dicho miles de veces... Pero ellos no lo entienden... Bueno, trataré de hablarlo con ellos luego... - pausé - ¿A qué hora pasarás por mí?

- A las cuatro de la tarde. ¿Te parece bien?

- Sí, está bien, amor. Nos vemos. Te quiero.

- También te quiero, princesa. Adiós.

Colgué la llamada, fui a ducharme y a vestirme. Al terminar fui a desayunar y a cepillar mis dientes.

Después fui a saludar a mis padres y... a pedir permiso...

- Buenos días - entré a su habitación. Les sonreí.

- Buenos días, hija. - se levantaron de la cama - ¿Cómo amaneciste?

- Bien, gracias, mamá - respondí - Venía a preguntarles algo.

- ¿Qué necesitas hija? - preguntó mamá.

- ¿Puedo... Salir con mi novio? - pregunté algo preocupada por su respuesta - iremos donde sus amigos... más o menos... a las cuatro de la tarde.

- Sí, claro, hija - dijo papá sonriendo - Y ¿Cuándo nos lo presentas?

- Creo que... cuando se de la oportunidad - sonreí - ha estado bastante ocupado.

- Está bien, hija.

- Bien. Será mejor que ya me vaya. Tengo que trabajar. - dije viendo el reloj - Adiós mamá. Adiós papá. - los abracé - Los quiero mucho.

- Nosotros a ti - respondieron.

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Ya eran cerca de las cuatro de la tarde. Estaba terminando mi trabajo cuando Alex llamó.

- ¡Hola, princesa! ¿Terminaste tu trabajo?

- Hola, Al. Ya estoy por terminar. Salgo en unos minutos.

- Bien, amor. Entonces, te espero.

Después de quince minutos, terminé mi trabajo y salí.

Un rato más tarde, llegamos a casa de Alex y saludé a los chicos, que ya estaban ahí. Hablamos de todo, comimos pizza, tocaron un poco y más tarde, se fueron a sus casas. Alex me llevó a la mía y al llegar, mis padres salieron a recibirme.

- Hola, hija - dijo mamá.

- Hola mamá, hola papá. - aproveché la oportunidad ya que Alex estaba conmigo - Les presento a Alex... Él es mi novio - dije sonriendo.

- ¿Él es... el chico de esa banda que te gusta? - preguntó mamá.

- Sí, mamá. Es el mismo. Nos conocimos el día del concierto... después de lo que pasó. - les había contado hace un tiempo lo que pasó, pero, no les conté que he estado saliendo con Al desde eso.

- Oh. Bueno, hija. Te esperamos adentro. - dijo entrando. No sé qué pasa, pero, esto no me gusta nada. 

- Está bien mamá.

- Hasta luego, señora. - dijo Alex.

Mamá solo se despidió con la mano.

- ¿Pasa algo, amor? Te noto preocupada - preguntó Alex cogiendo mi hombro suavemente.

- No, sé. Es por mis padres... Creí que les alegraría la idea de que esté contigo, pero, los noté algo... ¿Fríos? o no sé... como que nos les agradó mucho... - suspiré preocupada.

Alex me abrazó también preocupado. - Bueno... No lo sabrás hasta que hables con ellos... Trata de estar tranquila. Verás que todo va a estar bien... - besó mi frente.

- Está bien Al - me separé un poco para besar sus labios.

- Bueno, amor. Debo irme. Llámame por si pasa algo. - me dio otro besó. - Te amo mucho.

- También te amo mucho, Al - sonreí más tranquila - Adiós. Más tarde te cuento que dijeron mamá  y papá, y si pasa algo más.

- Sí, claro, amor. Adiós.

Alex se fue y yo entré a casa. Mamá me esperaba en la sala de estar muy molesta. Tenía los brazos cruzados. Sabía que pasaba algo.

Cerré la puerta. Estaba demasiado preocupada por lo que me diría con respecto a Alex...

De pronto, habló. - No quiero que estés con ese chico.

- Pero ¿Por qué, mamá? Él no me ha hecho nada malo - dije triste.

- Tú ya sabes lo que pienso de los cantantes de rock, hija.

- Pero, es que, mamá, tú no lo conoces...

- Te hará daño, y sabes que no quiero que sufras - me abrazó pero yo me separé.

- ¡Yo ya no soy una niña, mamá, y lo sabes! ¡Yo puedo cuidarme sola! ¡Entiéndelo!

- ¡Ya lo dije! Y no quiero volver a repetirlo. ¡Te prohíbo que salgas con él! ¡Fin de la discusión! - me gritó y se fue a su habitación. 

Mi novio es Alex TurnerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora