𝗺𝘂𝗻𝗱𝗼 𝗳𝗶𝗰𝘁𝗶𝗰𝗶𝗼 ─❛ 𝐋𝐚𝐧𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐬𝐞𝐠𝐚𝐰𝐚.

─ ☁︎·̩͙𝘁𝗼𝘅𝗶𝗰 ﹅⁺˖

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─ Y éso fué lo que pasó con mi madre.. ¿Que piensas?¿Estás de su lado? ─ Ahora lo preguntaba con una sonrisa landina en sus labios. Estando cien porciento seguro de la respuesta de Reki.

─ Estoy de tu lado, amor. La verdad, es que tú tienes la razón ─ Langa sintió como su ego subía, pero se detenía al escuchar la próxima pregunta de su pareja. ─ Amor.. No es por nada, pero.. Siempre estamos juntos, ¿Cuándo te peleas con ellos..? ─ Langa se quedó paralizado en su lugar, pero negó con su cabeza.

─ No importa éso ─ Frunció su ceño, colocandose recto frente al pelirrojo. No era tanta la diferencia, pero ésa mínima diferencia de alturas y más el aura del canadiense, hacía que Reki lograra sentirse intimidado. Se limitó a bajar su cabeza para no seguir mirándolo a los ojos. Se acercó y lo envolvió en un abrazo, intentando calmar a su pareja.

─ Tienes razón, perdón amor.. ─ Sonrió al sentir que el chico correspondía a su abrazo, soltando un suspiro y apegándolo a él. Volvió a levantar su cabeza para poder quedar cara a cara con su pareja, plantando un beso sobre sus labios, el cual Langa tenía el control, como siempre.

─ Ya, ya.. Ya está bien, vamos a darle de comer a Sam  ─ Dejó un último beso sobre sus labios antes de separarse por completo. Tomó la mano de su pareja y ambos caminaron fuera de la habitación, yendo hacia la cocina en dónde estaban las bolsas con la comida de su cachorro, quien rápidamente apareció al haber escuchado el sonido de la puerta abrirse.

─ Reki terminó por sentarse en el suelo para poder distraer a Sam y que no termine su comida en el suelo, ya que le estaba saltando a Langa que tenía la comida del canino. Estuvieron jugando con su pelota por un rato hasta que finalmente se cansó, dejando la pelota a un lado y empezando a subirse a Reki, lamiendo su rostro y agitando su cola de lado a lado.

─ Ya Sam, ya ─ Dejó salir una risita, terminando por caer en el suelo gracias al tamaño del cachorro, quien seguía lamiendo su rostro y montandose en su pecho. ─ Sam Wilson Kyan Hasegawa, te portas bien. ─ Cubrió su rostro con ambas manos, sintiendo que el peso del cachorro se iba, escuchando el ruido de los granitos chocar con las paredes del taper.  ─ Por fin.. Un poco más y me mata. ─ Puchereó, levantándose del suelo algo adolorido. Limpio sus ropas con algunas palmadas y empezó a estirarse, haciendo que su espalda suene y dejé salir un suspiro. ─ Uh, estoy hecho bolsa. ─

─ Ven aquí ─ Se sentó en el pequeño sillón que había en una esquina,  dejó sus brazos a los costados y cerró sus piernas para hacerle un espacio en ellas e indicar que se sentara encima.

─ No amor, no hace falta, aquí est-  ─

─ No fué pregunta, ven aquí ─ Dió una palmada sobre sus muslos, arqueando una de sus cejas mientras esperaba que el pelirrojo fuera con él.

─ Ah, si, si.. Ya voy ─ Soltó una risita nerviosa, rascando la palma de su mano con sus uñas y dirigiendose a su pareja, acatando lo que le había dicho y acomodándose en su regazo. Un escalofrío pasó por todo su cuerpo al sentir las manos de Langa posarse sobre su cintura, empezando a dar apretones y masajes en ésta. ─ ¿Qué haces..? ─

─ Dijiste que estabas hecho bolsa.. Un que otro masaje no te viene mal, ¿O si? ─ Susurró sobre el oído del pelirrojo, siguiendo sus masajes y cada vez extendiendo más la zona de éstos. Ahora ya estaba por la espalda de Reki, haciendo presión con un poco de más fuerza a propósito para que arqueara su espalda, escuchando de vez en cuando un quejido de su parte. ─ ¿Aquí te molesta más? ─

─ Algo avergonzado, asintió con su cabeza y mordisqueó su labio inferior para no dejar salir ningún sonido. Jugueteando con sus dedos y manteniendo su mirada baja, intentando no ver al canadiense.

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─  Al menos hablemos, Cherry me dijo que no estabas de un muy buen humor..

─ No te importa y mejor vete, no te quiero aquí.

─ Aver, podré intentar entenderte, pero que me respetas, me respetas. ─ Se acercó al joven, cruzándose de brazos e intimidándolo.

─ Joe, deja de joder, vete a la mierda ─ Dió un paso atrás y cerró la puerta de un portazo, dejando al mayor fuera de la casa.

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─ ¡Oe!¡Langa!¡Langa! Para, me duele ─ Se levantó rápidamente del regazo de su pareja, acariciándo su espalda con su mano, Langa se había pasado de fuerza.

─ Oh, perdón.. Estaba pensando en otra cosa, estoy estresado ─ Se dejó caer en el respaldo del sofá, dejando uno de sus brazos apoyado en el respaldo mientras que con el otro cubría su rostro.

─ No pasa nada.. ─ Volvió a a acercarse a Langa, sentandose sobre su regazo pero ésta vez colocandose frente a frente. Se recostó sobre el pecho de su pareja y dejó besos en éste, aparte de algunas caricias o dibujos imaginarios que hacia con sus dedos. ─ Ughm.. ¿Besito..? ─ Levantó su mirada, ladeando su cabeza al ver que Langa descubría su rostro para poder mirarlo. Al verlo asentir, se lanzó sobre sus labios para poder besarlo.

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