Summer Tomlinson

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-Y como es de costumbre, nunca hay nadie en casa. –decía mientras tiraba su mochila en el sofá del living y subía las escaleras. Se tiró pesadamente sobre la cama y suspiró- ¡Estúpida vida!

Pronto sus ojos se cristalizaron y soltó algunas lágrimas. Se arremangó el buzo y miró sus  cicatrices, las tocó y al tacto sintió los relieves que dejaron en su piel. Volvió a suspirar (sí, muy típico de ella cuando quiere evitar hacer algo) y se mordió el labio inferior en señal de que estaba conteniendo el llanto. Entreabrió un poco los labios y esa es la señal: va a empezar con el mismo discurso de todos los días.

-¿Por qué simplemente no me abortaron? Hubiera sido todo mucho más fácil para todos. Mis padres, si es que se les puede considerar así, no tendrían que pagar de más y yo no llevaría esta vida de mierda que tengo. Aunque no debería echarle la culpa a ellos porque después de todo, siendo dos pendejos de 17 y 18, decidieron tenerme y enfrentar las consecuencias de no haberse cuidado. Lo malo es que ya ni les importo, si es que después de esa decisión alguna vez les importé. Supongo que fue sólo cosa del momento… La culpa la tiene la jodida sociedad. Sí, eso es. Todo es culpa de la sociedad en la que vivimos, en donde ya no hay respeto por nada, en donde le ponen la etiqueta a  todo y todo aquello que sea considerado “malo” o “vulgar” es rechazado y discriminado ferozmente. Siempre se repulsela todo aquello etiquetado “diferente”, lo que está fuera de lo considerado “normal”. ¿Normal? Normal es que las mujeres menstrúen y los hombres tengan erecciones pero los prototipos establecidos están completamente fuera de lo verídico y común. –se toma unos instantes para respirar- ¿A quién quiero engañar? Todo es mi culpa por dejarme afectar por lo que dice el resto. -abrió el primer cajón de su mesita de luz y tomó su navaja. Una vez más la sangre brotaba de su antebrazo derecho. Odio cuando hace eso.

Como todos los días, ella llegaba del instituto, se tiraba en su cama, pronunciaba el mismo discurso entre lágrimas, se cortaba y se dormía. Al despertar limpiaba los rastros de sangre de su habitación, se bañaba entre alguna que otra lágrima y a la cama otra vez. Había logrado observar en todo este tiempo que por las noches casi no comía, podía hacerlo tranquilamente el resto del día pero por las noches no. La depresión diaria en la que estaba sumergida lograba quitarle las ganas de todo.

Bien, voy a presentarles a Summer Tomlinson. Tiene 17 años y cursa su último año en el instituto. Tristemente ella sufre lo que los humanos llaman “bullying” por el hecho de, como diría ella, “estar fuera de lo que la mayoría considera ‘normal’ ”: ella es bisexual. Ver la forma en que la insultan, la molestan por los pasillos, incluso la golpean. No debería tener este tipo de pensamientos pero ojalá que les llegue su puto karma a todos y oh, me voy a encargar de que sea así.

Sum, como le dicen sus amigos, vive sola en realidad aunque ella cree que sus padres biológicos viven con ella pero que mayormente están de viaje. La realidad es otra y esto es lo que no sabe ella: Jo y Laurent tienen otra casa y Jo está embarazada. Angélica, o Angy, la nana de Summer, está enterada de esto y le parece aberrante (al fin alguien que coincide conmigo) pero no puede decir nada, ellos la amenazaron con quitarle su trabajo y Angy no puede contra eso. Ella tiene una familia numerosa y conseguir un buen empleo con una muy buena paga en esa zona de Londres era bastante difícil. Aunque intentaba enmendarlo portándose como una madre con Sum. Yo sigo sin poder creer que existan dos seres tan malditamente asquerosos, dos seres que abandonaron a su hija porque dicen que les arruinó la vida. Oh, lo siento, existe algo llamado “preservativo” y algo llamado “píldoras del día después”, los usas y ¡bam! ¿Qué crees? No tienes hijos. Jo y Laurent son dos hijos de puta. No veo la hora de que se cumplan mis seis meses para ir y darles una lección.

Volviendo a Summer… Ella es completamente bonita por dentro y por fuera. Me gusta mucho su sonrisa pero la que es natural, no aquella falsa que utiliza frente a varios para fingir que todo está bien. Agradezco que sus amigos la conozcan muy bien como para saber manejar la situación. También me gusta su personalidad porque es parecida a mi pero la diferencia es que ella se ve opacada frente a la realidad. Como me gustaría poder lograr que ella saque fuerzas y logre vencer sus miedos, que ponga un alto a la situación de mierda en la que vive.

Respecto al discurso que da a diario, a excepción de fines de semana que es cuando se toma un descanso de todo, ella no está loca. Tengo una especie de don y es que cuando hago presencia, los seres que me rodean (y digo seres porque pasa con los humanos y con los ángeles, incluso con animales) tienden a desahogarse. Por el momento solamente soy… no sé qué soy, es como si fuera yo pero invisible y… no sé, esta situación es muy rara pero en cinco días voy a obtener mi cuerpo otra vez. Retomando. Sea lo que sea ahora, sigo teniendo ese don y Summer no puede evitarlo desde que estoy aquí  porque es una forma de sentirse bien aunque yo no coincido.

Actualmente ella está durmiendo. Se parece a uno de nosotros cuando duerme, pero ella es un ángel sin alas y herido. Miro el reloj despertador y tengo que irme, es tarde y debo descansar. Ella no es mi única protegida.

ACLARACIÓN: Lo que está entre paréntesis "( )" es una acotación de Redie dentro de su propia narración.

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