Lo siento, se me fue el internet y hasta ahorita vino.
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Pasaron unos días después de que Gulf volviera al departamento de Mew, y todo iba muy bien. Las cosas habían vuelto a ser mejores que antes y los chicos estaban muy contentos.
Mew, volvió temprano al hogar luego de la universidad. Aprovecho que era día viernes para llevar a su novio a cenar.
- Bien, llegamos-. Dijo Mew luego de haber apagado el motor de su auto.
Se encontraban en un restaurante muy lujoso de comida occidental.
- Mew, este restaurante es muy caro.
- No te preocupes. Puedo permitírmelo.
- Está bien.
Apenas se bajaron, muchas personas se voltearon a ver a Gulf, quien tenía el cabello color rojo, viéndose demasiado guapo. Obviamente, Mew se percató de ello y no pudo evitar sentir celos.
- Mmmm, creo que no fue buena idea volver a teñirte el pelo.
- ¿Por qué?-. Preguntó Gulf extrañado.
Él era una persona un poco distraída y no se percataba de esos detalles que pasaban a su alrededor.
- Ven aquí.
Gulf obedeció y Mew lo tomó fuertemente de la mano, luego susurró al oído.
- Porque te ves demasiado guapo.
- Oye, alguien podría vernos. Dijo Gulf un poco nervioso.
- ¿Qué? ¿A ti te importa que nos vean?
- No, es sólo que no quiero que te señalen o algo así.
Mew lo miró y le sonrió mientras caminaban con dirección hacia la entrada del restaurante.
Cuando estaban entrando, Mew miró hacia todos lados, luego habló.
- ¡Buenas tardes a todos!
Todos los comensales voltearon a ver al chico parado en la puerta, mientras esté continuaba hablando.
- Perdón si los interrumpo, pero quiero saber si a alguien aquí presente le molesta que haya traído a mi novio a comer a este restaurante-. Dijo mientras alzaba su mano que estaba enlazada a la mano de Gulf.
- ¡No, para nada! ¡De ninguna manera!-. Dijeron los comensales.
Gulf estaba muy sorprendido y apenas si pudo pronunciar algunas palabras.
