Fue un día agotador y confuso, no fue mi día y mis pacientes se dieron cuenta de que yo simplemente no estaba bien.
-¿Doctor me esta escuchando?
-Si Loren es que, me duele la cabeza eso es todo.
-¿Tomemos un descanso le parece? Tome algo y luego seguimos hablando.
-Gracias Loren, gracias por comprender.
-De nada doctor.
Pobre Loren, necesitaba de mi ayuda y yo no estaba al cien por ciento, Loren era una mujer cuarentona de la alta sociedad, usaba trajes finos y tenía una belleza envidiable, pero al igual que yo también escondía un secreto, ella es esquizofrénica, pero de forma leve y controlable, había recurrido a mi porque ir a un psiquiatra sería para ella una conformación de que esta loca y ella no lo esta, aunque afirma que escucha voces, ve personas, ve cosas que los demás no pueden ver, al principio creyó que era psíquica o algo así, pero hace 5 años apenas le habían detectado este mal, ahora estaba contándome de que una voz femenina le dice que haga cosas que ella no quiere y esta muy angustiada, me sentí terriblemente mal por no poder escucharla como debía...
"Regresé a casa y me encerre en mi habitación, no era el lugar ideal porque ese era el lugar donde había matado a Carla, aún estaba el cobertor que use para cubrir su cuerpo, lo tomé y su perfume seguía ahí, el olor de nuestros cuerpos que no lograron concluir un acto de amor desesperado y que todo había terminado en una horrible tragedia... Metí el cobertor a la lavadora y un sonido se escuchó en el silencio de la casa, era mi estómago que me imploraba que lo alimentará, llegué a la cocina y abrí el refrigerador, el olor de la comida me mareo y simplemente no tenía ganas de nada, me serví un poco de jugo de naranja y estaba tan amargo que apenas le di unos sorbos, me sentía tan desesperado y ansioso, encendí la televisión para que el ruido me acompañará, tenía mucho miedo de todo y simplemente no quería estar en mi habitación, me quedé en la sala y me puse a ver las noticias, no había nada de Carla así que respire tranquilo...
Más tarde Jimmy regresó de la escuela, entró como siempre muy contento y me saludó, me sentí feliz de verlo porque la soledad me estaba matando, pero él corrió a su habitación como de costumbre, se cambió de ropa y luego fue a prepararse un hot dog y de nuevo a su habitación a encerrarse, quería estar con él, no quería estar sólo, así que fui hasta su habitación y toque su puerta.
-Jimmy ¿Puedo pasar?
-Claro que si hermano.
La habitación de Jimmy era un desastre, parecía una madriguera, habían platos y restos de comida en los muebles y cerca de su computadora, había ropa tirada y faltaba el aire, él estaba sentado en el suelo completamente hipnotizado jugando videojuegos, hacía pausa para morder su hot dog y luego seguía.
-¿Que quieres? Me pregunto sin retirar su vista del televisor.
Sólo quería estar con él y no sentirme sólo pero entender a un niño de diez años se me hacía difícil.
-¿Puedo jugar contigo?
Jimmy me miró muy confundido, a mi no me gustaban mucho los videojuegos, él y yo éramos muy diferentes, yo soy ordenado, intelectual, aplicado y él es desordenado, irresponsable y obviamente muy infantil.
-¿Es en serio?
-Si, es que... Estoy aburrido.
-Esta bien, voy a buscar mi otro control del videojuego.
-Gracias hermano.
Me senté en el suelo y habían migajas y suciedad esparcidas por doquier, no quería mostrar mi desagrado y Jimmy me dio el control, comenzamos a jugar un juego de naves espaciales que atacaban a otras naves en el espacio sideral, no me gustaba mucho el juego pero era la única forma de estar con mi hermano. Después de de dos horas me había cansado de jugar y decidí irme, Jimmy podría quedarse todo el día sin ningún problema, pero yo simplemente no estaba para videojuegos y el olor a ropa sucia me estaba matando.
