Capitulo 19

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Narra Yago
Por fin Paulina me iba a decir que era lo que tenía, es un secreto que lo tiene desde hace mucho y la verdad es que ya no me aguanto esta curiosidad que me mata por dentro, tal vez sea algo malo y ella no pueda decirlo, no sé, pero me preocupa un poco el problema que pueda tener.
- yo tengo problemas en...
- amor que bueno que estas aquí te... extrañe demasiado- desafortunadamente Maddy interrumpió nuestra conversación entrando a la cocina. Gruño un poco molesto y me giro a ver a Maddy.
- Maddy que quieres?- caballerosidad ante todo Yago, caballerosidad ante todo. Me repetía mentalmente una y otra vez.
- ay porque estas de tan mal humor?- giro los ojos tratando de tener paciencia.
- bueno yo los dejo solos para que hablen- Paulina salió de la cocina dejándome con la palabra en la boca, no quería que se fuera pero la verdad necesitaba hablar con Maddy respecto a lo sucedido en el parque.
- que tienes amor?- Maddy intento acercarse y tocar mi mejilla pero me aleje antes de que lograra hacerlo.
- Maddy nosotros ya no podemos tener nada- ella frunció su cara sin entender lo que digo. Suspiro cansado- mira, esto la verdad se debió haber acabado hace mucho tiempo- trataba de decirlo de la manera más amable pero las escenas en el parque se reproducían en mi mente.
- pero que dices Yago? Yo te quiero- susurro con lágrimas en los ojos... Ohh por favor esto no me puede estar pasando a mí.
- no Maddy, no me mientas y mucho menos te mientas, yo no te quiero, lo nuestro fue algo de diversión y sabes que tengo razón- ella guardo silencio por unos segundos asimilando todo, yo suspire frustrado y ella elevo la mirada hasta mis ojos.
- es por ella verdad? Es por la zorra de Paulina? Yo sabía que ella se iba a meter en nuestra relación- de un segundo a otra la ira se me subió provocando que me colocara rojo.
- no es eso, y que si la quiero a ella?, a parte ella no tiene nada que ver en esto, te vi besuqueándote con un tipo hoy en la tarde y espero que en la vida la vuelvas a llamar así por aquí la única zorra eres tu- ella se sorprendió y yo salí de ahí dejándola con la palabra en la boca, nunca más quiero volver escuchar a Maddy en la vida si es posible.
Entre gente que bailaba, otras ebrias y otras que ocupaban sus bocas besandose trataba de encontrar a Paulina, tal vez este un poco mal, sola por ahí, a parte no terminamos nuestra conversación y pueda que le ocurra otra vez eso de que se ponga pálida, un poco desesperado la buscaba, no quiero que vuelva a pasar por lo mismo y yo no esté a su lado. Mi celular vibro indicándome que me estaban llamando, lo saque del bolsillo como siempre sin mirar y conteste.
- diga- dije desesperado.
- Ya...Yago- escuche susurrar al otro lado del teléfono.
- cariño? En dónde estás?- ahora sí que me voy a morir de la preocupación... Vamos Muñoz trata de calmarte no es bueno que Paulina te veo preocupado y que ella se preocupe también.
- estoy en el patio- su voz temblorosa empeoraba un poco la situación.
- cariño ya voy para allá no te muevas- empujaba a la gente tratando de pasar con Paulina todavía al otro lado del teléfono.
- aunque quisiera moverme no puedo- colgó el teléfono. Guarde mi celular en el bolsillo y entre empujones de la gente llegue hasta la parte trasera la casa, salí y no había nada, busque al otro lado de la piscina y encontré a Paulina acurrucada en una silla, camine hasta ella y la envolví en mis brazos.
- shhh tranquila cariño ya estoy aquí- susurre, su cuerpo temblaba entre mis brazos y su piel fría me hacía estremecer.
- sácame de aquí por favor- susurro con sus fríos labios en mi cuello, la tome en brazos y camine rodeando la casa, llegue hasta la entrada y me maldecí mentalmente a ver la manada de paparazzis que me esperaban en la entrada, me prepare y comencé a caminar. Como siempre ellos se abalanzaron contra mí y empezaron con sus preguntas estúpidas. Después de unos eternos y molestos minutos llegue hasta mi auto todavía con los flashes de las cámaras en mi cara deje a Paulina en el asiento de copiloto colocándole el cinturón de seguridad, cerré la puerta del auto y lo rodee entrando y encendiéndolo lo mas rápido posible.
Ya estando en camino mire a Paulina por unos segundos, estaba pálida y tenía los ojos cerrados.
- cariño no te duermas- susurre, de pronto y era malo que se quedara dormida, la verdad no se ni que hacer.
- a dónde vamos?- hablo pesadamente, yo la tome de la mano apretándola con fuerza.
- a un hospital- susurre, no sé lo que tiene y la verdad es que no soy médico para saber, que tal si es grave y ella no quiere decir? No me quiero imaginar lo peor, pero la situación no es muy linda que digamos.
- no Yago... Llévame a tu casa- se acomodó en su asiento y yo trague sonoramente.
- no, esto no es normal ya van dos veces que te ocurre esto y me preocupas- entrelazo sus dedos con los míos volteándola a ver por unos segundos.
- no, solo llévame a tu casa confía en mi- susurro, sus ojos permanecían cerrados como si le pesaran abrirlos. Un poco frustrado decidí hacer lo que me pedía, me desvié del camino y en pocos minutos llegamos a mi casa.
Estacione el auto y me baje de el para tomar a Paulina en brazos, la saque del auto y después lo cerré con el sistema de bloqueo. Sentía la débil respiración de Paulina en mi cuello, tome las llaves y abrí la puerta, la cerré con el pie y camine escaleras arriba, abrí la puerta de mi habitación y camine con ella hasta la cama, la deje ahí suavemente y me gire para salir de la habitación pero ella tomo mi mano.
- Yag...Yago no te vayas- me gire y me coloque en cuclillas para mirarla mejor.
- cariño solo voy por algo de comer- ella asiente y se gira para acomodarse mejor.
Salgo de la habitación bajando las escaleras y me dirijo hasta la cocina para llevarle algo de comer...
Narra Paulina
No quería que Yago se fuera de mi lado pero me dijo que iba por algo de comer y eso era lo que yo necesitaba, un poco incomoda con mi vestido decidí quitármelo, después de todo iba a estar debajo de las sabanas y Justin no me podría ver, con mucho esfuerzo me quite el vestido, me quede en ropa interior acurrucada entre las sabanas.
Escuche el sonido de la puerta pero no quise abrir los ojos, me sentía muy débil como para hacerlo, me he sentido peor... Pero después de todo esto me afecta un poco.
- cariño te traje un poco de fruta, no sé qué podías comer así que te traje esto- sentí como la cama se hundió y Yago acarició mi mejilla, abrí los ojos y sonríe un poco.
- gracias Muñ'z- el sonrió con pesar y me ayudo a sentarme en el respaldar de la cama.
- ahora yo te daré de comer- solté una risita y lo mire enternecida.
- no tienes por qué hacerlo, yo puedo- el negó y tomo el tenedor con un pedacito de manzana. Yo sonriente lo acepte y así continuamos hasta terminar todo el plato, él lo dejo de lado y yo volví a recostarme en la cama.
- estas desnuda?- pregunto alarmado tomando mi vestido entre sus manos.
- no tonto tengo ropa interior, es que estaba un poco incomoda, lo siento- escondí mi cara entre las sabanas, el me destapo sonriente y beso mi mejilla.
- quieres que te preste ropa- yo asiento y él va a lo que parece ser su armario, trae una enorme camiseta de los Lakers su equipo favorito de la NBA, y por supuesto que el mío también.
- hey te gustan los Lakers?- pregunto tomando la camisa entre mis manos.
- me fascinan- sonríe de lado- eres la primera que usara mi camisa de los Lakers que no sea yo- yo sonrió y me levanto de la cama para colocarme la camisa, el me mira desde la punta de los pies hasta la cabeza, gire los ojos y me coloque su camisa que me llegaba hasta la mitad del muslo.
- no te da vergüenza?- me siento junto a él cruzando las piernas.
- por qué? Tan fea soy que me tengo que avergonzar?- pregunte alarmada, el soltó una carcajada haciendo que me relajara.
- no, eso jamás, tu eres súper sexy- suelto una risita y me acomodo entre las sabanas.
- ya te sientes mejor?- se recostó a mi lado dudando entre abrazarme o no.
- claro, como no estarlo?... Gracias Muñ'z hoy te portaste mejor que nunca, y me comprendiste por un momento, lamento si te cause muchos problemas y también lamento que no hayas disfrutado de la fiesta- me acerque a el dándole un fuerte abrazo después de todo nunca pensé que Yago se fuera a portar así conmigo.
Sus ojos Cafes se encontraron con los míos y eso solo significaba una cosa Yago me quería besar, tomo suavemente mi mejilla me atrajo hacia él y claro yo no me opuse después de todo yo también quería probar sus gloriosos labios, en un movimiento rápido se acomodó encima mío haciendo que soltara una risita, sin previo aviso tomo mis labios con los suyos delineando con su lengua mi labio inferior, me relaje entre sus brazos y el me tomo del cuello para acercarme más a él, como si fuera posible. Mordí su labio inferior y después pase suavemente mi lengua por el lugar a lo que el respondió con un gruñido, sonreí entre sus labios y él se separó un poco de mi para poder tomar un poco de aire...
- cariño besas como los ángeles- susurra en mi oreja, todo los pelitos de mi cuello se erizan reaccionando ante su voz.
- tu no lo haces nada mal- él se quita de encima mío y se acomoda a un lado de la cama.
- lo se cariño, no tienes que decirlo- giro los ojos y Yago suelta una risita- te molesta si duermo en boxers?- yo niego y me muerdo el labio como toda una pervertida.
- para mí sería un honor que duermas en boxers conmigo- suelto una carcajada. Él se para y se quita sus amadas superas para después quitarse la medias, luego se quita la camisa dejándome una excelente vista de su bien marcado abdomen, se quita los pantalones y queda en sus boxers de Polo Ralph Lauren- no te morirías de hambre como stripper- el suelta una carcajada que es tan graciosa que se me contagia y empiezo a reír junto a él.
- a ver, ahora yo te califico a ti como stripper- yo levanto una ceja divertida y el me mira sonriente y a la vez retándome.
- no es tu día de suerte Muñ'z- me giro dándole la espalda y sonrió, siento como la cama se vuelve a hundir y todo el peso del cuerpo de Yago se encuentra encima mío.
- entonces dame un besito por ser tu héroe hoy- el hace puchero sacando su labio inferior, sin pensarlo dos veces me acerco a él y atrapo su labio entre los míos el sonríe dejándose caer encima mío y me corresponde el beso, mete su lengua en mi boca que se encuentra con la mía, empiezan un baile sin fin. Abro los ojos y me encuentro con su Hermosa mirada que no deja de mirarme ni siquiera para parpadear, corto el beso mordiendo su labio inferior y el me roba un pequeño beso haciéndome sonreír.
- no crees que ya deberíamos dormir?- susurro en su oreja el quita todo su peso de encima mío y se acuesta a mi lado tomándome de la cintura y envolviendo nuestras piernas.
- enserio íbamos a dormir?- sonríe travieso dándome un beso en la mejilla. Golpeo su hombro y el ríe, sonriendo acomodo mi cabeza en su pecho y cierro los ojos para poder que el sueño me atrape.
Narra Yago
Toda la noche dormí de lo mejor, pude descansar como nunca antes, tener a Paulina en mi cama y entre mis brazos hacia que me relajara por completo. Su profunda respiración hacia que poco a poco el sueño me invadiera hasta caer rendido junto a ella.
La mañana llego y los rayos del sol me hicieron despertar, Paulina estaba pegada a mí sin querer soltarme, sonreí de lado y bese la parte superior de su cabeza.
De un momento a otro la puerta de mi habitación se abrió de golpe haciendo que Paulina saltara soltándose de mi agarre.
- mama que estás haciendo aquí?- pregunte alarmado…

"Acéptalo NO te resistes a mi" ~TERMINADA~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora