Nueve.

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─ Soy Eren y este mes cumplo cinco meses estando sobrio.

Era mentira, sería el primer mes en estar sobrio y limpio, los aplausos se escucharon en el lugar por primera vez me sentía feliz y orgulloso de mi mismo, regrese a mi lugar y desplomándome en este.

─ Por primera vez estas siendo sincero y luces más radiante ─ Habló Historia a un lado mio. 

─ Y tu no pareces un zombie.

─ Gracias por el halago ─ Dijo esbozando una sonrisa mientras sacudía su cabello con una mano de forma egocéntrica y presumida ─ Pero enserio, ¿qué te trae tan feliz?

─ Nada ─ Respondí.

─ Bueno.

No insistió más, un silencio gobernó entre ambos, solo se escuchaba las voces de las personas contando sus historias y como iban progresando.

─ Bien hay algo ─ Por fin hable y ella solo dejo salir una risa.

─ Sabía que había algo.

Necesitaba desahogarme y ciertos consejos hubiera querido decírselo a Jean o Floch pero conociendo a eso dos se hubiesen burlado de mi o solo decir una que otra burrada y me hubieran brindando poca ayuda.

─ Me gusta alguien ─ Solté de la nada.

Historia dejo de prestar atención y su rostro se giro para observarme estaba atónita. 

─ ¿Qué?

Su voz se escucho en el lugar, algunos no dudaron en hacerle guardar silencio lo cual causo que se avergonzara, se disculpo y volvió a verme.

─ ¿Cómo es que nunca me dijiste? ─ Su voz sonaba molesta.

─ Porque quería estar seguro de aquello.

Ella se tranquilizo y un suspiro salió  de sus labios.

─ ¿De quién se trata? ─ Me dio pequeños golpes en el brazo con su codo de forma juguetona.

─ Se llama Gretel, la conocí un día que me mandaron a detención y ella se acerco a conversar conmigo ─ Le conté, saque de el bolsillo el celular para desbloquearlo, entre a galería y le mostré la fotografía que nos habíamos tomado el día de la competencia.

─ ¿Es ella? ─ Preguntó teniendo su vista en la foto, solo asentí ─ Es bonita, ¿y tu le gustas?

─ No lo sé ─ Respondí inseguro, encogiendo mis hombros lo siguiente que sentí fue un manotazo en el brazo ─ ¿Y eso por qué?

─ Por idiota, ¿cómo no vas a saber? ¿nunca le has preguntado? 

─ No ─ Con mi mano sobe la zona donde recibí el golpe, ella me dedico una mirada molesta y negaba levemente ─ No es como si le fuera a preguntar de la nada.

─ No tendría nada de malo ─ Me devolvió el celular, el cual guarde en el bolsillo de la chaqueta.

─ Claro que si, lo hubiera negado.

─ ¿Cómo sabes? de seguro le gustas pero seguro eres muy tonto para notarlo.

Puede ser.

Si juntamos las conversaciones extrañas que hemos tenido, sus preguntas fuera de lugar y una que otra para saber sobre mi, las llamadas a altas horas de la madrugada, notas de voz por parte de ella, algunos mensajes que contienen un corazón al final y stickers graciosos.

─ Tienes razón, soy un tonto ─ Dije con un tono desganado mientras me desparramaba más en la silla.

─ Pobre alma perdida y enamorada ─ Comentó con un tono burlón.

STARRY EYES | Eren Jaeger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora