A Forbidden Love (Editando) (Obi-Wan Kenobi y tú)

Chapter one: back in the past

Apago el motor al sentir la presencia de una misteriosa nave al salir del hiperespacio y cojo el bláster del cinturón. Nunca había visto una nave como esa y me pongo en guardia cuando se empieza a mover.

- ¿ Alguna vez será posible no encontrarse con desconocidos en la galaxia?- pregunto en un susurro.

Los pitidos de mi droide hace que ruede los ojos.

- No te hagas el listillo , o la próxima vez te dejo en un planeta lleno de chatarra para que vivas con tu familia.

La suerte se pone de mi lado y la misteriosa nave pasa al lado mío sin llamar su atención. Suelto un suspiro y vuelvo a ponerme en marcha. La verdad es que me habría venido de perlas haber tenido un pequeño conflicto y así poder llegar tarde a mi destino, Coruscant, mi viejo hogar de la infancia. Hace un par de días tuve un mensaje del Mace Windu, citándome en el templo Jedi por un asunto importante. Al principio pensé en ignorarlo, pues llevo una década alejada de todo lo relacionado con los Jedis, la República y el Senado, pero mi sentido común ganó y ahora estoy rumbo al encuentro con mi vida pasada y volver a ser una Jedi . Mucha gente estaría muerta de nervios al saber que tienen que abrir de nuevo una cicatriz supuestamente cerrada por un tiempo y yo no siento nada de eso. Estoy tranquila, cosa rara en mí, y la herida que tengo ya sanó al perseguir el objetivo que me sacó del templo. Sólo espero que la situación no sea tan grave como pintó Mace con la amenaza de los separatistas y todo ese rollo del gobierno que controla la galaxia.

- T2, inicia el programa de aterrizaje, me tengo que arreglar si no quiero ganarme mi primera reprimenda.- digo, dejando vía libre a mi droide para controlar la nave.

Voy a mi pequeño cuarto y me miro en el espejo . Tengo la sensación de que no he cambiado mucho, mi rostro se ha endurecido un poco y mi pelo ya no es de media melena como me obligaba a llevarlo el protocolo para las padawans, ahora lo llevo hasta la cintura y me gusta llevarlo recogido en una trenza. Me cambio de ropa, con un color sobrio para no desentonar y llamar mucho la atención y me lavo la cara.

R3-T2 me avisa que ya estamos llegando a la pista , suelto un largo suspiro.

- Todo saldrá bien.- me repito varias veces.

Pulso el botón que acciona la escotilla.

- Lo siento, T2, pero alguien se tiene que quedar aquí.- le aviso, al darme cuenta que había empezado a seguirme y vuelve a soltar una serie de pitidos molestos que consigue hacerme sonreír.

- Señorita, espere a que le llame para poder entrar.- la chica que me había recibido hizo una pequeña reverencia y desaparece de mi vista.

Pasa unos segundos y su voz me invita a pasar al salón. Me llevo una sorpresa al ver al Alto Consejo Jedi y todas sus miradas recaen en mí.

" Se suponía que me tenía que reunir con Mace Windu" pienso y me controlo para no decirlo en voz alta.

- Perdón por no haberte avisado de que no iba a estar solo.- la voz de Mace suena en la habitación, adivinando mi pensamiento.

- No pasa nada, maestro Windu.

- Es una verdadera alegría verla después de su marcha, joven Veneu.- Yoda se acerca a mí y me arrodillo para estar a la misma altura.- Muchas cosas han pasado en tu ausencia.

- Ya me lo he imaginado, maestro Yoda, y también me alegra volver a casa.

- Hemos estado hablando sobre un tema en especial.- Mace hace una señal Plo Koon y él saca una caja del armario de la entrada.- Verás, Shaunee, como te dije en el mensaje, los separatistas han creado un movimiento para salirse de la República y está amenazando a la paz que tanto nos ha costado crear.

- Sí, ya me lo comentaste.

- Entonces pasaré a lo que te ha traído aquí. Hace un día la senadora Padmé Amídala ha sufrido un ataque fallido para matarla y el canciller nos ha pedido que mandemos a unos Jedis a tenerla en constante seguridad.

- No entiendo a dónde quieres llegar , maestro Windu, dejé mi entrenamiento incompleto y no me nombraron Jedi.

- Ese ha sido el motivo de nuestra reunión. Queremos que te conviertas en un caballero Jedi, nos hace falta personas con grandes habilidades en el campo de batalla y buenas en la estrategia como tú.- Mace abre la misteriosa caja y saca una espada láser.

- Pero...

- Por favor, Shaunee, te necesitamos, sé que te va a resultar difícil volver a encajar, pero eres nuestra mejor opción. Toma, tu antigua espada se rompió a causa del desuso y mandaron hacerte una nueva.

Me tiembla la mano al cogerla y un haz de luz blanca aparece al encenderla.

- ¿ Le habéis puesto un cristal kyber blanco?- pregunto, sorprendida.

- Exacto, es más ligero a la hora de pelear. Un oficial te está esperando para acompañarla a los aposentos de la senadora. Buena suerte, querida.

Esbozo una gran sonrisa al verla de nuevo.

- Dios mío, Shaunee, casi no te he reconocido.- abro los brazo y las dos empezamos a reír.

- Pues no te has visto, jovencita, estás hermosa.

- Más que tú no. Me gusta tu nuevo look, te hace parecer más letal.

- Siempre he sido letal en todo, Padmé.

- Nos tenemos que poner al día...

El sonido del ascensor la interrumpe y de ella sale dos hombres. Uno de ellos, un joven padawan, me mira un instante a los ojos y siento una descarga eléctrica en todo el cuerpo.

- Es un placer verla de nuevo, mi lady.- el otro hombre habla primero y besa la mano de Padmé.

- El placer es mío, maestro.- dice con educación.

- No puede ser verdad...- murmura el joven, sin apartar la mirada de mí.

- ¿ Ani?- pregunta Padmé. Definitivamente, hoy es el día de los reencuentros.- Mira como has crecido.

- Anakin, te están hablando.- le regaña su maestro.- ¿ A quién miras tanto?

No había hecho caso al otro individuo, pero cuando él busca la razón del comportamiento de su pupilo y me encuentra , el corazón se me para durante un rato.

Esos son los mismos ojos con los que soñaba muchas noches, los que me miraban con cariño. Y sólo hay una persona en toda la galaxia que los tiene tan claros y capaces de hacerte perder en ellos.

Nos volvemos a ver, Obi-Wan Kenobi.