Son las ocho de la mañana, y no puedo dormir. Me acaba de despertar, la verdad, no es que haya dormido bien esta noche, a pesar del bonito día que pasé ayer con Justin. Pero tengo una duda, y no una duda cualquiera, que es pequeña, no, se trata de una duda grande, en verdad, Justin y yo ¿estamos saliendo?, ¿o sólo fue unos simples besos que nos dimos anoche porque quisimos?
Estoy muy dudosa, pero ahora no me voy a parar a pensar en eso, si no, en que dentro de una hora me tengo que levantar para ir a trabajar, porque tengo turno de todo el día. La verdad es que es algo cansado, pero es lo que hay. Pienso que sin Justin en el restaurante hoy, va a ser muy aburrido. Pero bueno, voy a intentar dormir lo que me queda de tiempo en mi cómoda cama.
***
El despertador, empezó a sonar, y yo me tengo que levantar. Así que hago lo que dije, y me preparo para meterme en la ducha para despejarme.
Después de diez minutos de silencio bajo el agua caliente, decidí en que tengo que salir ya, porque si no, no llegaba a tiempo. Salí, y me envolví en mi suave albornoz, para secarme, y abrí la puerta para mirar en mi armario, no sabía que ponerme, pero quería ir cómoda y sencilla, así que escogí una camiseta blanca de mangas cortas con una calavera, encima un chaleco vaquero gris, y un foulard de rojo, con flores rosas y verdes. De pantalones elegí unos shorts negros con lunares muy pequeños en blanco, y de zapatos unas botas negras estilo rockero. Cuando terminé de secarme, me vestí, y me metí en el baño para maquillarme a lo mínimo, y peinarme. Me puse una base de mi color de piel, por toda mi cara, y tapé las ojeras que me habían producido mi mala noche. Mi peló lo peiné tal cual como lo tenía, con mis ondulaciones naturales. Terminé, y salí del cuarto de baño para preparar mis cosas de trabajo, que guardé en mi bolso, junto con mi neceser personal, la cartera, el carnet de conducir, y mi móvil. Antes de bajar, cogí la chaqueta de Justin, y me la puse
Al terminar todo, bajé a la cocina donde les escribí a mis padres un possit, donde les explicaba el porque voy a estar ausente todo el día. Como iba a desayunar en el trabajo, decidí no comer nada.
Ya con todo preparado, salí de casa y cogí el coche de mi padre, que el me dejaba, y me fui a trabajar. Encendí la radio del coche, para escuchar música y así animarme un poco. Al fin, llegué a mi destino, aparqué el coche, y me bajé de él, para entrar en el local.
-Buenos días.-dije al entrar.
-¡Buenos días!.- me dijeron todos mis compañeros de trabajo muy animadamente en unisono.
Entré en el lugar donde estaban todas las taquillas para guardar las cosas, y pasé mi tarjeta por donde la debo de pasar para que mi jefe sepa que he venido a trabajar. Después de esto, abrí mi taquilla, para guardar mi bolso, sin antes ponerme mi delantal de camarera, y guardar el móvil y la lista para los pedidos en uno de los bolsillos. Cuando terminé salí, para desayunar, aún no habían abierto el café, ya que no habría hasta las 11:30 y eran las 10:15.Cogí el plato de desayuno que me correspondía y me senté junto a Ryan a desayunar.
-Hola.-le saludé, intentando ocultar mi pequeño mal estar.
-Hola Natalie.- me dijo mientras sonreía.-¿Te pasa algo?.-me preguntó algo preocupado.
-Nada, solo que no he dormido bien esta noche, y encima me he despertado antes de lo previsto.-le dije y acto seguido, me metí en la boca un trozo de fruta.
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Cambio de aires
RomanceNatalie Tomson, es una chica de 17 años que al terminar décimo grado en su instituto en Boston, se tiene que trasladar en la época de verano, hasta la otra punta del país, a California, por el trabajo de su padre. Cuando llega, conocerá en el bar mu...