Capítulo 2:

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El 1ro de septiembre llegó y ambos niños Potter, emocionados por el gran día se arreglaron muy rápido y bajaron a desayunar con grandes sonrisas en sus pequeños rostros .

-Bueno Lucy querida, ya no tienes que avisarles.

Habló divertido el señor Potter al ver a sus hijos emocionados junto a las escaleras.

-Buen día señoritos Potter.

-¡Buen día Lucy!

La única que respondió al saludo fue Bella. Su hermano estaba tan emocionado que si hablaba explotaba, él sólo le sonrío a la elfina que se fue después de hacer su tan acostumbrada y exagerada reverencia.

-¿Bueno y qué están esperando? Siéntense o llegarán tarde.

Ante el aviso de la señora Potter, los dos niños engulleron como salvajes su desayuno para luego subir como rayos las escaleras y lavar sus dientes...

Aparecieron en una esquina de la estación King Cross, James llevaba un carrito con su baúl y una jaula con su querido búho Kerys, Bella también empujaba su carrito el cuál traía su baúl, y al  pequeño cachorro de pantera que  se negó rotundamente a entrar en una jaula, por lo que se encontraba dentro de este recostada a su aire mientras se lamía una de sus patitas delanteras.
Los Potter cruzaron  juntos la barrera que se encontraba entre los andénes 9 y 10 para así encontrarse en la plataforma 9 3/4 frente a un inmeso expreso de color escarlata que era el encargado de transportarlos a Hogwarts el mejor colegio de magia y hechicería de toda Europa.
Euphemia Potter se agachó a la altura de sus hijos, pasó su mano por la pequeña mejilla de su hijo y con la otra escondió un largo mechón de cabello negro tras la oreja de su hija. Los abrazó a ambos con tristeza y besó sus rosados cachetes.

-Oh vamos querida, no se irán a otro país.  Tendrán grandes aventuras en Hogwarts.

-James cuida a tu hermana. Bella cuida a tu hermano y no dejes que haga ninguna de sus bromas pesadas.

-¡Mamá!

Gritó el niño enojado, ambos padres  miraban con ternura al niño mientras su hermana dejaba escapar una delicada y dulce risita.

-James.

Llamó esta vez su padre al niño y le tomó la mano alentándolo a caminar unos pasos para alejarlo de las dos féminas que integraban a la familia Potter.

-¿Qué se traerán entre manos esos dos?

-No lo sé mamá, pero algo bueno no es.

◇◇◇

-James cuida a tu hermana de cualquier niñito irrespetuoso y mujeriego que se atreva a acercársele. ¡Tu hermana no puede tener novio hasta los 80!

El niño sonrió con maldad.

-No te preocupes papá que no dejaré que ningún niño se acerque a ella. Vas a estár orgulloso de mí papá.

Se sonrieron y dirigieron sus pasos a donde se encontraban dos de las personas que más amaban en la vida, quienes los miraban con desconfianza.

Antes de entrar en el expreso Bella decidió despedirse una última vez antes de abordar su camino a la escuela.

-Los echaré mucho de menos, pero prometo escribirles todos los días. Mamá voy a cuidar de James y veré que no haga travesuras pero no prometo mucho porque ya sabes cómo es él.

-Mi princesa no te preocupes por eso, sólo concéntrate en tus estudios.

-Está bien papá lo tendré en cuenta.

Reencarné en una sirena. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora