Louis O'Higgins

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Maratón 2/2

-Has estado genial. –una maldita rubia oxigenada habla y su irritante voz hace que me den ganas de golpearla hasta dejarla inconsciente pero al castaño sólo le genera un escalofrío que pudo controlar- ¿Volveremos a vernos guapo?- él la mira mientras se pone sus Vans.

-Tú también has estado bien. –le da una sonrisa juguetona y ella se destapa un poco sus plásticos senos para parecer más atractiva- Pero todo esto es un rollo de una sola noche, guapa. –le da énfasis a la última palabra y le da un guiño mientras la puta lo mira con cara de indignación.

-Per… -y es interrumpida por el estruendoso portazo que da el chico a la puerta de la habitación, dejándola con las ganas de responder. Me encantó la cara de la muy pendeja que se ilusiona con querer volver a tener al cuerpo de ese adonis entre las sábanas. Luego de salir de la habitación donde tuvo sexo en la madrugada, Louis O’Higgins sale de aquella típica casa después de una fiesta de viernes por la noche con adolescentes de hormonas alborotadas.

Louis es un chico de estatura un tanto baja, bien ejercitado, con unos cuantos tatuajes, de ojos azules profundos y uff, un trasero envidiable entre otras tantas cualidades. El chico es todo un dios griego masomenos (irónico porque sé que existe un dios y ese obviamente no es él pero se vale soñar, vivan las metáforas). Tiene 17 años y a tan corta edad se ha ganado el título de mujeriego y su nombre está en boca de todas las chicas de su instituto e incluso de mujeres adultas. Todo un galán con experiencia.

Como en otras historias, Louis aparenta ser un chico con una vida perfecta: vive solo en su propio departamento y tiene su propio auto (capricho de nene mimado con padres de dinero y que se desviven por cumplir los antojos de su hijo varón), es lindo, tiene futuro y tiene buenos amigos. Todo muy feliz pero hay un detalle: su hermana y los rastros de esta.

Danna es la hermana mayor de Lou y durante 4 años, desde los 6 hasta los 10 años del pequeño, abusó sexualmente de su hermano. Todo empezó cuando ella, a sus 16 años y necesitada más que curiosa por el sexo, comenzó a experimentar con su hermano. Lo obligaba a cometer esos actos bajo amenazas. Además, ¿qué podría hacer alguien tan miedoso como él? Todo terminó cuando Danna se fue a la universidad y desde entonces casi no se la ve, lo cual tranquiliza a Louis pero cuando ella aparece, la evita a toda costa.
Hasta sus 11 años fue un chico introvertido debido a lo que ocurrió con su hermana y jamás le dijo a nadie nada sobre el tema. Pero las cosas empezaron a cambiar cuando notó cómo lo miraba Santana (sí, la maldita zorra que atormenta a Tia), al principio le daba vergüenza y mucho más cuando ella lo besó. Desde ahí notó las miradas pícaras de varias de sus compañeras de aula y se sintió… deseado. Poco a poco, ese deseo que le hacían sentir las chicas lo hizo más seguro hasta que terminó en lo que es hoy. Al comienzo sólo eran algunos besos, a los 13 empezaron los toqueteos, a los 14 empezó a salir también con chicas más grandes y a partir de los 15 llegaron las fiestas de hormonas. Cada noche una distinta, cada día una nueva conquista. Y llegamos a mi misión. Mi meta es que Lou supere lo vivido con su hermana para que deje de jugar con las mujeres, para que deje de verlas como objetos, para que deje de tratar al sexo opuesto como su hermana lo trató.

Estaciona su auto en el estacionamiento del lugar, sube por el ascensor hasta su piso mientras se decide. Llega a su “hogar” y sin esperar mucho, llama a su mejor amiga Summer. Luego de tres tonos, contesta.

-¿Lou? –su tono muestra algo de asombro.

-Hey, enana. Sí, soy yo. Me preguntaba si quisieras pasar tiempo con aquí tu sensual mejor amigo. –su tono era algo nervioso. Esta noche quería algo relajado y detestaba estar solo así que llamó a su mejor compañía.

-Uhm, depende. ¿Qué planes tienes?-

-No lo sé, pizza, helado, palomitas y películas. ¿Qué te parece?

-Está bien, yo llevo las películas y TÚ te encargas del resto. Nos vemos en media hora en tu depa. –sonríe, no estará solo.

-Sabía que no podías resistirte. –se escucha una risita del otro lado de la línea- Nos vemos. Te amo preciosa. –a veces parecen pareja.

-También yo.-y la llamada se corta. Louis suspira y se dirige al baño para darse una ducha. No se preocupa por la comida, tiene las palomitas y encargará la pizza y el helado en su momento.
Me doy cuenta de que tengo que irme, no me preocupo, sé que estará en buenas manos.

Vidas perfectasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora