80

322 10 1
                                    

*11 años después*

Narra Wendy

Junto con Ray nos terminamos de cambiar por nuestro vestuario ya que en algunos minutos tenemos que salir al escenario, me miré al espejo para arreglar mi cabello pero en eso sentí a mi esposo abrazarme por la espalda y besar mi cuello.

Raymond: te ves muy hermosa. Dice con una sonrisa.
Wendy: y tú muy guapo. Me rió bajo.
Raymond: oye ¿y si nos escapamos y mejor vamos a la playa?.
Wendy: Ray, no podemos defraudar a nuestros fanáticos. Lo miro.
Raymond: es cierto y además Pina me mataría. Se ríe.

Los dos nos reímos pero en ese momento se abrió la puerta de nuestro camerino y ahí llegaron corriendo nuestras hijas, Azul y Destiny, al vernos nos abrazaron.

Destiny: ¡mami! ¡papi! el tío Melvin es muy lento. Nos mira.
Azul: le hace falta ejercicio. Se ríe.

Las miramos por un momento cuando de repente llegó Melvin junto con Coral, él venía exhausto tanto que sólo entró al camerino y se lanzó al sofá que estaba ahí.

Melvin: Raymond.., es la última vez que cuido a tus hijas. Dice agitado.
Raymond: sólo te pedí que las cuidarás mientras venía a prepararme para el concierto, tampoco es para tanto. Rodea los ojos.
Coral: vamos Melvin, no seas dramático, anda levántate. Se acerca a él.
Melvin: me estoy muriendo ¿qué no ves?. La mira molesto.
Wendy: tranquilo cuñado, tú descansa. Lo miro.- Coral ¿puedes...
Coral: claro Wendy, no hay problema. Sonríe.- yo cuidaré de estas dos hermosuras mientras ustedes estén en el escenario. Mira a las niñas.
Azul: mami. Toma mi mano.- cuando termine el concierto ¿podemos ir a la casa de los abuelos?. Dice curiosa.
Destiny: si mami, ¿podemos ir?. Insiste.
Wendy: les preguntaré si podemos llegar ¿si? y luego les digo. Las miro y sonrío.
Las dos: ¡siii!. Dicen felices.

Ver a mis hijas felices no tiene precio alguno, así como también tener a Ray a mi lado, nunca me imaginé que algo así iría a ocurrir en mi vida pero realmente le agradezco a Dios por la oportunidad que me está dando, de ser mamá, de ser esposa del hombre más maravilloso que puede existir y de cumplir mi mayor sueño, es verdaderamente una bendición todo lo que está pasando en mi vida.

Raymond: mi amor ¿ocurre algo?. Dice curioso.
Wendy: no Ray, es sólo que estaba pensando en todo lo que ha pasado desde que te conocí. Lo miro.- nos hicimos amigos, luego novios y ahora somos esposos y con dos hermosas niñas, es sin duda alguna una bendición. Digo feliz.
Raymond: eso cierto ¿y quién diría qué iban a ser gemelas? ¿eh?. Se ríe.
Wendy: vaya que fue una sorpresa cuando nos enteramos, aún así me alegro de tenerlas en mi vida así como también a ti. Lo abrazo.- te amo Raymond.
Raymond: y yo a ti mi vida. Besa mi cabeza.

Miré a Ray y luego nos dimos un pequeño beso ya que en eso nos dijeron que ya era hora del concierto así que tomamos nuestros micrófonos  y nos despedimos de nuestras nenas. Salimos del camerino y caminamos hasta el escenario, desde lejos se podían escuchar los gritos de los fanáticos y era verdaderamente emocionante, ya he hecho conciertos antes durante estos últimos años pero aún así me siento ansiosa como cuando fue el primero.

Antes de salir Ray tomó mi mano y me miró mientras sonreía, yo hice lo mismo entonces tomados de la mano salimos al escenario y saludamos a los fanáticos, todos gritaban de la emoción así que empezamos con la presentación cantando varias canciones obviamente sin olvidar la que hizo que surgiera toda esta historia, la canción que hizo que en Ray y en mi surgieran melodías de amor.

Fin...


Melodías De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora