sin saber que hacer

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Me encontraba en una reunión familiar en la casa de mis abuelos, todo transcurría normal, nada fuera de lo común.

Me encontraba pensativa,
en que seria de mi futuro, me sentía muy frustrada ya que no vivía como tal mi vida, y tenia que ser lo que otros querían que fuera.

Unos de ellos querían que fuera monja, mi padre quería que fuera abogada, y mis abuelos se oponían a ello porque querían que yo viviera mi propia vida y explorar la realidad del mundo a mi manera.

En ese momento solo pensaba en que decisión debería tomar si realizar mis propios sueños o darle gusto a mi familia.

A pesar de estar en una reunión numerosa con familiares y vecinos muy allegados celebrando el cumpleaños del abuelo.

solamente quería estar sola y alzar los ojos en un atardecer hermoso y mirar como el viento soplaba los arboles con un cielo azul infinito y deseaba tener alas muy grandes como las aves para volar muy alto y ser libre porque de cierta manera me sentía dominada tan vacía al mismo tiempo porque no podía ni siquiera hablar con mis propias palabras si no que otros opinaban por mi.

Estaba en ese preciso momento con mi alma inundada y con tantas ganas de llorar y desahogarme.

En ese instante me sorprende mi hermano con su tierna forma de ser y su hermosa sonrisa, me abraza por detrás y me apreta las costillas y en vez de llorar solté una carcajada

— que haces aquí mi chiquitina tan solitaria — dijo mi hermano mientras me abrazaba. —ven que vamos a comer y a divertimos un rato y e traído unos amigos para presentarte.

Y me jalo de la mano y nos adentramos entre la multitud.

AMOR IRREALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora