A la mañana siguiente desperté antes que la alarma, tuve un sueño bastante extraño que no logro recordar a detalle, supongo que eso me despertó. Visto mi ropa deportiva y al sonar la alarma la apago para salir a correr.
Me gustan los días frescos, y hoy es uno de esos días, al salir de la casa paso por el jardín, los rosales florecen y me traen viejos recuerdos, no se si quiero recordarlo y finalmente salgo a la calle.
Me pongo mis auriculares y comienzo trotar para calentar, y me comienzo a sumergir en mis pensamientos, necesito planear mi día, debo arreglar el asunto con mi padre, resolver lo de Elisa y aclarar las cosas con Clarisa.
Pf, Elisa... que chica tan detestable, podría odiarla... yyy... hablando de Elisa, diablos, ¡está aquí! ¿¡que diablos hace aqui a tan solo tres cuadras de mi casa¡?.
Parecía estar esperando a alguien, veo que la rubia está inmersa en sus pensamientos viendo como el aire mueve los árboles, de pronto el viento agitó su Rubio cabello y al acomodarlo me ve, maldición, planeaba evitarla dando vuelta en la esquina.
- ¡¡Sebaaas!! - me grita emocionada
Finalmente llegó a ella y retiro mis auriculares.
- ¿Que haces aquí Elisa?, ¿Eres una Stalker?
- jaja, ¿stalker?, ¿yo? ¡¡Nooo!!, no uses ese término en mi, solo quería correr contigo, eso sí llegabas jaja
- Vienes de buen humor, interesante.
- Ah, claro, yo puedo ser muy interesante, espera a conocerme y verás.
- Bien, permíteme arruinar tu ánimo, en primer lugar, no me digas Sebas, no nos conocemos, y en segundo lugar, vete, me gusta correr solo.
- Sebastián, no seas amargado, todos necesitamos algo de compañía, además, recuerda que... soy tu novia - dijo mientras me guiñaba el ojo
- Alto ahí Elisa, sabes perfectamente que no somos nada, ni lo seremos, no me interesa correr contigo ni hacer nada contigo, te lo diré amablemente, por favor, vete.
- Correr a alguien no es muy amable, esta farsa de la novia terminará cuanto tu quieras, pero cuando yo lo diga, tengo el poder de la palabra y con eso puedo lograr muchas cosas, te acompañaré aunque no lo quieras.
- ¿A que te refieres?, ¿Me estás amenazando?
- No precisamente, pero, si me tratas bien, podría decir la verdad, si es que tu lo quieres, claro.
- ... Claro que... - hago una pausa pensante - ... Claro que no me importa, pero si puedo arreglar esto de un buen modo, lo intentaré, dime ¿qué quieres?, ¿por que estas haciendo esto?
- Solo cambia tu forma de ser conmigo y yo podría cambiar lo que he dicho. - dijo mientras comenzó a trotar
Que detestable, quiere algo pero no me lo dice, intentaré hacer lo que dice para ver lo que quiere conseguir.
La sigo en el trote.
De ida fuimos callados, en cierto punto comencé a correr, al parecer no tiene muy buena condición física, eso es un punto para mi.
- Aquí vuelvo yo - dije aflojando el paso
- Bien, te acompaño - dijo agitada
En cierto punto me gritó.
- ¡¡Oye ya!! ¡¡Espera!! - dijo apoyándose sobre sus rodillas con la respiración altamente agitada
- No me llamo oye - me pare y volví hacia ella - ¿Por qué viniste a correr si no sabes correr?
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Sebastian: Miserablemente Pobre
AdventureUn joven pensando incoherencias, puede cambiar al mundo, pero es su mundo, lo que lo tiene atrapado, he aquí, Sebastián