El comienzo de nuestra nueva vida

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Después de la ceremonia venía lo mejor...la celebración que si bien fue poca gente lo pasamos muy bien, tenía a mi familia, mis amigos y a mi amor, no podía pedirle más a la vida.

Mis amigas pusieron mucho empeño en el matrimonio y teníamos varias cosas preparadas pero lo que me tenía más nerviosa era el vals, días antes lo ensayé con Kim puesto que nunca lo había bailado solo recordaba la vez que estuve revisando las películas donde trabajo Tom y sabía que él era el experto.
Kim:-Te tiene que salir bien - mientras tratamos de hacer un vals -, mira que Tom aprendió y le sale bien lindo en la película te diré.
Ana:-Lo sé - la miro tratando de seguir sus pasos -, también la vi.
Víctoria:-Amiga, así como vas, solo vas a pasar vergüenza.
Ana:-Ja, que chistosa, ya me va a salir. Y luego de varias prácticas, pisadas de pie a Kim y retos me salió el vals, lo que nunca pensé que en el momento sería distinto.

Mi padre dijo unas palabras que nuevamente nos emocionaron a todos, a mi por sobre todo, a mi que la vida me había cambiado del cielo a la tierra.
Padre:-Hija mía - respira profundo para no llorar -, siento que fue ayer que me enteraba de tu beca y viaje a Londres, tuve sentimientos encontrados porque por un lado cumplirías tus sueños y podrías ser una gran profesional pero por otro te irías a otro país, otro continente alejándote de nosotros, algo que los padres le tenemos miedo al verlos crecer y cuando nos enteramos de tu relación - mira a Tom pero ahora con una mirada de ternura -, tuve mucho miedo y recelo aún así el se encargó de demostrar todo el amor que siente por ti...les deseo la mayor felicidad para ustedes y quiero que sepas que te amaré hasta el último día de mi vida, siempre serás mi niña hermosa.
Ana:-Mi papito - voy a abrazarlo y comenzamos a llorar -, te adoro, papito, jamás dejare de amarte y siempre estaré para ustedes.
Víctoria:-Después de este momento hermoso - se seca las lágrimas con una servilletas -, le pediré a los novios que pasen al centro para bailar el vals.
Ana:-Ups - miro a Tom que se ríe -, ya vamos.
Tom:-Soy un experto - ríe y se burla -, te ayudaré.

Y así fue,cómo todo un experto me tomó de la cintura y comenzamos a bailar al ritmo del vals de los novios, realmente era un experto porque sentía que flotaba en sus manos, sus ojos expresaban amor y ternura...su sonrisa me encandilaba como el primer día y su aroma me embriagaba cada vez más.
Tom:-Te ves hermosa con el vestido.
Ana:-Gracias, amor - lo miro -, tú también, pareces el príncipe encantado.
Tom:-Soy el hombre más feliz junto a ti - me mira la panza -, y junto a mi bebé.
Ana:-Y me encargaré de hacerte feliz todos los días.

Fue un momento muy mágico, hermoso y con una altos de mucho amor, se nos pasó la tarde muy rápido llegó el momento de tirar el ramo y nosotros partir de luna de miel, Víctoria me lleva a un rincón.
Víctoria:-Ya, tienes que tener buena puntería para que caiga en Kim, está bueno ya que siga soltera.
Ana:-Malvada - me río junto con ella -, no tiene novio.
Víctoria:-Es lo que crees, lleva unos meses saliendo con un chico de su trabajo, así que ya sabes.
Llega el momento y como estaba planeado el ramo cae en las manos de Kim, su cara era entre asombro y duda, me miraba y no pude contener la risa.
Kim:-Esto fue idea de Víctoria.
Ana:-No lo sé - me río -, fue buena puntería.
Víctoria:-Concuerdo con ella, fue buena puntería.
Kim:-Estúpida - me abraza -, descansa y disfruten.
Víctoria:-Y cuídate mucho - me abraza y quedamos las tres abrazadas -, te adoro.
Ana:-Yo también las adoro - les beso la mejilla a las dos -, prometo traer regalos.
Kim:-¡Más te vale!.
Tom:-Me vengo a raptar a la novia.
Ana:-Uh, que miedo.
Kim:-¡Cuídala y aliméntala! - me toca la panza -, mira que mi ahijado tiene que crecer sano.
Víctoria:-Nuestro ahijado - la mira media sería -, no lo olvides.

Y bajo medidas extremas de seguridad partimos de luna de miel, viajamos a Brasil, Perú, pasamos por Chile a ver a mis padres y alojarnos unos días en mi casa de Valparaíso para terminar nuestro viaje en Argentina - igual paseamos por Francia antes de viajar a Sudamérica -  mientras estábamos en Valparaíso recorriendo empezamos a recordar nuestros comienzo y los momentos difíciles que pasamos.
Ana:-Recuerdo cuando terminamos y me refugie acá, pensé que nunca más te vería.
Tom:-También pensé que nunca más te vería - me toma la mano-, fui muy impulsivo.
Ana:-Y muchas veces tuve miedo de perderte, en especial cuando pasó lo de Roger, ese día sentí terror.
Tom:-Mi vida - me abraza -, siempre te voy a proteger, lo haría mil veces más.
Ana:-También lo haría - lo miro fijamente-, y no me arrepiento de la desición que tome de estar contigo, ahora con nuestro bebé no pido nada más.
Tom:-los cuidaré con mi vida a ustedes, a ti - me toca la panza -, y a mi pequeño niño.
Ana:-O niña, puede ser una niña también.
Tom:-Lo que usted diga - me besa la frente-, señora Hiddleston.
Ana:-Asi se habla, señor Hiddleston.

mi alma gemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora