𝟭𝟰

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Santo Narciso, hijo le Liriope y Cefiso, condenado a sufrir por sí mismo en el inframundo, ¿Qué te hice para merecer esto?

Lo hicieron. Lo hicieron en la madrugada, justo cuando no podía dormir, y no se esforzaron en ser silenciosos. Por supuesto que no vomité (le habría dado a Tord lo que quería, además de que implicaba salir de mi habitación y eso no es algo que quería hacer), pero si me asqueé demasiado. Me puse cojines en la cabeza y esperé a que terminara o a que me durmiera. No sé, uno de esos.

Bueno, no me dormí, sólo esperé a que acabase y después me tiré llorando. Lo normal estos días: verlos juntos y llorar.

¿Por qué no puedo ser el gato que observa y no desea? Un gato que no quiere ser acariciado, que se opone al amor humano y se queda observando desde lejos. Sé ese gato, sé ese gato. No el gato que va a buscar a su dueño y a pedir amor, no ese. El que observa y no necesita nada.

Oh, Narciso, ¿Por qué no pude dejar de llorar?

En la mañana, Tord salió primero que Tom y Edd le interrogó qué hizo hoy a las tres de la mañana. Por supuesto, trató de negarlo, pero sus marcas violetas en el cuello (el horror) decían lo contrario. Y después salió Tom.

Calor. Kitty, nunca había sentido tanto calor. Tenía más “marcas” que Tord, pero no en el cuello, en las piernas. Estaba adormilado y tardó en entender por qué Edd le veía tan sorprendido (alternaba la mirada entre los novios, claramente enojado) y por qué Tord se sonrojó de vergüenza. Oh, Narciso. Espero ninguno haya notado que sentí una necesidad HORRENDA de ir al baño por un motivo específico.

Carajos.

Edd fue una persona muy amable y les dijo (cito) “Si vuelven a hacer eso en mi casa, juro que los saco y no vuelven a poner un pie en ella”. Eso empezó una pequeña discusión entre Tord y Edd en la que se peleaban por la privacidad. Mientras tanto, Tom estaba sentado en la mesa, con la mirada baja y rojo de la vergüenza también.

Más calmado (no por lo que piensas, eso es asqueroso), le observé y, sin decir nada, le pregunté si quería hablar. Claro. Más tarde. Cuando Tord y Edd parecieron llegar a un acuerdo, continuamos con el desayuno como si no hubiera pasado nada. Bueno, Tord se le siguió embarrando a Tom como la mantequilla y yo tenía que controlarme para no sentirme terrible en el momento.

qué horror.

Ya son las dos de la tarde y Tord no se ha separado de Tom. Dice que es por su mes (que se cumple mañana, no sé por qué le hace al cuento), pero está claro que no. Solo está siendo un inmaduro.

No estoy seguro de qué derecho tengo a decirle eso cuando estoy escribiendo un diario como una colegiala.

(...)

Nada. No creo que podamos hablar hasta mañana, y eso sí se le separa. Maravillosa excusa para actuar como un hijo de perra.

.⸙.♡.⸙.

Nada. No puedo creer que estoy esperando la conversación como una llamada importante. Ni las llamadas de mi abuela las espero así.

(...)

No creo que aparezca. Tord se lo llevó a un lugar especial desde ayer en la noche. Si soy sincero, no creo que vuelvan hasta hoy en la madrugada. Suena a algo que harían.

Edd y yo estamos tranquilos. Hablamos de cualquier cosa que no fueran ellos y, cuando lo mencionó vagamente, la conversación se volvió a desviar. Le dije del cumpleaños de Tord y dijo que estaba bien. De cualquier forma, no sería divertido tenerme llorando en mi cuarto mientras ellos celebran.

𝘼𝙗𝙤𝙪𝙩 𝙇𝙤𝙫𝙚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora