Gustabo se estaba tomando una de esas bebidas asquerosas para la resaca que su madre de adopción le enseñó en su momento. Iba con unos vaqueros desabrochados un poco por debajo del borde de su boxer y unas zapatillas de andar por casa marrones. Su cabeza dolía, no recordaba mucho de ayer, apenas tenía algún deja vú que hacía que sus mejillas se sonrojasen, pero no mucho más.Horacio apareció en su campo de visión. Llevaba la camisa del día anterior desabrochada y por debajo únicamente llevaba su ropa interior. Se veía de lejos que iba mareado y desubicado. Iba buscando al rubio para preguntar que había pasado, y allí estaba, en la cocina removiendo el asqueroso mejunje.
一 Gus, estoy con una resaca que no te imaginas 一 Se dejó caer en el marco de la puerta aún sin ver exactamente a su amigo. Aunque al subirla y procesar las posibles opciones sus mejillas comenzaron a arder rápidamente e intentó hacer memoria, aunque no logró recordar mucho.
一 Ya… yo también 一 También tenía un rubor en sus mejillas que lo hacían ver muy indefenso e inocente en ese momento
一 ¿Te… te acuerdas de lo que pasó aye-- anoche? 一 Dijo tímido el peliazul
一 No mucho… he bebido demasiado. ¿Tu?
一 Muy poco… Tu crees que… 一 hacía movimientos con sus manos señalándose a sí mismo y a Gustabo 一 Anoche… ¿Crees?
Gustabo tenía sus mejillas rosadas a más no poder. Se recogió en su sitio juntando sus manitas en señal de vergüenza y quizá miedo.
一 Creo… tu y yo… ayer tomamos mucho y-- y- con los pocos recuerdos que tengo…
一 ¿Ha sido forzado? 一 Su temor crecía. Sabe que su amigo hasta ayer era virgen y que por lo que él sabía hasta hace un tiempo no le atraían las ideas sexuales. Además siendo tan cercanos… sabe que si la respuesta es que no, lo tomarían como una anécdota incómoda y graciosa, pero si dice que si, pese a que sabe que Gustabo no tomaría medidas y diría que da igual, el se sentiría como el santo culo.
一 No lo sé, creo que no…
Claramente sabía que no, pero claro, no podía decirlo tan fácil.
一 Jo-der, vale 一 Por fin se acercó a Gustabo sujetándolo de la cadera y apoyándose en su hombro 一 Vale, joder… Gus, lo siento mucho yo-- 一 levantó la mirada para conectar con la mirada del recién nombrado 一 iba muy tomado.
一 No pasa nada, Horacio. Además este accidente solo lo permitiría contigo. En plan… bien, me entiendes, por la confianza y eso… 一 Sonrió acariciando la cabeza del crestas
一 Para qué mentir si yo también, rubiales 一 su tono gracioso había vuelto
Dejó un beso corto en los labios de Gustabo, como normalmente hacía -"un beso de amigos" le llamaba él- para luego abrazar al más bajo y quedarse así en silencio por unos segundos.
一 No deberías de hacer tomado… te lo dije. No sirves para nada Gustabo, ni para hacer caso. Vaya inútil. Déjame salir, sabes que haré que tu y Horacio seáis felices.
Esa voz se notaba más cerca de ayer, cosa que volvió a causar un escalofrío en Gustabo haciendo que se separase del abrazo de su amigo.
一 ¿Me das de eso? En el trabajo voy a estar muerto.
一 Conway nos ha dado el día libre. Nos debía uno por el día extra que hicimos.
一 Que perro eres, te quiero perraco 一 Sonrió para luego toser por el amargo sabor de la bebida. Provocando una risa escandalosa de Gustabo.
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Me apetecía subir rápido capítulos, esta noche quizá haya otro<3
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𝑷𝒐𝒈𝒐 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆 𝒍𝒐 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓. | 𝑮𝒖𝒔𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐
Fiksi PenggemarGustabo García. Un agente de policía de 24 años, enamorado perdidamente de su fiel amigo, Horacio Pérez, de 23. Quizá ese amor realmente sea enfermizo, sobre todo cuando otra persona también lo siente por él. Su nombre es Pogo, y, en un principio, s...