VolkaboWeek

Dynasty

Caminaba con cautela de un lado de la escuela hacia el otro mientras buscaba con la mirada a aquel pelinegro que le debía al rededor de 15$ por haberle hecho una tarea justo antes de que la pidieran para calificar

Freno frente a un anuncio justo enfrente de la oficina del director, aquel papel colgado por un alfiler en aquella pared fácil de traspasar con el pincho se movía por el viento. Aquel papel mencionaba que los que quisieran dar tutoría a algún alumno a cambio de más puntos firmaran el papel 

aquel papel le trajo recuerdos del año pasado en el cual sus emociones fueron una montaña rusa, pensó en firmar al igual que el anterior año pero estaba lo suficiente mente cansado de encargarse de sus estudios que tener que encargarse de los demás. Suspiro y siguió caminando mientras buscaba con la mirada a aquel chico, sin presión ninguna ya que el receso acababa de iniciar

El año pasado...

Algunos días le costaba recordar aquel año, un año en el cual se inscribió en la tutoría y le toco el chico que se acababa de mudar, le ayudo en matemáticas y  lenguaje mientras poco a poco se hicieron amigos. Gustabo fue un tonto al creer que entre ellos habría algo más, y aquella noche donde decidió entregarse totalmente lo cegó

Al menos notó lo tonto que fue ante aquel chico que le robo el corazón. Aquel que creyó ser su "Uno en un millón" pero resulto que el sentimiento nunca fue mutuo, resulto que el ruso si amaba a alguien pero no era Gustabo. Ahora ya no le dolía tanto, ahora Viktor solo era una pagina más que García arranco de su vida

Entrego todo de si y eso no fue suficiente, pero no se arrepentía, aquel mundo que construyó en sus fantasías en el cual Viktor lo amaba las atesoraría como un buen recuerdo, pues no podía juzgar al ruso de haberse enamorado

Fue un golpe duro al inicio, pues creyó que su mundo no se caería ni con el peso del cielo encima de él, grande fue su error y grande es el precio que ahora paga cuando las dulces palabras que debían ser para él eran para su amigo de cresta

Le dijeron que entre más pasara el tiempo se sentiría mejor, entre más pasaba el tiempo más olvidaba como se sentían los besos del ruso y eso le dolía. Sentía como su corazón se aceleraba al ver la sonrisa del ruso, a pesar de que sabia que la sonrisa no era para él

Soltó todo el aire que estaba acumulado en sus pulmones cuando por fin encontró al pelinegro, sentado en el suelo al lado de su novia mientras la otra pareja frente a ellos se abrazaban. Viktor Volkov y Horacio Pérez eran la relación que el siempre soñó

Y que sabía que iba a tener en algún punto de su vida

Se acercó a estos con paso lento. pues se encontraba agotado de la clase de gimnasia que acababa de vivir, al llegar no dijo nada, solo espero que los demás lo notaran

—Benditos los ojos que te ven, Gustabin—Dijo Julia, la chica que por alguna extraña razón salía con Jack

—Hola Julia—Saludo con la voz ronca para luego aclarar su garganta—Vine para que el viejo decrepito me diera por fin lo que me debe—Miro desde arriba al pelinegro que fruncía el ceño ante su mirar

—No lo olvidaras nunca ¿Verdad?—Gustabo negó, sonrió al ver como el chico sacaba dinero de su mochila—Deja de molestar, coño—García tomo el dinero y lo guardo en su mochila

—Los dejo par de tortolos—Dio media vuelta sobre sus talones y se fue de aquel lugar

Ese era su truco, fingir que no estaban. Claramente no lo hacía todo el tiempo, solo cuando estaban juntos. Julia y Jack lo habían regañado ya un par de veces por eso, pero esa era la única forma que había encontrado de superar aquello

No era la forma más sana pero era la forma de Gustabo