🌹Capítulo 21🌹

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☁️Narra Rubén☁️

Las grandes manos de mi alfa se movían con determinación por todo mi cuerpo.

Rubén: Nosotros... nosotros ya lo hicimos hoy— Recordé, pero las intenciones de Samuel parecían estar bien cimentadas, pues no se detenía, lo cual yo agradecía—. Auron dijo que...

Samuel: No importa— Asentí, pero entonces cambié de posiciones, quedando ahora arriba de él, sentado justo sobre su entrepierna, haciendo que ambos jadeáramos—. ¿Por qué tu olor mezclado con pólvora es tan excitante?

Rubén: ¿Estás enfadado, mi amor? —Sonrió de lado y me besó una vez más, nos quitamos la ropa de forma rápida, los besos de Samuel iban por todo mi cuello y su mano se encargaba de abrir mi entrada para poder recibirlo.

Samuel: Tú arreglarás mi puerta— Susurró cerca de su oído, causando escalofríos por todo mi cuerpo.

Rubén: Mierda, Samuel, no hables ahora sobre tu puerta— Pedí, guiando su miembro a mi entrada, por unos segundos el aire no pasaba por mi garganta, pero mi boca no se podía cerrar, jadee cuando entro apenas la mitad.

Pero Samuel no tardo en moverse, a pesar de que Auron nos dijo que debería descansar, no me importó más cuando sus movimientos fueron más fuertes, sentía como sus dedos se clavaban en mis caderas y mis uñas también se aferraban a su espalda.

Comenzamos a decir cosas no coherentes cuando el clímax se acercó, entonces me corrí yo primero, seguido por Samuel, después de morder ligeramente mi cuello, salió de mí antes de que el nudo llegara a formarse y se quitó el condón aun cuando yo estaba sobre él. Tirándolo a algún lado de la habitación.

Ambos nos tumbamos sobre la cama y hora las sabanas tenían el olor de ambos mezclados.

Perfecto.

—Feliz cumpleaños— Felicitó una vez más, estirándose para alcanzar algo de la mesa de noche, yo cubrí mi cuerpo con las cobijas y también lo cobije a él, pues comienza a ser evidente el frio de la habitación.

Me pasó una caja de regalo, color verde, sonreí al verlo, me volví a sentar y lo bese, sin esperar más abrí el regalo.

Había dulces de mis favoritos, sonreí y quise abrazar todos los dulces, seguí buscando en la caja y apartando todo los dulces y el papel decorativo de ositos que habían, encontré una caja pequeña alargada.

Rubén: ¿Qué es? —Pregunté sonriendo, tomando la caja en mis manos y abriéndola, encontrándome con un collar plateado con un lindo corazón, pero el corazón era de alguna joya, una de color morado y otra de color verde, fusionándose, formaban un lindo corazón— Amor...

Samuel: Me he estado volviendo loco cuando otros alfas tratan de acercarse a ti y tú ni si quiera lo notas— Escuché atentamente, contemplando lo brillante que es el corazón—. Sé que marcarte no es una opción, así que busque otra opción y sabes que amo como te queda el morado.

Rubén: Es hermoso— Confesé, dejando la caja a un lado, para poder sentarme frente a Samuel, entre sus piernas, le pasé el collar y él se encargó de poner el lindo collar en mi cuello, dejando posteriormente un beso sobre mi cuello.

Samuel: Te amo— Sentí como los latidos de mi corazón iban más rápido, me acurruque contra su pecho y me sentí completo.

Rubén: Te amo.

☁️Narra Alexby

Caminábamos hacía la casa de Willy y al llegar me sorprendieron las intenciones que tenía por dormir en la casa de Willy.

Alexby: ¿No dormirás en mi casa? —Pregunté a Frank, pero él negó, aun sonriendo, aunque mi lobo esté triste sin motivo alguno.

Frank: Quede con Willy de ver una película.

Fargan: Vale, nos vemos mañana.

Willy: Duerman bien.

Caminamos dirección contraria, ahora a mi casa, Fargan tomó mi mano y caminamos así, vagos recuerdos de los tres juntos caminando hacía la misma dirección con las manos juntas y sin importar nada más.

Fargan: ¿Lo extrañas a él o...?

Alexby: Mierda, Fargan, no husmes en mi cabeza, sabes que detesto eso— Dije enojado, recordándole que no me gusta cuando utiliza nuestro lazo para hacer esas cosas—. Claro que no lo extraño a él.

Fargan: ¿Entonces?

Alexby: Extraño cuando sólo éramos policías de este pequeño pueblo, cuando todo era más tranquilo.

Fargan: Cuando sepamos quienes son los del ataque y cuando los detengamos... nosotros podemos volver aquí.

Alexby: Pero si amas la vida en la ciudad— Le recordé.

Fargan: Amo la vida contigo— Sentí un apretón en mi mano—. Si estoy contigo amaré donde sea que esté.

Alexby: Ya veremos— Susurré, empezamos a subir las escaleras, pero nos detuvimos a la mitad, sólo porque la noche está siendo hermosa— Yo planeaba dejar mi cargo la próxima semana.

Fargan: Hazlo.

Alexby: No puedo dejarlos cuando algo tocho acaba de iniciar— Asintió y recargó un cabeza en mi hombro—. De verdad espero que todo vaya bien.

Fargan: Es imposible que alguien te gane.

Alexby: Con lo de Frank sentí que estaba perdiendo— Sus brazos me abrazaron—. Si algo pasa contigo yo sé que entonces habré perdido.

Fargan: Pero si tienes como Alfa a un puto amo— Solté una carcajada y asentí—. No dejarías que algo me pase.

Alexby: Claro que no.

Fargan: Ahí está, no tienes nada de qué preocuparte.

Alexby: ¿Qué fue lo que explotaron?

Fargan: ¿Quién? — Se hizo el loco.

Alexby: ¿Cómo es que convencieron a Rubius de explotar la puerta de Samuel? —Ambos reímos.

Fargan: Fue fácil con Willy, creo que si no fuera por Vegetta ellos dos ya estarían liados.

Alexby: ¿Willy y Frank...? Ellos dos... ya sabes.

Fargan: ¿Qué si están follando? —Asentí—. No. Willy ha dicho que no y no creo que haya motivos para mentir.

Alexby: Pero ellos dos se gusta, creo— No lo dije para Fargan, lo dije para mi lobo, quien sigue con la idea de volver con él.

Fargan: Tal vez— Se encogió de hombros y cuando la noche comenzó a ser peligrosa decidimos subir, entrando a mi casa, cerramos la puerta con la seguridad y fuimos a nuestra habitación.

No pasó nada más. Sólo nos tumbamos juntos y abrazados, ambos dormimos y yo soñé una vez más algo que me haría sentir culpa al día siguiente.

Soñé con otro alfa y aunque no quisiera hacerlo, mi lobo lo disfrutó.

A SALVO 《Rubegetta》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora