Parte 3

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Jared:

Mi padre esta emocionado al presumir mis calificaciones con sus amigos. Le gustaba dejar en ridículo a sus amigos, por tener a hijos que él consideraba mediocres y me presionaba más cuando no lograba impresionar; eran las únicas ocasiones que sentía que mi padre estaba orgulloso de mi, aunque fuese una mentira.

Mi madrastra se quedaba mirando aquel papel con una sonrisa, comentando con mucho orgullo que su hijastro era un genio. Podía engañar a sus amigas; sin embargo, yo no creía en sus palabras.

Me quede en mi habitación leyendo un libro, mientras escuchaba los gritos de mi padre hacia mi madrastra. Esos eventos eran frecuentes, por la aptitud de mi padre; aunque no me agradaba aquella mujer, tampoco deseaba que ella recibiera aquellos gritos.

Al día siguiente me levante con poco ánimo, estaba muy avergonzado, no sabía cómo me disculparía con Ivy; pues sabía que habían sido incorrectas mis acciones.

Cuando llegué al colegio, me dirigí hacia mi aula. Me dirigía hacia el primer asiento derecho de la primera fila. Saque mi notebook para distraerme, hasta que observe a mi ex amigo entrar, fue muy desgastante para mí.

Antes de haberme obsesionado con la limpieza, también entendí gracias a mi ex amigo Lucas que si empiezas a formar un lazo con una persona. Es muy probable que te decepcione y te haga sentirte miserable.

Cuando entro Ivy rápidamente baje mi cabeza por vergüenza. Empecé a jalar mi cabello por inercia, mientras la observaba desde lejos.

Empecé a escribirle cartas, pues no tenía su número de teléfono y era más simple expresar mis palabras por medio del papel.

Le dejaba cartas incluso antes de que ella llegara, colocaba las cartas en su escritorio; sabía que ella nunca se cambiaba de silla

Ivy se sentaba en su silla, leyendo aquellas cartas con una expresión fría y desganada, para después levantarse de su silla y arrojar aquel papel en cesto de la basura. Sentí como una pequeña parte de mi corazón empezaba a romperse.

Sabía que tal vez me iba a arrepentir de mis palabras cuando fuera mayor; pero deseaba que un cuchillo me atravesara la garganta por lo menos así no sufriría la vergüenza.

Ivy se mantenía quieta en su escritorio mirando el pizarrón cuyo contenido no era el agrado de la mayoría de la clase, pues era un problema matemático.

Cuando termino la clase me dirigí hacia la biblioteca, pues era un lugar muy tranquilo; sin embargo, me encontré con Lujan y Cherry; quienes a mi gusto eran bastante molestas.

Lujan era la ex novia de mi ex amigo John. Eran las dos personas que no deseaba ni siquiera escuchar su voz. Era una joven alta, que tenía el pelo de color negro, con las puntas de color rosado; los ojos cafés, la piel un poco morena y un labial rojo. Una chica muy bonita y agradable por la cual algunos chicos estaban interesados. Cherry era su mejor amiga su cabello era rubio; sus ojos eran de color verde y tenía un labial rojo.

Lujan trata de conversar conmigo; sin embargo, no quiero escucharla, ella trata de ser mi amiga; sin embargo, yo no deseo tener ninguna relación con ella.

La mayoría de mis compañeros eran unos hipócritas. Se mezclaban con personas ricas y prestigiosas, para agradar a sus padres y sacar otras ventajas si tenían la oportunidad; pero no dudaban en sacar sus garras cuando más les apetecía.

Lujan se acercó a mí con una sonrisa coqueta, tratando de atraer mi atención.

- Ha pasado mucho tiempo, aún sigues guardando rencor.

- Sí, no eres una persona de mi agrado.

- Ni siquiera salgo con él.

Heridas profundasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora