Sebastián

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"Beep-beep"
Escucho la alarma sonar a lo lejos, son las 5:30 am. Enseguida la apago, me giro en la cama recordando lo aburrido que estoy. Me pongo ropa deportiva para salir a correr durante 30 minutos.
Vuelvo como siempre, a las 6:00 exactos. Hago ejercicio por 30 minutos estando en casa para ducharme al terminar. Visto mi uniforme, camiseta, corbata azul, chaleco y pantalón de vestir.
A las 6:50 estoy listo y mi chófer ya me está esperando en la puerta.
Y por esta vez, extrañamente mi papá me está esperando junto a él. sale un suspiro de mi.

—Buenos días padre, buenos días Agustín.
—Buenos días Sebastián - Responde mi padre
— Buenos días, joven – Responde Agustín
— ¿A que se debe tu presencia padre? – pregunto mientras salimos hacia el automóvil
— Necesito hablar contigo Sebastián

Agustín nos abrió la puerta y subimos.

— Me parece que es muy temprano padre.
— No nos debería llevar mucho tiempo.

Agustín arranca el carro y abre el portón de la casa listo para ir camino al colegio.

— Bueno, eso espero. ¿De qué quieres hablar? – digo mientras voy preparando mis auriculares.
— Deja eso Sebastián, ¿Que planeas hacer de tu vida?, estas por salir de la preparatoria y no veo interés de tu parte por ninguna profesión. Ya es hora de que hagas algo con tu vida, no planeo mantener a un nini al que no le importa hacer nada con su propia vida.
— No es buen momento para hablar de eso padre, ¿que quieres que te diga?
— No quiero que me digas lo que quiero escuchar, o una respuesta evasiva, si ahora no quieres hablar de eso, ¿Cuando querrás? ¿Cuando seas un pobre holgazán fracasado buscando mi ayuda monetaria?, he tenido bastante con tu mala actitud a tener todo, no te ha faltado nada y debes saber que no planeo darte un centavo si no es para hacer algo de tu vida.
— Muy bien padre, y en resumen, ¿Cual fue el propósito de tu charla?
— ¡¡No contestes así Sebastián!!, ¡¡soy tu padre pero no me quieres como enemigo!! ¡¡Iras a la Universidad, o de lo contrario, tendrás que ver como arreglartelas para vivir!!

Mantengo silencio, mi padre me mira con furia y enseguida recibe un llamada, debe ser del trabajo. Yo miro a la ventana y me pongo mis auriculares.

— Hemos llegado joven Sebastián – dijo Agustín mientras detenía el automóvil.
— Muy bien, me largo.

Mi padre me mira con furia.

— Un minuto por favor – mi padre dejó el celular tapandolo con la otra mano — Espero tener una respuesta sobre lo que hablamos hoy mismo, márchate y no hagas tonterías.
— Bien, lo intentaré – al bajarme volteo hacia Agustín — Llega 5 minutos antes, no quiero esperar.
— Por supuesto joven

Mientras me marcho, escucho que Agustín cierra la puerta y después se sube, espera unos segundos y arranca. Doy un suspiro y me concentro en lo que voy escuchando, termina una canción de Zoe para empezar una de Linkin Park.

Esta es mi vida, tal vez mi padre podría tener razón en que no me ha faltado nada, pero, simplemente no me interesa, además, nadie lo tiene todo.

Voy camino a iniciar otro aburrido día de clases,  no me interesa en absoluto la vida, pero ya estoy aquí, y debo saber que quiero hacer el tiempo que esté aquí, mi padre pide demasiado, me está pidiendo que de la nada nazca un interés por algo que nunca ha existido en lo absoluto, no se que hacer, pero si en algo definitivamente tuvo razón mi padre, es en que tengo que hacer algo con mi vida, sinceramente no quiero vivir de él, para nada, pero ahora es muy pronto para hacerme independiente y tomarme mi tiempo con lo que sea que vaya hacer.

En momentos como este la gente normal pide consejos, pero eso no es mi estilo.

Daré una respuesta hoy, una que pueda tranquilizar a mi padre y que se acerque un poco a la realidad. Haré un lista de lo que hago y disfruto hacer, no sé, mi rutina y algo a lo que me pueda dedicar relacionado a eso.

Metido en mis pensamientos de pronto choco con una tipa. ¡¡Que horror!!, ojalá no haya ensuciado mi uniforme.

—¡¡Uh!!, p-p-perdón –miro hacia abajo y  es una enana de 1.58 metros que me mira con terror.
— Si claro, llevo prisa, camina con precaución. – le doy la vuelta y continuo mi camino.

Enseguida estaba el salón de clases así que fui directo a mi lugar, primera fila, último lugar. Miro mi uniforme y me saludo por precaución. Finalmente tomó asiento.

Espero la clase, saco mi libreta y mi bolígrafo, los ordeno en la mesa y me recargo en ella mirando a la nada para adentrarme nuevamente en mis pensamientos mientras escucho música.

Despues de unos minutos veo entrar al profesor con una chica que va detrás de él.

Debí saberlo, es la enana que choco conmigo. Enana con corte Bob, pelo lacio y negro y tez Blanca. Ja, podría ser Blanca Nieves enana.

Y déjenme adivinar, un lugar vacío a un lado mío y uno al principio de mi fila, que horror, seguro la sentaran a un lado mío...

La miro y me mira, la tipa se sonrojo.

— Señorita, denos el placer de saber su nombre. – dijo el profesor William

El profesor William es un cuarentón de barba de complexión semi delgada, es decir esta un poco panzón. Y no me agrada nada, da la clase de física.

— Claro... Em, mi nombre es Clarisa.
— ¡¡Hola Clarisa!!– dijo todo el grupo como rutina
— Toma asiento – dijo el profesor tomándola del hombro

Enseguida se sentó en el primer lugar vacío de mi fila.

— ¡¡¿Que?!! – pensé – me, equivoqué... bueno. No es que importe.

Es extraño, pero ya va a terminar este semestre, y solo resta un semestre, es tercer año y normalmente nadie cambia a finales de tercer año de prepa.
Seguro es una chica mustia que hizo algo malo y solo tiene una oportunidad para acabar la preparatoria.

Las clases iniciaron y yo me dejó puesto el auricular derecho para que no me lo vea el profesor.

Al terminar las clases inició el receso, ha sido un día pesado, y no se aún que le diré a mi padre, me siento fatigado, cruzó mis brazos en la mesa para acostarme y justo al cerrar los ojos escucho una cachetada. Ja, debe ser la enana, sabia que era una mustia.
Al levantar la cabeza veo a una chica que según recuerdo se llama Daniela frente a un chico llamado Calel, si, Calel, igual de absurdo que su actitud.

Al parecer Daniela había cacheteado a Calel.

— Yaa, superalo Daniela. Mejor, presentarme a tu nueva amiguita – dijo Calel a Daniela con una sonrisa en la cara, veía a Clarisa de una forma engr

— ¡¡¡Eres un idiota!!!, ¿Como puedes coquetear a una semana de que terminamos? – dijo Daniela a Calel

Clarisa seguía sentada en su silla y miraba con espanto a Calel .

A mi me parece una situación de lo más absurda.

— Vamos Daniela, no puedes decirnos que hacer, ni siquiera sabes si ella en realidad me quiere conocer. ¿Que dices bonita, no quieres que nos conozcamos un poco? – Dijo Calel mientras se acercaba a Clarisa
— Pues... soy nueva y... n-no conozco a nadie aquí, s-si me gustaría conocerte pero ahora est- – Clarisa se vio interrumpida por Calel –
— ¿Lo vez Daniela?, ella me quiere conocer, si me disculpas vamos a un lugar más privado

Calel la abrazo por los hombros y se la llevo a rastras del salón.

Daniela se quedó mirando con sorpresa y enseguida llegaron 2 chicas y un chico a consolarla.

— ¿Por qué hizo eso? ¡¿Es una zorra?!! – dijo Daniela molesta y con lágrimas en los ojos

La situación me causó gracia, Daniela estaba herida y Clarisa es una tonta.

Necesito comer algo, pero no tengo apetito de nada de lo que hay en la cafetería. Decido ir a un lugar más solitario, definitivamente no entraré a la siguiente clase.

Voy a mojarme la cara en los baños, y decido ir a una de las mesas de descanso que están en los jardines del colegio.
Traje una libreta para trabajar en lo que me dijo mi padre.

Título, "mi vida", salto un renglón, "cosas que me gustan", salto otro renglón.

...

Esto va a ser más difícil de lo que pensé.
Esta es mi vida, mi nombre es Sebastián Kyle, no me importan mis padres, odio a la gente, la vida y mi vida.

Sebastian: Miserablemente PobreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora