Capítulo 11

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A Jeonghan sólo le tomó un segundo en observar como los suaves labios de Joshua se esbozaban en una encantadora sonrisa y como aquellos ojos del color del ónix parecían esconder miles de galaxias, para que todo el bullicio y las cientos de personas a su alrededor desaparecieran.

Entonces, Joshua volvería a verlo y su aliento quedaría atorado en la garganta y su corazón volvería hacer esos extraños giros alocados al sentirse bajo aquella mirada que nadie le había dado antes.

Un antiguo recuerdo parpadeó de forma fugaz pero con intensidad en lo profundo de su mente. 

Jeonghan miraba a través de la ventana a una joven pareja que caminaba junto a un anciano en los jardines del hospital.

—Mañana es tu cumpleaños y aún no has dicho que quieres de regalo —Dijo su madre, quien terminó de recoger las sobras del almuerzo que el niño dejó. —Pide lo que quieras. No diario se cumple siete años.

Jeonghan alejó la mirada de aquella pareja para ver el rostro pálido y cansado de su madre. Ella vestía otro de sus coloridos pañuelos que cubría por completo su cabeza y los cuales empezó a usar hace cinco meses.  Muchas veces Jeonghan quería quitarlos y ver de nuevo los largos y brillantes cabellos de su madre, pero ella de inmediato se apartaba y una amarga expresión cruzaba su rostro. Así que Jeonghan simplemente con el tiempo dejó de intentarlo.

—Quiero irme de aquí. Ese será mi regalo —El niño se acercó a la mesa —Tú tampoco tendrás que seguir viviendo aquí para hacerme compañía. ¡Ambos estaremos mejor en casa!

—Estamos mejor aquí; solo serán unas semanas más.

Jeonghan arrugó la nariz con molestia.

—¿Por qué papá no viene a vivir con nosotros?

—Todas las habitaciones del hospital están llenas.

Jeonghan bufó y volvió a su lugar junto a la ventana.

—La pareja vino otra vez a visitar al abuelo del piso de arriba —Comentó después de perder de vista a los jóvenes. —¿Ellos son novios?

—Apuesto que sí.

—¿Entonces se aman?

—Es lo más seguro.

—¿Cómo lo sabes? —La señora Yoon lo volvió a volver con curiosidad —¿Cómo sabes que es un amor profundo y duradero cómo el de papá y tú?

La señora Yoon guardó silencio unos instantes.

—Tal vez porque esa persona acepta todas tus rarezas, como hizo tu papá conmigo —La mujer esbozó una sonrisa que le provocó algún recuerdo divertido pero su hijo lucía confundido —Es difícil decirlo con certeza, pero creo que todo empieza con una mirada y una sonrisa que te invita a contar estrellas bajo un pacífico firmamento.

El niño rió ante las palabras de su madre.

—¿Que si no quiero contar estrellas con esa niña?

—Entonces con solo ver la sonrisa de esa persona especial  tu corazón se acelerará.

El niño la miró con intriga.

—Mi corazón siempre duele, pero se siente peor cuando late rápidamente. ¿Moriré cuando me enamore? —Preguntó con pánico.

—¡No! Eso no va a suceder. Cuando te enamores será algo lindo y especial. El amor no tiene que doler y lo sabrás porque será un sentimiento que te brindará seguridad y felicidad. Al conocer a esa persona tu corazoncito hará un loco baile donde no habrá dolor —El niño rió ante las últimas palabras. La mujer se agachó frente al pequeño, apartando sus finos cabellos de la frente. —Pero todo dependerá en como te trate esa persona, sólo así sabrás que lo que hay ahí es amor.

➸ Jihan 💫 HeartbeatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora