Niño llorón

12 0 0
                                    

Cap. 4

Mire sorprendida a Sariel, su mano cálida, aún podía sentir el tacto de sus labios en mi piel pero me perdí de todo lo que estaba pasando, ¿quien era esa chica? ¿Porque Sariel se encuentra aquí? Todo era simplemente confuso, el señor Cipriaco todavía seguía en estado de Shock, esto podría traerle severos problemas.

"Sígueme futura esposa" - Sariel tomo mi mano y me alejo de aquel lugar -.

Voltee a ver al señor Cipriaco, quien se dirigió hasta mi casa con pasos furiosos, aquella chica nos seguía desde lejos.

"Señor Sariel yo, gracias pero..." - me interrumpió -.

"Te veías incómoda" - soltó -.

"Ah si, solo quería vomitarle encima" - dije molesta lo cual le causó gracia -.

"La chica de antes, es mi hermana menor, Nazaria, solo por si te preguntabas".

Su mano era realmente cálida, a pesar de dejar de ser vistos por el señor Cipriaco nos seguíamos agarrando, era algo incómodo puesto no lo conocía.

"Tu mano..." - se dio cuenta de la situación y la soltó inmediatamente sonrojándose -.

"Lo lamentó, no me había percatado de ello" - hizo una leve reverencia -.

"No, no pasa nada" - movía mis manos nerviosa - "debería regresar a casa he intentar resolver todo este alboroto, de nuevo, gracias..."

"Espera" - me detuvo antes de que pudiera tan siquiera moverme -.

"¿Sucede algo?" - pregunte - "oh realmente no tengo nada para poder darte" - dije apenada -.

"Oh no, yo no, no me refer..." - lo interrumpí -.

"Cierto" - saque de mi pequeña canasta mi lápiz - "no es mucho pero es lo más preciado que tengo" - le sonreí cálidamente y lo deje en su mano -.

Sariel me miraba y volvía su mirada al lápiz repetidas veces para después explotar en risas.

"No, yo..." - no podía hablar bien - "deme un segundo" - tomo un poco de aire para seguir hablando - "lo que quería decirte es que realmente me quiero casar contigo".

"Ah claro...espera ¿que?" - quede atónita al oír aquello -.

"Vi una de tus pinturas en la basura de la ciudad, le pedí a mis sirvientes que te buscaran, realmente me gusto...aquellos ojos rojos que demostraban dolor y amor simplemente era magnífico" - halagaba mi pintura con timidez -.

Aquella pintura fue una de las cuales mi padre botó, dijo que perdí demasiado tiempo innecesario en aquella horrible pintura; no podría esperar menos de él para ser sincera.

"Gracias pero esto es demasiado...yo ya no tengo tiempo para pintar" - dije avergonzada -.

"Conmigo tendrás todo el tiempo que quieras, todos los materiales que desees, por favor, Leah" - me daba lástima verlo rogar de aquella manera -.

"No lo sé, a penas te conozco y mi padre" - no me encontraba muy segura de la propuesta, de todas formas mi vida no duraría tanto -.

"¡Leah!" - llegó mi padre emocionado hacía nosotros - "porque no me dijste que la razón por la cual no te querías casar era por el señor Sariel" - hipócrita, pensé -.

"Señor" - hizo una reverencia Sariel saludando a mi padre, lo cual lo sorprendió -.

"No muchacho no tienes que hacer eso" - dijo avergonzado -.

"Lamento no poder habérselo contado antes" - soltó apenado -.

"No, no te preocupes, fue culpa de Leah el no haberlo dicho" - me miró mal, "solo vete" pensé -.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 03, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

NefilimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora