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Cuando lograron regularizar su respiración. Gulf se acomodó en el pecho de Mew, escuchando silenciosamente los latidos del corazón de él.
- Mew...
- ¿Qué pasa?
- Yo también te amo.
Mew se acercó a sus labios y los besó con suavidad.
- Perdóname, por favor -. Dijo después del beso.
Gulf, ante esas palabras, frunció el ceño y preguntó.
- ¿Por qué me estás diciendo eso?
- Por todo el daño que te cause. Te juro que nunca quise herirte, pero tal parece que pude lograrlo.
- Creo que ambos sufrimos bastante.
Gulf tomó la mano de Mew y la entrelazó con la suya. Mew la aceptó sin dudar.
- Temía que ya no lo hicieras... y ese día en el bar, realmente pensé que me habías olvidado-. Dijo Mew.
- ¿Por qué pensaste algo así? ¿Tan poco me conoces?
- Te conozco lo suficiente, y sé cuando hablas con honestidad. Y tus ojos, cuando me miraron mientras hablabas, me lo demostraron.
- En ese momento, estaba muy lastimado y confundido. Lo dije porque en realidad quería olvidarte, pero no pude. Tampoco sabía de lo que eras capaz de hacer por mí.
Mew lo atrajo más hacia su regazo para abrazarlo fuertemente.
- ¡Oye! No te tomaste el medicamento. Tómalo a hora-. Dijo Gulf de repente.
- Esta bien, bebé. Como tú digas.
Gulf le lanzó un cojín, avergonzado por las palabras que usó Mew.
El chico menor, alcanzó su medicamento y el vaso con agua.
- ¿No irás a clases?-. Preguntó Mew.
- ¿Tú crees que a esta hora voy a ir a clases? Menos después de haber tenido sexo.
- No, no, no. Sabes que no me gusta que digas que tenemos sexo-. Mew mostró una cara muy molesta hacia su hombre.
- Esta bien, lo siento-. Dijo Gulf sonriendo.
- Sabe que yo solamente te hago el amor-. Respondió el menor volviendo a abrazar a su chico y traerlo a su regazo después de haber tomado su medicamento.
Se quedaron unos segundos en silencio, hasta que Gulf habló.
