─ ☁︎·̩͙𝘀𝗶𝗰𝗸 ﹅⁺˖

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Ugh.. Ya llegó el enfermo.

─ Siéntate lejos de nosotros, no queremos verte.

─ Los únicos enfermos aquí, son ustedes. ─ Se levantó de su lugar y se dirigió a un asiento libre cuál estaba lejos de aquellas personas.

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─ Amor, ya terminé tu té, te lo dejo en la mesa.. ─ Tal y como dijo; dejó la taza de té sobre la pequeña mesa redonda que tenían en la cocina, sentandose en el banco que estaba al lado de ésta.

─ Uh, si.. Ya voy.  ─ Se dirigió hacia su pareja, sentandose sobre el banco de al lado y tomando la taza, comenzando a beber el té lentamente mientras su mirada se mantenía fija en el suelo.

─ Uhm.. ─ Miró a su pareja, intentando descifrar que le sucedía. Si bien Langa solía ser así muchas veces, ésta era diferente. Simplemente le transmitía un aura completamente negativa, triste, enojada. Algo claramente no estaba bien. ─ Langa, emm.. Hoy podríamos ir a ver las estrellas a la noche, ¿Te parece?─ Preguntó en su intento de animarlo, sonriendo hacia sus adentros al ver que su pareja asentía rápidamente y un pequeño brillo se reflejaba en sus orbes azules. ─ Entonces allí iremos.

── Esperaron juntos dentro del lugar hasta que la noche hizo presencia, dándoles de alguna u otra manera el aviso de que los esperaba fuera. Los dos salieron, bastante abrigados gracias al fuerte y frío viento que había. No caminaron mucho, decidieron acomodarse a unos metros de su hogar, en dónde era amplio y llano. Un lugar perfecto para poder colocar la manta que se habían llevado, cuál acomodaron en el suelo y se sentaron sobre ella.

── Quedaron abrazándose. Reki se encontraba entre las piernas de Langa, buscando calor entre los brazos de éste, quien no dudaba en arrullarlo con su cuerpo y con su enorme abrigo, como si de un pequeño niño se tratara. Dejaba de vez en cuando algún beso sobre el cuello expuesto del pelirrojo, aprovechando el acercamiento que tenían en ése momento.

── Juntos, empezaron a unir y buscarle formas a las estrellas, que se veían como pequeños puntos brillantes gracias a la distancia. Tuvieron un debate ya que Langa veía las Tres Marías, mientras que Reki todo el tiempo le decía que era un carrito del supermercado. Podía parecer aburrido, pero realmente te la podías pasar bien simplemente con mirar hacia arriba. Sobretodo si estás acompañado. Alguien con quién hacer debates sobre las figuras que formaban, competencias, buscar estrellas viejas y hasta satélites que veían pasar de vez en cuándo.

── Pasó una hora y media. Gracias a que se acercaba el invierno, se hacía de noche más temprano, por lo que podrían estar más rato afuera apreciando la noche sin tener que estar pensando que iban a cocinar para no morir de hambre.

── Hubieran estado sentados bajo las estrellas si no fuera porque a Reki se le ocurrió una idea. Así que se levantó y empezó a correr, cosa que alarmó a Langa y sin dudarlo dos veces partió rumbo hacia donde se dirigía su pareja. El pelirrojo soltaba algunas risitas, viendo como el canadiense intentaba seguirle el paso.

── Siguió corriendo por el camino de tierra, hasta que encontró un puente ancho; estaba hecho de madera y tenía un pilar por cada esquina para poder sostener un techo en forma triangular. Estéticamente era bastante lindo, la madera se veía en perfecto estado. No fue hasta que se acercó un poco más y vió que tenía unas barandas en sus bordes, éstas eran lo suficientemente gruesas y anchas para que una persona pudiera caminar sobre ellas sin problema alguno.

── Langa corrió hasta llegar al puente, dándose un segundo para recuperar el aire y descansar sus piernas. Estando cabizbajo justo al lado de la construcción, logro ver qué debajo de ésta había un río, uno bastante feroz al parecer. Pues tenía piedras y la corriente era rápida, con sólo dejar caer una ramita se daba cuenta. Aparte era estrecho y gracias al agua se podía ver que tenía pozos.

── Levantó su mirada aún algo cansado y jadeante. Intento buscar a Reki, pero palideció totalmente al ver que caminaba sobre aquella baranda. Daba algunos saltitos de vez en cuándo y tarareaba una canción cuál no logró identificar. No lo pensó dos veces y corrió nuevamente, ésta vez intentando ir con mayor rapidez hasta quedar al lado del pelirrojo. No le dió ni medio segundo para reaccionar cuando ya se encontraba tirándolo de su manga, atrayendolo hacia sus brazos y haciendo que ambos cayeran en el suelo de madera.

─ ¡Langa!¿Por qué hiciste éso? ─ Cuestionó, levantándose del frío suelo algo adolorido, había golpeado sus rodillas y la madera realmente dolía.

─ ¡¿Cómo que por qué?!¡¿No es obvio?!¡Estabas en la punta de un puente!¡¿Que tal si te caías?! ─ No estaba en sus cincos sentidos, simplemente empezó a gritar, sintiendo las gotas saladas resbalar por sus mejillas hasta caer y humedecer la madera. Rápidamente se arrodilló y abrazó a su pareja por la cintura, obligándolo a volver a sus brazos, apeguandose a su pecho como si fuera la última vez que lo haría. Empezando a hacer sentir culpable al pelirrojo, quién ahora consolaba el llanto del canadiense y lo abrazaba, pues tampoco podía dejar de hacerlo, ya que Langa en ése momento estaba utilizando la mayor fuerza que tenía para evitar que se separara. ─ No te alejes.. Quédate aquí.. ─ Dijo en susurro, sintiéndose más calmado al ver que Reki asentía. Sentandose a su lado, apegandose lo más que podía. De alguna forma, sintiendo que era una especie de promesa, cuál decía que no se alejaría.

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─ Langa.. Tus amigos vinieron, van a ver a Reki y te quieren llevar.

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𝗺𝘂𝗻𝗱𝗼 𝗳𝗶𝗰𝘁𝗶𝗰𝗶𝗼 ─❛ 𝐋𝐚𝐧𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐬𝐞𝐠𝐚𝐰𝐚.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora