Entre mis manos tenía un sobre color beige, controlaba mis emociones intentando no arrugarlo. Solté un suspiro y me miré en el espejo de mi habitación, me coloqué un suéter color azul y entre mis manos estaba ese sobre.Me acerque a la puerta, tomé y giré el pomo, me deshice de mis nervios. Estaba decidido, le diré a ese chico lo que siento. Acomodé mis lentes y con paso firme e dirigí a la salida de mi departamento.
- ¿George? -la voz de mi madre me detuvo- ¿A donde vas? -me preguntó dándome una cálida mirada.
-Oh mamá... yo solo saldré un momento, ya regreso -le sonreí.
Ella solo asintió, dejándome salir.
Caminé por ese conocido pasillo, ahora lo miraba muy estrecho. Podía sentir como mi estómago se revolvía cada vez más mientras iba acortando la distancia de mi cuerpo a aquella puerta.
Mi corazón palpitaba rápidamente, mis manos temblaban; mi ser quería regresar, pero algo más fuerte de decía "Quédate". Mis nudillos tocaron un par de veces aquella hoja de madera, esperando poder escuchar su voz. Ni siquiera sabía que es lo que iba a decir.
-¿Sí?- escuché una voz femenina preguntando. ¿Qué se supone que debería de pensar? ¿A caso Clay tiene novia? ¿Será su hermana?
Una chica bajita de cabellos rubios abrió la puerta, ojos verdes. No, no podría ser su hermana. Sentía como mi corazón empezaba a partirse en mil pedazos.
-Hola- me dijo con una sonrisa.
-hola- respondí intentando ocultar mi desilusión -Disculpa... creo que...
-¿Drista? ¿Quién es?- se asomó por la puerta el chico castaño que vi en aquella tienda, el chico que se fue con Clay. Sus ojos verdes se posaron en mi, parpadeando dos veces- ¿Tu eres George?- levanté una ceja ante la pregunta ¿Cómo es que sabía mi nombre?
-¿George?- preguntó la pequeña rubia mirando al chico castaño para volver a posar sus verdes ojos en mí- ¿Buscabas a mi hermano?- ¿hermano?
-Ustedes dos ¿Qué están haciendo?- una tercera voz se sumó, era su voz.
Entre ese par, apareció Clay, ese rubio que hace gritar a mi corazón. Su mirada era la misma. Sus ojos recorrían mi rostro, hasta que se dio cuenta de lo que llevaba en las manos.
-George.
-Clay.
Solo dijimos eso. Nuestras miradas seguían cruzadas, no podía formular palabras alguna, me sentía encantada con esos tonos verdosos.
-Te esperamos en la sala, Clay- soltó el chico más bajo tomando a drista y desapareciendo de mi campo de visión.
-¿Y bien?- soltó por fin Clay - ¿Me pagarás por fin? -dijo refiriéndose a nuestro primer encuentro, intenté reír siendo lo más discreto posible. Luego miré el sobre que llevaba, era hora.
-Yo quiero entregarte esto- se lo extendí, dejando que él lo tomara - Me gustaría que lo leyeras solo- pude sentir como mis mejillas se enrojecian.
-Está bien- dijo mientras observaba el sobre.
-Hasta luego- dije conteniendo la respiración, si me quedaba un minuto más, explotaría.
-Hasta luego.
Yo regresaba a mi apartamento mientras él cerraba la puerta del suyo. Mi corazón no dejaba de palpitar a gran velocidad, lo había hecho.
Entrando a mi hogar, me deslicé por la puerta, cayendo sentado al suelo. Puse mis gafas encima de mi cabeza y coloqué mi rostro entre mis manos, no podía creerlo. Solo me quedaba esperar, esperar lo peor, tal vez.
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Hola:), perdón por no haber actualizado en un maldito mes.
No he tenido el tiempo suficiente para al menos hacer borradores de la historia:(
Espero que me entiendan...
Peroooooo ya actualize eso es lo importante :3
Bueno me despido
Besos en el siempre sucio :3
Milena
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Corregido ✅
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El chico del apartamento 512 -DreamNotFound
FanfictionAmor gay de cubitos con canción de Selena Quintanilla