STARRY EYES | Eren Jaeger.

Diez.

Empezamos mal.

Saque mi billetera para ver sacar el dinero que tenía y lo junte con lo que había ahorrado en el pequeño cochinito que tenía para mi mal gusto era muy poco, no puede ser que eso es todo lo que he ahorrado en estos días.

Veamos el lado positivo, podía llevarla a puestos de comida.

¿A quién engaño? de seguro no gusta de esos lugares y podía decepcionarla, ya pensaré en que lugar iremos ya era hora de pasar por ella y lo que menos deseaba era hacerle esperar. Me coloque por último los anillos después la chaqueta para salir de la habitación.

─ Vaya, ¿a dónde vas tan arreglado? ─ Pregunto Isabel al verme bajar de las escaleras.

Olvide que los fines de semana, ella se quedaba en casa para pasar tiempo con nosotros.

─ ¿Estoy demasiado arreglado?

Ella dejo salir una risita y negó levemente.

─ Estaba bromeando pero ¿a dónde vas?

─ A una cita ─ Respondí.

─ Uy, ¿quién es la suertuda? ─ Sus cejas se movieron de arriba hacía abajo de forma divertida pero luego frunció el ceño ─ Espera, ¿cómo es que no me has dicho nada?

─ Te lo contare luego que ya voy tarde ─ Respondí mientras caminaba apresurado hacía la puerta.

─ No vayas a llegar tan tarde.

─ No prometo nada ─ Le dije por último para salir de la casa y cerrar la puerta.

『 .   • ㅤㅤ❝ ✿ ❞ㅤㅤ •   . 』

Al llegar a casa de Gretel baje de la motocicleta pero antes de acercarme a la puerta, deje salir una suspiro tratando de apartar los nervios que querían aparecer debí comprarle algo me sentía raro de tener las manos vacías pero el poco dinero que llevaba conmigo no me alcanzaba para un detalle, toque el timbre y espere a que abrieran la puerta mientras me entretenía jugando con mis anillos.

El sonido de la puerta abriéndose hizo que dejara de jugar con estos.

─ ¡Hola Eren! ─ Exclamó Marcel ─ ¿qué te trae por aquí?

─ Hola enano ─ Salude con una mano le revolví su cabello ─ Vine por Gretel.

─ Verdad que tiene una cita ─ Con sus manos se peino su desordenado cabello.

─ ¿Cómo sabes eso? ─ Pregunte alzando una ceja, él solo rio.

─ Me lo conto ─ Respondió alegre ─ Ella vino corriendo a mi habitación emocionada y me despertó con los saltos que daba en mi cama, casi me saca volando.

─ Casi ─ Comenté divertidamente en una forma de molestarlo y él solo me miro molesto ─ Bromeo, ¿puedes decirle que ya llegue?

─ Claro ─ Respondió.

Pensé que después iba irse corriendo para avisarle pero en vez se quedo ahí y solo me dio la espalda.

─ ¡Gretel tu novio ya llego! ─ Gritó.

Iba a decirle algo pero salió corriendo, no sin antes de sacarme la lengua.

Pequeño engendro eso es lo que era.

El sonido de unos pasos bajando los escalones se hizo escuchar dando a entender que era Gretel.

No te pongas nervioso, no te pongas nervioso, no te pongas nervioso.

─ ¡Hola! ─ Saludo con una sonrisa al verme ─ ¿Te hice esperar mucho?

No me di cuenta de cuanto tiempo estuve observándola hasta que carraspeé.