VolkaboWeek

Teeth

Al inicio no le gustaba la idea que su superior había ofrecido. ¿Un trato con mafiosos? Eso solo funcionaba en las películas, por eso cuando vio como "The Union" plantaba cara frente a ellos dentro de aquel túnel no bajo la guardia ni un segundo, presto tanta atención a los movimientos de aquellos mafiosos que solo unas palabras lo devolvieron a la realidad

—Muestren sus caras y tendremos un trato—Dijo su jefe. Aparentemente iban a aceptar cuando aquel chico vestido de colores interrumpió

—Mostrare la mía, mi equipo hará lo mismo cuando tengamos confianza—Propuso y de inmediato aceptaron, vio como la persona detrás de aquel colorido traje se quito su mascara para dar paso a un rubio de ojos azules y cabello un poco despenado que veía sonriente al hombre del traje—Super, ahora somos compañeros—Extendió su mano y esta fue aceptada con algo de desconfianza por su jefe

La reunión continuo con normalidad hasta la despedida, en la cual noto como el rubio lo mirada de arriba a abajo para seguido sonreír con malicia. Supuso que tramaba algo y no se equivoco

Aquella mirada que le causo un escalofrió por el brillo en los ojos del rubio, no sabía si solo era una mirada común o una advertencia. Pero no pararía de observar  al rubio hasta saber sus intenciones

Por eso ahora que veía cada pequeño lunar de la pálida espalda de Gustabo García se le hacía extraño como avanzo su relación hasta eso. Sintió como el chico se acurrucaba más contra su pecho, tal vez por el frio que había en aquel motel barato. Ambos aceptaron tener esos encuentros siempre y cuando tuvieran un perfil bajo, un motel mugriento fue su mejor opción

Se había despertado hace poco y solo trataba de despertar al contrario con pequeños besos en su cuello y espalda. No le gustaba aquella fría despedida que ambos otorgaban el uno al otro, pero ambos tenían trabajo que hacer

No sabía explicar el por qué de sus sentimientos, pero de cierta forma cada que el chico soltaba una clara mentira o el simple hecho de ver como sus ojos se encendían cuando hablaban de un operativo para derrumbar a alguna mafia rival, le daba un vuelco a su estomago y sentía las típicas "mariposas"

Podía observar el poder que tenía dentro o fuera de la mafia con su "pico de oro" como la más pura forma de manipulación, sonreía al saber que aquellas mentiras que soltaba el chico cada que le convenía salian de los mismo labios que lo besaban con desespero cada que podían

No lo diría en voz alta, pero jamás dejaría ir a Gustabo

Podía jurar que al ver los azulados ojos del mafioso podía ver su futuro con él, pero luego aquella fantasía se borraba al ver como el brillo de sus ojos desaparecía cada que le disparaba a algún rival. El rubio disfrutaba de esos momentos, y a veces eso le asustaba

Tal vez todo ese cariño que acumulo todo ese tiempo fue lo que hizo que su corazón doliera cuando vio como aquel líder de otra mafia disparaba hacia el más bajo al mismo tiempo que García hacia lo mismo

Ambos cayeron al suelo, solo que uno con una bala en la cabeza y otro con una en el abdomen. Corrió hacia el y se arrodillo a su lado para poder cargarlo con velocidad a la salida, pues ellos dos eran los únicos en esa planta

Informo por radio que habían herido a su compañero mientras conducía con gran velocidad hacia el hospital del norte

Miro de reojo al chico que cada vez le costaba respirar aún más, vio como sus ojos brillaban por las lagrimas que se formaban en él gracias al dolor de la bala en su interior. Era la primera vez que el brillo de aquellos ojos le disgustaba y eso le impulso a conducir tan rápido como pudo hasta el hospital

—Ni creas que te dejo ir tan fácil—Gruño saliendo del coche y caminando con velocidad hasta la puerta para ser recibido por doctores que ya esperaban su llegada

Su camisa estaba manchada de sangre mientras su corazón latía más rápido de lo normal. Solo pudo ver como el rubio era transportado en una camilla hasta una sala...

—Volkov—Aquella voz lo despertó de ese horroroso recuerdo de hace apenas dos meses, el rubio ya estaba recuperado y ahora ambos se encontraban frente la casa del más bajo, ya que sin previo aviso el ruso había ido hasta allí

Respiro hondo y soltó todo el aire que acumulo en esos tres segundos para luego tomar las mejillas del rubio y darle un suave beso. El primero que se habían dado en un lugar medianamente publico, el primero que se habían dado sin necesidad de estar desprendiendo la ropa del contrario mientras caminaban con torpeza a una cama

—Quiero estar contigo—Dijo en un segundo en el que se separo del beso para volver a juntar sus labios, deslizando sus manos hasta los costados de García

Gustabo se separo un poco de los labios del ruso para reír con suavidad y ternura. No dijo nada pero deslizo sus manos hasta los hombros del más alto e inicio otro beso

Al menos aquellos ojos azules y brillante lo verían solo a él

Es una de mis canciones favoritas
y hasta ahora es el relato
 que menos me ha gustado :C