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Al cabo de un rato, cuando Alicia volvió a la habitación, ésta estaba vacía.

Se pasó una mano por el picardías de seda. Había hecho lo que tenía que hacer, se dijo a sí misma. No obstante, no podía llenar el vacío de su corazón.

¿Cuánto tiempo llevaban teniendo relaciones Harry y Maddie?, se preguntó a sí misma una vez más.

De repente, la puerta se abrió y Harry entró en la cabaña. Llevaba pantalones vaqueros y una camisa de cuadros. Su expresión era seria y oscura.

—Te dije que te marcharas y me dejaras sola —ella lo miró furiosa.

A pesar de sus palabras, se alegraba de que Harry hubiera vuelto.

—Vamos, Alli, no hablabas en serio, ¿verdad? —dijo él con suavidad—. ¿Qué te propones, destrozarme el corazón?

—¿Que acaso tienes corazón? —murmuró ella, tensa.

—Sí —respondió Harry con dulzura.

Y la forma como la miraba hizo que a Alicia se le acelerara el pulso.

¿Acaso no le quedaba amor propio?, se preguntó furiosa. ¿Cómo podía querer a un hombre que no la amaba? ¿Cómo podía desearlo tanto?

—He cometido muchos errores en nuestra relación, Alli, pero tener una aventura con Maddie no es uno de ellos —Harry se adentró en la cabaña y cerró la puerta.

—Me gustaría poder creerte.

—Es la verdad —Harry se sentó en la cama, con ella—. Alicia, tienes que creerme.

Alicia bajó los párpados. Cuando Harry la miraba así, le resultaba demasiado fácil ceder.

—Es cierto que Maddie y yo tuvimos relaciones, pero fue hace años. Fue cuando yo trabajaba en MacDales, mucho antes de que tú entrases a trabajar allí. Nuestras relaciones fueron breves, yo rompí con ella cuando me enteré de que estaba casada y que me había mentido al respecto. Me sentí un idiota por no haberme dado cuenta. Pasó mucho tiempo hasta que volví a verla, en una feria de informática.

Harry hizo una pausa y respiró profundamente.

—Nos tomamos una copa juntos y ella me dijo que se había divorciado. Se disculpó conmigo por haberme mentido; como excusa, me contó que su matrimonio había sido muy desgraciado y que, en aquel tiempo, había necesitado a alguien —Harry se encogió de hombros—. Me dijo que esperaba que pudiéramos ser amigos y se interesó por mis planes de montar una empresa.

—¡Ya! De lo que no me cabe duda es de que se interesara —Alicia alzó los ojos al techo.

—Vamos, Alli, es una mujer de mundo. No es extraño que la creyese y pensara que lo único que la interesaba eran los negocios.

Alicia sacudió la cabeza.

—A mí se me ocurren montones de razones por las que no deberías haber dejado que se te acercara.

—Ahora, mirando atrás, puede que sí. Pero ¿cómo iba a saberlo? —dijo él con calma—. Después de aquel día, cuando nos reuníamos, de lo único que hablábamos era de negocios. Se le dan bien los negocios y tiene muchos contactos. Y no me dio motivos para sospechar que estuviera interesada en nada más.

Harry frunció el ceño antes de añadir:

—En Perth, nada más firmar el contrato, se me echó encima.

—Y tú te la llevaste a la cama.

—No —Harry la miró intensamente—. Alicia, no pasó nada. Me besó y...

MATRIMONIO DE PAPEL. Adaptación - HARRY STYLES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora