Sin pruebas...

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Paralelamente significa, de la misma forma, mente paralela es una palabra que no existe de forma unida o que tenga un significado, pero desde aquél día mi mente se volvió paralela, simultáneamente y de la misma forma, mis recuerdos se repiten todos los días con el paso de los años y de mi nueva vida, así de esa forma todo es lo mismo como si lo estuviera viviendo siempre... Paralelamente...

El sol de las 6 se levanta y su color me indica el despertar de un nuevo día, entre mis sábanas torcidas y mi almohada aplanada, me levanto por la fuerza, no porque yo quiero si no porque debo ir a trabajar, es un deber y una obligación pero a Dios gracias que tengo uno, aunque este amanecer es más amargo que los otros, esa sensación de un nudo en la garganta se adueña de mi y se que tengo una decisión que hacer, pero la pospongo para más tarde, ahora debo ir a trabajar aunque no se como diablos tendré cabeza para escuchar a mis pacientes...

Conduzco al trabajo, pero siento miedo como si estuvieran detrás de mí, como si alguien me estuviera buscando para atraparme, entro a mi consultorio y me siento bien, aquí me siento libre y los recuerdos no me alteran, veo la vista de la ciudad, tan fría y tan lejana, haya afuera hay un mundo sin preocupaciones, bueno obviamente si las hay pero tal vez no tan extremas como las mías...

"Tomé entre mis manos el cadáver tieso y frio de Carla, lo llevé hasta la tina y dejé que el agua helada la mojara, lave su cuerpo con jabón para asegurarme de que ninguna gota de sudor, saliva, lo que sea, hubiera caído sobre ella, elimine todo aquello que pudiera tener mi ADN, había visto demasiadas series de crímenes y sabía lo que tenía que hacer para que no me atraparan,  pero había algo que tenía que hacer y no me agradaba la idea, abrí sus piernas y lave su vagina, sabía que ahí podía haber ADN, no era nada agradable tocarla así, pero tenía que hacerlo, una vez que terminé me llevé su cuerpo hasta mi habitación, la puse en el cobertor y la seque con una toalla, corrí hasta la cochera y puse lona en el suelo, llevé el cuerpo de Carla hasta la lona, la contemple por última vez, aunque esa no era mi Carla, nada más era un cuerpo vacío y cadáver que pronto iba a descomponerse, no pensé más y la envolvi con la misma, le puse cinta adhesiva al rededor de modo que su cuerpo quedó tan envuelto que parecía una momia, levante su liviano cuerpo y lo metí en la cajuela del auto, la adrenalina subía en mi al abrir la cochera para dirigirme al último lugar de descanso de Carla, no tenía pensado un sitio en específico pero debía ser un lugar que fuera lo más lejos de aquí...

Mientras conducía miraba al mi derecha, apenas ayer Carla estaba viva y se había sentado en ese asiento, ahora iba en la cajuela muerta y envuelta en cinta adhesiva, era un pensamiento escalofriante pero mis temores se incrementaron cuando pasé junto a unos oficiales, estaba tan nervioso de que me atraparan, llevaba un cadáver en mi auto, así que traté de conducir ni tan rápido ni tan despacio, ellos estaban más entretenidos tomando su café, así fue como al llegar a la carretera me sentí más aliviado, no habían policías cerca así que podía agilizar más mi paso y salir de esto de una buena vez, recorrí casi una hora y media lejos de casa, entre la carretera y los árboles, estaba completamente sólo y mi corazón palpitante me ponía más nervioso, iba a deshacerme de un cadáver, jamás imaginé que yo al haría algo así..."

-Señor Brown, la señora Cristal ya llegó, ¿la hago pasar?

-Claro Caty, que pase.

-Buenos días doctor, saludo la encantadora señora Cristal.

-Buenos días señora Cristal, hoy se ve increíble.

-Jajaja adulador.

-Tome asiento.

-Gracias doctor, su oficina es muy bonita.

-Gracias Cristal.

Cristal tenía apenas un mes de venir a terapia, ella venía porque su esposo había muerto hace un año y estaba en una profunda depresión, había buscado ayuda psicológica porque ya no podía más con el dolor, hoy se veía diferente, llevaba un fino traje color salmón acompañado de un sombrero de flores del mismo tono, llevaba sus guantes blancos de seda y sus zapatos de charol con un tacón pequeño, se veía radiante y jovial, tenía un brillo en los ojos que semanas atrás tenía inexistente, su cabello blanco rizado apenas se notaba por su sombrero y su perfume me recordaba al de mi abuela...

Mente Paralela (18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora