El Renacer del Fénix

CAPÍTULO IV

Desperté, tratando de analizar que todo lo que había pasado fuera una pesadilla, quería despertar y ver a mi lado a Bucky, cuando de repente Loki apareció ante mí.

-Tú...-Susurré. -Tú estás muerto.

-No, no morí, sigo vivo. -Dijo.

-Yo vi tu muerte. -Dije confundida.

-No, te equivocas, viste mi funeral, no viste mi muerte. -Me quedé pensando y era real lo que me decía, en la visión de Thor, solo había visto su funeral.

-Me volviste a engañar. -Susurré.

-No estaba en mis circunstancias. -Dijo con un nudo en la garganta.

- ¿Sabes qué si estuvo en tus circunstancias? Arruinar mi compromiso. -Dije con rabia. Me miró decepcionado.

-Me dio coraje saber que, a pesar de mi dichosa muerte, tú te ibas a casar como si nada. -Estaba dolido.

-Me da mucho gusto que estés vivo, pero yo no te quiero en mi vida.

Desactivé los guantes, comencé a canalizar mi energía, le di la espalda, cuando me detuvo. Volteé a verlo y me mostró como estaba realmente, estaba totalmente devastado, herido y triste, su derrota era notable.

-Asgard te necesita. -Dijo con vergüenza. -Kiersten va a destruirlo y tú eres la única que lo puede detener.

- ¿Cómo sabes que Kiersten va acabar con Asgard? -Una enorme necesidad de ayudarlo comenzó a emanar de mí, pero sabía bien que todo lo que él decía o hacía conllevaba mentiras.

-Él me salvó de Laufey, porque sabía que yo podía traerte de vuelta. -Lo miré incrédula, otra vez con sus mentiras. Reaccionó a ello. -Vamos a fingir estar de su lado cuando realmente lo vamos atacar, no puedo permitir que mi pueblo muera por esto. Tienes que creerme.

-Basta, siempre me has mentido. -Me dolía en el fondo que, aunque todo había cambiado él seguía con lo mismo.

-A ti nunca te mentí. -Susurró. -Mis sentimientos siempre han estado y estarán. No dejes que Kiersten acabe con gente inocente, te lo suplico Daphne.

-Vamos al palacio entonces. -Sugerí. Tenía que reunirme con Thor.

-No, la gente cree que estoy muerto y si se enteran del acecho de Kiersten, él será implacable. -Estaba preocupado, nunca lo había visto así.

- ¿Entonces qué? -No estaba segura de ayudarlo, pero algo me decía que tenía que confiar en él.

-Iremos de aquí al palacio, probablemente tardemos 5 días, los días suficientes para evitar su llegada. -Lo interrumpí de inmediato.

-Yo no me quedaré contigo aquí, esos 5 días los hago en unos cuantos minutos. -Él retomó la palabra.

-Daphne, todo lo tenemos que hacer cautelosamente, yo tengo que entregarte. -Las miles de inseguridades resaltaban dentro de mí cuando mencionaba eso. Hubo un gran silencio.

-Lo haré, pero tienes que prometerme una cosa. -Dije un poco indecisa. -Prométeme que me llevarás con James.

Su cara de dolor resaltó, pero aceptó. Aún no estaba segura de lo que estaba haciendo ni mucho menos a lo que me había de enfrentar; solo quería regresar y estar con Bucky, aunque a pesar de todo si me alegraba saber que él estaba vivo. Nos retiramos de su guarida, sabíamos que el camino era largo por lo que traté de mentalizarme que tenía que convivir con él fuera como fuera. Había sido una sorpresa enorme el verlo con vida, sin embargo, el hecho de creer en su palabra era un esfuerzo sobrenatural. Podía notar que había cierto cambio en él, quería averiguar qué había pasado con Laufey, pero no era momento de abordar ese tema, si yo realmente lo quería fuera de mi vida, tenía que mantenerme al margen de la suya.