El Costo de Amar.

Capítulo IX

[Davina]

Llevaba más de 8 meses encerrada en el ático, donde solo podía pintar y practicar magia, Marcel me visitaba pero necesitaba pasar más tiempo con personas, hasta podría decir que extraño tener a Elijah aquí.

Davina- me llamo Marcel.

Hola- respondí - ¿Qué haces aquí?, pensé que Klaus no te dejaba visitarme tan temprano.

Si bueno, esto es sobre Klaus - se acerco cautelosamente - el me mando aquí... Por ti.

¿Por mí? - pregunté - no Marcel de ninguna manera aceptaré eso, no quiero.

Davina, esta es la mejor opción ahora, este lugar pronto dejará de ser seguro - me explico - por favor, en la mansión rendras todo.

¿Yo conviviendo con los Mikaelson?, pésima idea - pensé.

*Mansión Mikaelson *

Sigo creyendo que esto no resultará nada bien - le reproche a Marcel - aun puedo regresar.

La decisión está tomada, además ya los conoces -

Es por eso mismo - conteste - Tuvimos a Elijah secuestrado, Borramos la memoria de Rebekah y Klaus es el ser que más odio en el planeta.

Todos en esta casa tienen un super oído niña - me interrumpió el detestable Híbrido - deberías cuidar tus palabras.

Klaus, diría que es un gusto verte pero ambos sabemos que no es haci- respondí hostilmente.

Señorita Claire, espero que su estancia aquí sea agradable - Claro el noble Elijah - pero ahora me tengo que retirar, con permiso.

¿Y Rebekah? - pregunté - ¿Dónde está?

Mi querida hermana salió muy temprano, pero no te preocupes tendrás compañía - me dijo mientras señalaba a la rubia que tenía a lado - ella es Caroline.

Es un place... -

No me interesa relacionarme con tus amantes Klaus - la interrumpí - solo dime en donde dormiré.

Cuida tus palabras bruja - me advirtió Klaus - Caroline me convenció de sacarte de ese hoyo dónde estabas y ser más "comprensivo" ante tu situación.

¿Haci que por  ella tengo que soportarte todos los días?... "Gracias" - respondí con sarcasmo.

Se lo que piensas Davina y creeme que no estas obligada a que te agrade - hablo por fin la rubia - pero enserio quiero intentarlo.

Mire a Marcel y el asintió con la cabeza, al parecer Caroline le agradaba - Bien... Entonces muéstrame mi habitación.

Claro es por aquí - hizo un ademán para que la siguiera - y por cierto Klaus y yo no somos nada - susurro.

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Holaa perdón por tardar tanto en actualizar pero no he tenido inspiración, se que el capítulo es corto pero pronto mejorare.