CAPITULO 10 (PARTE 1)

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Me desperté de golpe sintiendo como de a poco mi pulso se recuperaba, trate de sentarme en la cama donde me encontraba pero lo único que conseguí fue que todo mi cuerpo se estremeciera de dolor, y fue entonces cuando recordé que toda mi energía ya no estaba y todo por tratar de hacer una bola de energía que a la final ni funciono… hablando de eso ¿Dónde está Emilio y Juan?, en mi cabeza aún seguían las palabras de Juan: ‘No puedo creer que después de todo este tiempo tengas la decencia de proteger a tu ‘hermanita’ Sebastián’, me puse de pie tambaleándome y me dirigí hasta la puerta que por suerte estaba iluminada con un rayo plateado proveniente de la luna, cuando iba a prender el interruptor me quede estática al oír voces provenientes de lo que parecía una planta baja.

-          …..esta próxima a todo, no puedes ocultárselo más Sebastián y lo sabes.

-          Si, lo sé pero es que solo quería protegerla de lo que todo esto significa Juan además también es tu hermana no solo la mía.

-          ¿Y crees que no me importa? Si por lo mismo que me importa es que ya no podemos seguir con esta mentira hacia nuestra propia sangre eso es un pecado y además es injusto para ella….

-          ¡Juan cuidado! Una…

No podía creer lo que acababa de escuchar…era hermana de ambos pero lo que siguió a continuación no sé cómo explicarlo todo fue como en cámara rápida, primero los dos gritaron y se escucharon un montos de voces aproximarse hacia donde yo me encontraba, varios disparos, gritos agonizantes, pasos fuertes y finalmente la puerta de la habitación abriéndose, no pude ver mucho allá fuera pero lo poco que alcance a visualizar fueron un montón de personas o imitación de las mismas ya que lo que parecía una cabeza era realmente una piel reseca pegada al cráneo, algunos tenían los ojos cerrados con líneas entre el parpado superior y el parpado inferior mientras que otros simplemente carecían de ojos y tenían las cuencas vacías, uno de esas personas me cogió por el brazo izquierdo y me alzo por los aires haciendo que cayera al piso de abajo, mientras trataba de recomponerme del golpe un segundo hombre se acercaba hacia mí con lo que parecía un cuchillo en su brazo…..y ahí estaba aquella marca que hizo estremecer por completo a todo mi ser, pero esta vez parecía como si la misma calavera cobrase vida propia y no lo dude un segundo más me levante de golpe extendí uno de mis brazos pero no para crear una bola de fuego sino más bien para proporcionar un golpe al tipejo que se me estaba acercando, al ver esto los demás empezaron a seguirme mientras me aferraba a mis piernas y corría como nunca lo había hecho, salí de la casa que parecía más bien una cabaña en medio del bosque oscuro, me dirigí hacia una especie de lago y me sumergí en el mismo nade hasta ya mas no poder pero lo más extraño de todo fue que cuando trate de respirar no me ahogue, podía respirar como si estuviera en tierra. El lago me llevaba cada vez más lejos y mientras más nadaba más profundo se hacia el lago, cuando pensé en la posibilidad de regresar este llego a su fin haciendo que me golpeara el rostro contra la pared de tierra mojada, daba pequeños saltitos en el agua medio nadando medio caminando hasta que me topé con un agujero que parecía llevar hacia otra dimensión y me dio la sensación de que ese era mi lugar y que era de ahí de donde yo venía y no dude en cruzarlo.

 Me encontraba en un prado verde caminado, después de haber salido del lago violeta, el cielo era rosa, el césped era verde y tal y como lo recordaba ahí estaba el edificio color blanco con los mismos cristales y con el mismo nombre que la primera vez que lo había visto ‘Celeste’

Pero esta vez a diferencia de la primera no había música, todo parecía muy silencioso y triste y en medio de todo el campo había un solo ser con alas blancas cual nubes parecía estar rezando de rodillas, me acerque un poco más y pude darme cuenta de que no estaba rezando sino llorando, llorando a alguien quien yacía en el piso sangrando cubierto por un manto celeste, estaba muerto.

-          Disculpa sé que no es un buen momento para hacer una pregunta pero ¿Dónde estoy? – le pregunte a aquel ser quien al oír mi voz de inmediato se puso de pie con sus alas extendidas como las de una paloma en pleno vuelo.

-          ¡Celeste! Habéis llegado a tu reino. – dijo este muy emocionado casi olvidándose que hace un momento estaba llorando por la pérdida de alguien quien de inmediato se inclinó hacia mi he hizo una reverencia.

-          ¡Ha llegado nuestra reina! ¡Ha llegado la hibrida Celeste! Denle la bienvenida criaturas del cielo y de la tierra os lo ordena vuestro maestro. – gritaba mientras entusiasmado se ponía de pie mirando de un lado para el otro hasta que de a poco las personas o mejor dicho aquellos seres iban llegando y se arrodillaban enfrente de mí, parecía de ensueños ya que jamás pensé estar en una situación tan incómoda pero tan inigualable, todos se iban amontonando mientras se arrodillaban, pero de un momento a otro un estruendo apago la música que en ese momento empezaba a sonar, todos se quedaron tal y como estaban hasta que alguien apareció del otro lado del lago era alguien con el rostro de varios años vividos y en su mano una estrella de cinco puntas, era él, sin lugar a dudas era John Clark pero ¿Qué hacia aquí?

-          ¿Qué se te ofrece Clark? por lo menos ahora tienes la decencia de aparecerte en persona y no atreves de un sueño aunque… - me adelante a decir.

-          No estoy en ningún sueño pero tampoco estoy en mi totalidad como podrás darte cuenta ahora. – dicho esto su pie atravesó una roca mediana que hacia tirada por descuido en medio del césped.

-          Ya me lo imaginaba… pero bueno ese no es el asunto, la cosa es ¿porque cojones se te ocurre venir hasta acá? Y quiero la verdad ahora.

-          Veo que estas al mando de este asqu….

-          Ni te atrevas a hablar mal de ellos en frente de mí porque sabes muy bien de lo que soy capaz Clark.

-          Y tú también sabes de lo que yo soy capaz cuando quiero lo que me pertenece.

-          Ella no te pertenece a ti ni a nadie, ella es libre de decidir lo que quiere y nos ha elegido a nosotros. – dijo aquel hombre que hace unos momentos estaba llorando tan amargamente pero que ahora parecía un guerrero en su totalidad.

-          Tú sabes muy bien que este no es tu lugar, que no perteneces aquí sino allá donde mi gente te proclama su reina. – continuo John haciendo caso omiso al hombre – sé que no lo has dicho aun y quiero oírlo de tu propia boca, quiero oír tu elección. Adelante Celeste dilo, te escucho.

Algo dentro de mí decía que no tenía razón pero a la vez quería hacerle caso porque sabía de lo que era capaz como también sabía que no me dejaría en paz hasta oír lo que quería oír y por primera vez en estos días desde que empezó esta batalla silenciosa supe que los que luchaban dentro de mí era el bien contra el mal y también supe quien ganaba la batalla y sabía que esta decisión no solamente la tomaba por el bien de este nuevo mundo sino también por el bien de todas las razas que existiesen. Mi decisión estaba tomada y aunque a muchos no les agradaría sabía que después me lo agradecerían y lo decía en serio porque este no sería el final feliz que todos creían.

La verdadera guerra esta por comenzar……

MI DESTINO NO ESTA AQUI [SUSPENDIDA POR EL MOMENTO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora