Amigos [Secretos]+18

C A P Í T U L O 3.

LAZO DE AMIGOS.

Hannah.

-Olvidé comprar más lápiz.-Me quejé por lo bajo. Me encontraba ordenando mis lienzos y lápiz de dibujos que tengo en el estudio, la mayoría de cosas que uso para dibujar están aquí porque es el lugar donde mi inspiración vuela. Ash estaba arreglando las cuerdas de sus guitarras, habíamos llegado hace una hora, Félix dijo que también vendría. El silencio se movía en todo el lugar llenándolo de paz, cuando estamos en el estudio casi ninguno de los tres hablamos, y es raro porque juntos parecemos narradores de futbol, pero la magia de este lugar sumerge a cada uno en su propio mundo.

Aunque claro, algunas veces solo venimos y nos sentamos a hablar, reír y hacer bromas.

––Hannah, ¿qué le sucedió a tu cuaderno de dibujos de la escuela?.––El pelinegro preguntó, sentado en una silla con su guitarra favorita en su regazo.

––Nada que te deba importar.––ladré fingiendo enojo. En mi cuaderno de dibujo de la escuela había dibujado al niño que me gustaba y siendo tan ingenua se los mostré a mis queridos amigos, acto que me volvió blanco de burla de ellos por más de un mes.

––¿Te imaginas que fuera visto los dibujos que hiciste de él?,––Hizo un ademán pensando.––Te fuera denunciado por acoso, al menos yo lo haría.––Finalizó con una sonrisa burlesca.

––Al menos a mí no me rechazaron cuando me declaré.––Ataqué. Las escenas que Ash nos contó cuando lo rechazó una niña de 10 años pasaron por mi mente haciendo me reír con suficiencia, hubo una chica que no se resistiera a Ash Collist, interesante.

––Porque nunca lo has hecho.-Uh, golpe bajo.

––¿Me extrañaron?.––La puerta del estudio se abrió de golpe, entrando un Félix muy sonriente.

––¡Feliz cumpleaños!.––Envolví a mi amigo en fuerte abrazo.––Un poco tarde, pero tú te perdiste la linda fiesta que te había preparado.––Nuestro abrazo duró unos minutos y nos separamos con un 'gracias Hanni' por parte de Félix.

Ash también felicitó a Félix con un efusivo abrazo y susurró algo en el oído de este haciendo que apareciera una sonrisa picara ilustrada en su cara para después decir: ––Solo luz naranja.––Arrugué mis cejas en confusión. Algo se tramaban estos dos, y lo voy a saber.

––¿No hay regalos para mí?.––Preguntó el castaño con un lindo puchero.

Sonreí y busqué la pequeña caja en mi bolso la tomé en mis manos y se la entregué a mi querido amigo, este inmediatamente la abrió, cuando vio el objeto sonrió como un niño después de haber recibido dulces.

––¿Por qué él recibe una pulsera y yo en mi cumpleaños recibí un tortazo y mis anteojos favoritos destruidos?.––El bebé, digo Ash reclamó cruzándose de brazos.

––Mi bebé,––Di un paso y tomé sus mejillas apretándolas.––No estés celoso, prometo comprarte un dulce, ¿ok?.

–Nuestro bebé está celoso.––Siguió Félix.

––Ya cállense.––escupió enojado. Félix y yo nos burlamos de él por un rato, mientras él solo nos ignoraba.

Mi mirada buscó la pulsera que ahora decoraba la mano izquierda de Félix, era de color roja con dos infinitos a cada extremo, me gusta como resalta en su piel blanca. Cuando estaba buscando un regalo para él tenia en mente un video juego pero cuando me encontraba caminando en la salida de mi apartamento una señora de alta edad me pidió ayuda con unas bolsas, al llegar a su casa me dio tres pulseras iguales en forma de pago a lo cual me negué pero insistió diciendo: te lo obsequio como un regalo de protección, en mi cultura regalamos estos a nuestras personas especiales para que sean protegidos. Ahora, quiero que tú obsequies esto a tus dos personas especiales. Ellos son unos buenos chicos, te aprecian más de lo que imaginas. Después de estas palabras la señora se adentro a su hogar y me dejó con mil dudas, me dio un poco de medio lo que dijo porqué jamás en mi vida la había visto y pensé seriamente en tirar las pulseras, ¿y si era una bruja? pero reflexioné en sus palabras y llegué a la conclusión de que no soy alguien importante para que una bruja se interese en mí, las palabras mi abuela llegaron a mi mente, una vez me había dicho "mi niña, nosotros los viejos somos sabios, cree en nuestras palabras", así que decidí quedármelas por alguna razón esos tres lindos obsequios me brindaron un lindo sentimiento, quizá era una señal.